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“En dos días se presentaron todos los síntomas juntos”

ARGENTINO EN FRANCIA Y PACIENTE RECUPERADO DE COVID-19
Miércoles, 15 de abril de 2020 02:41

Hace poco más de un año, Xavier decidió que era el momento de buscar nuevos caminos, nuevas oportunidades, nuevas experiencias. Tres años antes se había recibido de técnico en laboratorio. Nunca logró ejercer la profesión, y sin trabajo ni familia a su cargo, se “hizo camino al andar”. 
Xavier Climént nació en Salta y tiene tres hermanos. Una mayor y dos menores que él. No tiene hijos. Un día la posibilidad de partir con un pasaporte de trabajo se presentó en su vida. Juntó lo que creyó necesario llevar en un bolso, el dinero que tenía y el que no y partió. Francia fue su destino, nunca había salido del país, no hablaba francés y se manejaba con el inglés de la escuela secundaria. En un par de meses, sus experiencias laborales en el campo le sirvieron, y encontró trabajo. Los días de descanso eran para viajar. Recorridos cortos pero llenos de nuevas vivencias. París, la torre Eiffel, disfrutar de una croissant, las visitas a los museos. Las oportunidades no dejaban de llegar, pero nunca pensó que también le tocaría ser un paciente de COVID-19. 
En diálogo con El Tribuno, Xavier contó qué se siente, cómo fue su atención médica, el proceso de recuperación y, luego, la vuelta al trabajo. Francia ya no es la misma, pero nadie mejor que él para contar de qué se trata. 

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Hace poco más de un año, Xavier decidió que era el momento de buscar nuevos caminos, nuevas oportunidades, nuevas experiencias. Tres años antes se había recibido de técnico en laboratorio. Nunca logró ejercer la profesión, y sin trabajo ni familia a su cargo, se “hizo camino al andar”. 
Xavier Climént nació en Salta y tiene tres hermanos. Una mayor y dos menores que él. No tiene hijos. Un día la posibilidad de partir con un pasaporte de trabajo se presentó en su vida. Juntó lo que creyó necesario llevar en un bolso, el dinero que tenía y el que no y partió. Francia fue su destino, nunca había salido del país, no hablaba francés y se manejaba con el inglés de la escuela secundaria. En un par de meses, sus experiencias laborales en el campo le sirvieron, y encontró trabajo. Los días de descanso eran para viajar. Recorridos cortos pero llenos de nuevas vivencias. París, la torre Eiffel, disfrutar de una croissant, las visitas a los museos. Las oportunidades no dejaban de llegar, pero nunca pensó que también le tocaría ser un paciente de COVID-19. 
En diálogo con El Tribuno, Xavier contó qué se siente, cómo fue su atención médica, el proceso de recuperación y, luego, la vuelta al trabajo. Francia ya no es la misma, pero nadie mejor que él para contar de qué se trata. 

¿Cómo decidís irte a Francia?
Tengo 26 años y hace uno que estoy en Francia. Decidí irme de Argentina por trabajo. Además de la experiencia que significa poder trabajar en el exterior, buscaba tener una mejor situación económica. Ahora estoy trabajando en una caballeriza. Es un aras de caballos de salto y realizo tareas de entrenamiento, mantenimiento, cuidado de los animales, reproducción... de todo un poco. 
En Salta existen posibilidades de trabajar en lo mismo que hago acá pero no con las mismas condiciones laborales, en lo económico, sobre todo. En mi trabajo se encargan de mi lugar de residencia y todos los demás gastos. Solo saco de mi sueldo para los gastos personales y el almuerzo. Cuando por trabajo tenemos que viajar o presentar los animales, los gastos de comida también están a cargo de mi empleador. Ahora estoy viviendo en el noroeste de Francia, en la región de Normandie, en el poblado Cambremer. 

¿Cómo es Cambremer?
Es un pueblo pequeño, de muy pocos habitantes, en su mayoría son personas mayores, de más de 50. Hay un grupo de más de 25 que viene a trabajar. Si lo querés comparar con un pueblo de Salta, en cuanto a tamaño, es como San Agustín, pero en lo que respecta a infraestructura no se ven pueblos así en Salta. Tiene todos los servicios: bancos, supermercado, panaderías, farmacia y consultorios médicos privados. No tiene salita ni hospital, hay uno en un poblado cercano. La gente del pueblo trabaja con uno de los rubros de servicios que se requiere. En las afueras están los campos de trabajo. Los pobladores son personas de un alto poder adquisitivo que además hacen pedidos on line. Es otra forma de vida, la mayoría hace sus compras por internet y recibe el correo en sus casas. Incluso en los comercios del pueblo, por más chica que sea la compra, te cobran con tarjeta. 

¿Cómo se siente tener COVID-19?
Los síntomas comenzaron casi todos al mismo momento. No soy una persona que se enferma con frecuencia y de repente sentí todo: cansancio, dolor de garganta, tos y al final dolor de pecho. En dos días ya tenía todos los síntomas. Es un virus muy agresivo. Se siente más como si fuera una pulmonía y no una gripe. Se siente un gran cansancio, sentís que te debilita. En mi caso, no tuve problemas para respirar. Apenas sentí los síntomas me aislé e hice reposo absoluto y parece que eso fue clave. Como no tengo ninguna enfermedad, el reposo fue fundamental. La medicación fue paracetamol, infusiones calientes para alivianar el malestar, vapores. El reposo es lo único que te ayuda. Con todos los síntomas bien fuertes estuve dos días, después comenzaron a ceder. Se siente lo peor por la noche. Estuve durante seis días en cama y totalmente aislado. Acá, si no necesitás el respirador, pasas la enfermedad en tu casa, totalmente aislado. En mi caso, contaba con todo para estar así. Después de los seis primeros días ya pude salir, pero hay que recordar que sin ver a nadie o tener contacto con nadie. Cómo estoy en el campo, hay espacio y tenía la comodidad de estar afuera de la casa. A los 22 días recién volví a tener contacto con gente. Una sola persona me ayudó, pero con todas las medidas de protección: barbijo y demás. 

¿Hacía cuánto que sabían en Cambremer de la existencia del COVID-19 en el mundo?
Hacía tres meses que se sabía del brote. Pero yo me enfermo el día que se decreta la cuarentena acá. Mientras tanto, en el pueblo no se tomaban medidas preventivas. Cuando el Gobierno decretó la cuarenta obligatoria recién la gente comenzó a tomar medidas, por zonas contaminadas. En la frontera con Italia se tomaron medidas más fuertes. Y con el aumento de los casos, sobre todo en las ciudades grandes, las acciones son extremas. Ahora la gente sale solo si es esencial y con permisos autorizados. Son más conscientes, entran de a uno a los negocios, mantienen la distancia de 2 metros, evitan la aglomeración de gente y no hay lugares de esparcimiento abiertos. No se dieron muchos casos, pero sí se sabe de personas asintomáticas. Les hicieron chequeos por haber estado en contacto con personas con el virus y dio positivo. En su mayoría menores de 30, de buena salud y con una buena historia clínica. 

¿Cómo fue el protocolo de atención médica cuando notificas que tenías los síntomas?
Cuando doy aviso, en forma automática me aislo y con la cobertura de seguro de viajero, coordino una videollamada y me enviaron un médico, para tener la confirmación. Fue suficiente. Al ser una persona sin necesidad de respirador, más allá de mi caso, a todos les piden que se queden en su casa, aislados, para evitar que el virus se siga propagando y que se sature el sistema de salud. 

¿Cómo crees que te contagiaste?
En mi trabajo llega mucha gente de distintos lugares de Francia y del mundo, así que puede haber sido al entrar en contacto con alguien que llegó al aras o incluso en el súper porque llega mucha gente de afuera. 

¿Cómo organiza el gobierno la cuarentena?
Este lunes habló el presidente y dijo que a mediados de mayo va a volver a informar cómo se continúa. Por el momento las medidas se extendieron hasta esa fecha, pero de a poco se van a ir liberando algunas actividades para mantener un poco la economía. En cuestión de precios, no hubo aumentos, se mantuvo todo. En los primeros días, cuando ibas al supermercado no encontrabas nada, ahora sí hay todo. Lo que cuesta encontrar es el alcohol en gel. Pero de por sí es menos expuesto porque la gente está acostumbrada a comprar desde la casa y esperar que le lleven su pedido. Las escuelas están suspendidas, pero igual ya estaban ingresando a las vacaciones. Los eventos públicos se suspendieron hasta julio. Los bancos funcionaron siempre con normalidad y hay mucho manejo on line. 

¿Cómo fue el regreso a tus actividades?
Me costó volver a tomar el ritmo. Aunque depende mucho del estado físico, el cuerpo se siente cansado. Cuesta asimilar el virus, pero fui volviendo de a poco. El médico me recomendó que vaya tomándolo con calma y que trate de que todos los alimentos sean naturales y comidas sanas. Comer todo tipo de verduras y frutas y mucha agua. La cabeza te puede jugar mal, sobre todo el miedo. Hay que estar tranquilo. 

Y ahora que ya pasó todo, ¿cómo va a seguir tu vida? 
Acá las fronteras están cerradas y no se sabe cuándo se van a volver a abrir. Creo que lo mejor es permanecer donde estoy y ver cómo evoluciona la economía más que nada y toda la situación. El cambio de estación también tiene que ver, el virus va a cumplir su ciclo en todos los lugares donde llegue. Se especula que el Gobierno decretará el cierre total solo hasta julio si es que la población no se sigue contagiando.
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