Los argentinos y argentinas vivimos de manera singular todos los meses de marzo, con diferentes sentimientos vivencias, expectativas, y propuestas.
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Los argentinos y argentinas vivimos de manera singular todos los meses de marzo, con diferentes sentimientos vivencias, expectativas, y propuestas.
El 8 de marzo se conmemora el Día internacional de la Mujer, una fecha de historia vigorosa. Se originó como un homenaje a las luchas de las mujeres por los derechos laborales; una lucha, por cierto, con heroínas y mártires. Con el tiempo, ya ni se recordaba la historia y pasó a ser una fecha festiva y ocasión en que los hombres regalaban flores y bombones a las mujeres, o simplemente les daban un saludo amistoso o cariñoso... y las mujeres también nos saludábamos, teníamos un día para festejar. Hasta que las Naciones Unidas, en 1975, declaran oficialmente el 8 de marzo como "El Día Internacional de la Mujer". En este 2020 la ONU propuso que sea el año de "la lucha por la igualdad". Igualdad de oportunidades, igualdad de trato, igualdad de salario.
Ya se señalan temas y objetivos de la lucha de las mujeres por conseguir más reconocimiento, terminar con la violencia, más igualdad. Y todo vinculado a la vida, a la salud, al trabajo, al agua, al medio ambiente y a la paz.
Hoy las mujeres están más empoderadas, más conscientes de su ser, valer y sentir, y dispuestas a luchar en procura de sus objetivos.
Hay una fecha que pasa desapercibida y es el 20 de marzo, que desde 2013 las Naciones Unidas la ha consagrado como " el Día Internacional de la Felicidad". Parece trivial, pero es el reconocimiento de que la felicidad desempeña un rol importante en la vida de las personas. Tan importante que la posibilidad de ser feliz mantiene las ganas de seguir viviendo.
Esta fecha está muy vinculada a los 17 objetivos del desarrollo sostenible que procuran reducir la desigualdad, terminar con la pobreza y proteger la Tierra. Estos tres aspectos contribuyen a garantizar la felicidad y el bienestar.
El 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Ese día, pero en 1960, la policía abrió fuego y mató a 69 personas en una manifestación pacífica contra las leyes del apartheid en Sharpeville, Sudáfrica. Al proclamar el Día en 1966, la Asamblea General instó a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de discriminación racial.
Cuando la discriminación va más allá del gesto, e involucra la vida del otro, es gravísimo porque desconoce la calidad de ser humano con derechos, del diferente. Qué importante fecha! La discriminación nos invade a gran parte de los seres humanos.
La discriminación es inhumana, injusta y desconoce la identidad del discriminado. Y es absurda, porque se basa en mitos y tabúes.
El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua, establecido por las Naciones Unidas desde 1993. La experiencia de nuestros wichis le da a este marzo un sabor especialmente amargo.
La ONU considera necesario concientizar sobre la importancia de este "oro líquido", como se le dice al agua. Hay preocupación internacional sobre él, porque 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable en condiciones dignas.
Todos los seres humanos tenemos derecho al agua, potable, segura, porque es esencial para la vida. Porque el agua no puede ser de propiedad privada, que es un bien público, que los seres humanos deben cuidar, y los gobiernos proporcionar a los que no tienen acceso a ella. El agua es vida.
Los sótanos de la historia
El 24 de marzo se conmemora el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con violaciones graves de los derechos humanos y de la dignidad de las víctimas. El 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó es fecha: "Con la observancia de este día rendimos homenaje cada año a la memoria de Monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980. Monseñor Romero denunció activamente las violaciones de los derechos humanos de las personas más vulnerables de El Salvador".
En el mismo día aciago, los argentinos conmemoramos la Memoria por la Verdad y la Justicia en homenaje a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada "Proceso de Reorganización Nacional", que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.
Es la memoria de un baño de sangre, en el que culminó medio siglo de golpismo. Las prácticas represivas fueron degradantes. La tortura, el robo de niños nacidos en cautiverio y la desaparición de personas.
Ese golpe de Estado, que llevó al exilio a muchos argentinos, entre ellos muchos salteños y salteñas, que asesinó a profesionales, políticos, estudiantes, obreros, es una de las fechas más triste de este marzo, y que muchos de los que no la vivieron no comprenden su dimensión social, política, económica y familiar.
En el retorno a la democracia volvimos a la dignidad de la libertad y las instituciones. Fue un salto histórico que rompió con cinco décadas de golpismo, aunque no faltan detractores que se ufanan hablando de "democracia decadente".
Por eso yo, como mujer, madre, política, profesional, exiliada, que ejercí mi profesión y que solo ocupé cargos en la administración pública en la democracia, tengo presente todas esas fechas, las conmemoro con mucha tristeza, pero entiendo que la del 24 de marzo sirve para alentar la lucha por la igualdad y fundamentalmente por la paz, la justicia y la libertad. Esa que nunca debemos perder, la que costó recuperar y que cuesta mantener. Las mujeres somos capaces de liderar, junto a los hombres, los grandes cambios culturales, sociales, laborales, políticos; seguramente no es ni será fácil, costará mucho esfuerzo, gran fortaleza, pero las mujeres no se amilanarán, porque está en juego el futuro de ellas, sus hijos y nietos. Y los de todas.
La consigna es: "Realicemos propuestas superadoras , mirando siempre para el futuro, trabajemos activamente para ello, compartamos, dialoguemos, y luchemos cuando haga falta".