El avance de la epidemia de coronavirus en Francia llevó ayer a su presidente, Emmanuel Macron, a ampliar hasta el 15 de abril el confinamiento de la población y a analizar su impacto con la patronal y los sindicatos, preocupados por la protección tanto de la actividad como de los trabajadores.
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El avance de la epidemia de coronavirus en Francia llevó ayer a su presidente, Emmanuel Macron, a ampliar hasta el 15 de abril el confinamiento de la población y a analizar su impacto con la patronal y los sindicatos, preocupados por la protección tanto de la actividad como de los trabajadores.
La restricción estricta de los movimientos comenzó el 17 de marzo e iba a expirar este próximo martes, pero fue prolongada otras dos semanas, y podría ser renovada "si la situación sanitaria lo exige", tal y como lo anunció el primer ministro, Édouard Philippe.
Lo justifican los 32.964 casos confirmados, de ellos 3.787 graves, y los 1.995 muertos registrados hasta ayer en hospitales y centros médicos, que obligan a intentar limitar su avance para que el personal médico pueda afrontar el flujo de casos graves.
Para atenuar el daño económico y social que provoca el confinamiento, el Consejo de Ministros ya había aprobado este miércoles 25 decretos, una cifra récord en un solo día desde la instauración de la V República, en 1958, pero ayer juntó a sindicatos y a la patronal para evaluar conjuntamente esa hoja de ruta.
Los sindicatos se encuentran en alerta ante esa posibilidad, porque el Gobierno no aclaró qué sectores productivos no se consideran esenciales o por la ampliación del límite máximo de la semana laboral hasta las 60 horas, frente a las 48 actuales.