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La presión fiscal asfixia a la producción salteña de granos

Fletes, retenciones y bajos rindes pulverizan los márgenes de la soja, maíz y poroto. Un estudio que se presentará mañana en la Rural expone la profundidad de la crisis.
Domingo, 15 de marzo de 2020 01:27

Ante el nuevo esquema de retenciones, productores de granos de la pampa húmeda defienden sus márgenes de renta agraria, mientras los de Salta, como en todo el norte, se juegan su destino.

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Ante el nuevo esquema de retenciones, productores de granos de la pampa húmeda defienden sus márgenes de renta agraria, mientras los de Salta, como en todo el norte, se juegan su destino.

Con la mitad de los rendimientos del área núcleo y distancias hasta seis veces mayores a los puertos, el esquema de retenciones por escalas productivas que definió el Gobierno nacional es para el agro de la región una soga al cuello.

A pedido de la dirigencia rural, Lucas Dapena, economista jefe de la Fundación Mediterránea en el NOA, analizó el impacto de la presión impositiva y los fletes. El estudio, que será expuesto a productores mañana, en la Sociedad Rural Salteña, muestra las grandes brechas que hay con la región pampeana y entre los departamentos que concentran las producciones de soja, maíz y poroto en la provincia inclusive.

Con los últimos datos disponibles, el trabajo del investigador del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) deja en claro que la rentabilidad de los granos no depende de la escala de producción, sino de la ubicación de los campos, sus distancias al puerto y los rendimientos. Esto, sin considerar que la presente campaña encuentra a muchos productores salteños con grandes pérdidas en sus cultivos por falta de lluvias.

El Tribuno anticipa algunas de las conclusiones del estudio sobre el que la institución anfitriona, Prograno y la Asociación de Productores de Legumbres del NOA debatirán medidas a seguir en la mesa de la Federación de Entidades Rurales de Salta (Federsal).

Las cifras del poroto

Salta es la principal productora de poroto. En la campaña 2017/18, con 328.716 toneladas, concentró el 75,2% del área sembrada y el 69,4% de la producción nacional.

La producción se concentra en los departamentos Orán y San Martín, y en menor medida en Rosario de la Frontera, Metán y Anta.

En San Martín durante la campaña 2017/18 (último dato disponible) se sembraron 123.175 hectáreas con poroto y se obtuvieron 135.493 toneladas, con 1.100 kilos por hectárea, valor similar al rinde promedio de los últimos diez años, sin tomar en cuenta el seco y desastroso 2013.

En su trabajo Dapena determinó que, con el rendimiento promedio, un productor de porotos de Tartagal debe destinar el 69% de los ingresos totales para cubrir gastos directos de producción, el 9,6% a los de comercialización y el 20,5% para el pago de impuestos. Queda solo un 0,8% de margen de rentabilidad.

En Anta durante la campaña 2017/18 se sembraron 34.067 hectáreas con poroto y se obtuvieron 30.660 toneladas, con 900 kilos por hectárea. El rinde promedio de los últimos diez años fue de 1.068 kilos por hectárea. Con este rendimiento, un productor de Las Lajitas debe destinar el 72,4% de los ingresos totales a cubrir los gastos directos de producción, el 8,2% a los de comercialización y el 19,9% para los impuestos. En esa zona de la provincia el resultado final es un saldo negativo equivalente al 0,5% de los ingresos brutos.

En Rosario de la Frontera en la campaña 2017/18 se sembraron 32.640 hectáreas y se obtuvieron 29.376 toneladas de poroto, con un rinde de 900 kilos por hectárea. El promedio de los últimos diez años fue de 1.075 kilos por hectárea.

El decano de Economía de la Universidad Católica de Salta remarcó que productores del sur de Salta deben destinar el 71,7% de los ingresos totales a los gastos directos de producción, el 7,7% a los de comercialización y el 20,1% para los impuestos. Queda un 0,5% de margen de rentabilidad.

En los cálculos se tomó el promedio de los precios en puerto establecidos en la circular 481 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, del pasado miércoles, para el poroto negro (US$540) y alubia (US$1.100).

La soja, con números rojos en todas las áreas

El saldo negativo es del 14% en San Martín y del 7% en el sur de la provincia.

En Argentina, la cadena de la soja reviste una importancia estratégica y se configura como una de las más competitivas en términos tecnológicos, productivos y de generación de divisas.

Presenta un fuerte perfil exportador, ya que el principal destino de los subproductos de la industrialización del grano es el mercado externo.

El 67% de la producción local del aceite se vuelca al mundo y en el caso de la harina la proporción asciende hasta el 91%.

En la provincia de Salta la producción de soja llegó en 2018 a un techo de 1.186.684 toneladas, con un incremento del 13,9% respecto del año anterior.

En los últimos diez años, el promedio de producción fue de 1.083.226 toneladas, con una superficie cultivada promedio de 513.160 hectáreas.

En San Martín durante la campaña 2018/19 se sembraron 101.077 hectáreas con soja y se obtuvieron 272.908 toneladas, con un rendimiento de 2.700 kilos por hectárea.

En ese departamento, el rendimiento de los últimos 10 años promedió en 2.274 kilos por hectárea.

Con ese rinde, según el estudio que se expondrá mañana en la Sociedad Rural, productores del norte de la provincia deben destinar el 41,4% de los ingresos totales para cubrir los impuestos, el 47,2% a los gastos directos de producción y el 25,4% a los de comercialización. El resultado final es un 14,1% de saldo negativo. 

En Anta, durante la pasada campaña se sembraron 237.520 hectáreas y se cosecharon 641.304 toneladas de soja, con un rendimiento de 2.700 kilos por hectárea.

El rendimiento promedio de los últimos diez años fue de 2.339 kilos por hectárea.

Con ese rinde, un productor de Las Lajitas debe destinar el 45,8% de los ingresos totales a cubrir los gastos directos de producción, el 22,2% a los de comercialización y el 41,9% al pago de los impuestos, lo que arroja un 9,9% de saldo negativo, según el análisis de costos realizado por el economista Lucas Dapena. 

En Rosario de la Frontera durante la campaña 2018/19 se sembraron 33.060 hectáreas con soja y se obtuvieron 89.262 toneladas, con un rinde de 2.700 kilos por hectárea.

El rendimiento promedio de los últimos diez años fue de 2.396 kilos por hectárea.

Con ese valor, en el sur de la provincia productores deben destinar el 44,6% de los ingresos totales a cubrir los gastos directos de producción, el 20,1% a los de comercialización y el 42,3% al pago de impuestos. En el área de Metán y Rosario de la Frontera el saldo final es un 7,1% negativo. 

Dapena hizo los cálculos de la soja en base al precio oficial en puerto (325 dólares) establecido en la circular 481 para los embarques de abril a mayo de 2020.

El maíz, sin salida en el norte por el costo de los fletes

En San Martín el balance de cosecha del cereal es un 8,8% negativo.

En Salta en 2019 se produjeron 1.827.097 toneladas de maíz, a partir de 287.333 hectáreas cultivadas en las que el rendimiento fue de 6.863 kilogramos por hectárea. La última campaña cerró con el mayor techo histórico de producción y el máximo rinde registrado en la provincia.

En San Martín durante la campaña 2018/19 se sembraron 40.284 hectáreas con maíz y se obtuvieron 251.831 toneladas, con un rendimiento de 6.800 kilos por hectárea. 

El promedio de los últimos 10 años (sin incluir a 2013) se ubicó en 5.708 kilos por hectárea.

Según el estudio de costos que analizará mañana la dirigencia rural de Salta, con ese rinde, productores de Tartagal deben destinar el 24,8% de los ingresos totales para cubrir los impuestos, el 37,3% a los gastos directos de producción y el 46,7% a los de comercialización. El resultado final es un 8,8% negativo.

En Anta, en la pasada campaña se sembraron 147.260 hectáreas y se cosecharon 930.988 toneladas del cereal, con un rendimiento de 6.800 kilos por hectárea.

El rendimiento promedio de los últimos diez años fue de 5.944 kilos por hectárea. Con este valor, en la zona de Las Lajitas productores deben destinar el 35,8% de los ingresos totales a cubrir los gastos directos de producción, el 40,1% a los de comercialización y el 25,8% para pagar los impuestos.

El saldo final es un 1,7% negativo. 

En Rosario de la Frontera, se sembraron en la anterior campaña 47.540 hectáreas con maíz y se obtuvieron 306.880 toneladas, con un rendimiento de 7.000 kilos por hectárea. 

El rendimiento promedio de los últimos diez años (siempre sin incluir a 2013) fue de 5.821 kilos por hectárea.

Con ese valor, productores del sur de la provincia deben destinar el 36,6% de los ingresos totales a cubrir los gastos directos de producción, el 38,7% a los de comercialización y el 25,7% para pagar los impuestos. En los campos de la zona, el balance cierra con un saldo negativo equivalente al 1% de los ingresos totales. Lucas Dapena hizo los cálculos del maíz en base al precio oficial FOB (168 dólares) fijado en la circular 481, del pasado miércoles, con vigencia hasta mayo. 

A nivel nacional, la producción de maíz ocupó en 2018 el primer lugar entre los granos, superando a la soja. El cambio de posiciones, según el economista de la Fundación Mediterránea, se debió tanto al dinamismo que alcanzó el sector maicero en los últimos años como a las condiciones climáticas adversas que impactaron sobre la producción de soja.

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