Ayer se cumplieron 125 años de la inauguración del emblemático Hospital del Milagro. La apertura fue con gran pompa en un predio que por entonces se encontraba en las afueras de la ciudad. El terreno había sido facilitado por la Provincia para que la Sociedad de Beneficencia construyera un nuevo nosocomio en reemplazo del vetusto Hospital Municipal que estaba donde hoy es el Colegio Belgrano. Además de inadecuado, se argumentó que ese viejo edificio no podía seguir en pie, estando tan cerca del Seminario y del futuro Palacio de Gobierno, hoy la Legislatura.
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Ayer se cumplieron 125 años de la inauguración del emblemático Hospital del Milagro. La apertura fue con gran pompa en un predio que por entonces se encontraba en las afueras de la ciudad. El terreno había sido facilitado por la Provincia para que la Sociedad de Beneficencia construyera un nuevo nosocomio en reemplazo del vetusto Hospital Municipal que estaba donde hoy es el Colegio Belgrano. Además de inadecuado, se argumentó que ese viejo edificio no podía seguir en pie, estando tan cerca del Seminario y del futuro Palacio de Gobierno, hoy la Legislatura.
Y así fue que en 1892, la Municipalidad de Salta confió a la Sociedad de Beneficencia la construcción del nuevo hospital según planos confeccionados por el ingeniero Fernando Solá y ejecutados por el arquitecto italiano Carlos Macchi. El 16 de septiembre de ese año se colocó la Piedra Fundamental que fue bendecida por monseñor Pablo Padilla y Bárcena. De inmediato comenzó la construcción a un ritmo que permitió que dos años y siete meses después, el nuevo hospital pudiese ser inaugurado, es decir el 14 de abril de 1895.
Su costo fue de $46.000, dinero que fue aportado por la Nación ($25.000), Provincia ($5.000), colecta popular ($6.882) y Sociedad de Beneficencia, presidida por doña Francisca Uriburu de Castro ($9.172). Pero hubo tambié
n otros aportes no dinerarios: don Federico Stuart donó una manzana de la finca La Cruz, para que con el producido de su loteo se amueblara el nuevo nosocomio. Y don Francisco Uriburu que obsequió cien camas de hierro.
La inauguración
La inauguración del Hospital del Milagro fue uno de los acontecimientos de mayor importancia ocurridos en Salta, a fines del siglo XIX. Y no era para menos. El nuevo edificio, construido según las últimas normas de la arquitectura hospitalaria, venía a cubrir una serísima carencia que la provincia tenía en materia de salud.
Y así fue que a poco que concluyeran las obras del nuevo hospital, el Gobierno de Salta presidido por don Delfín Leguizamón dejó constituida una comisión especial para que se ocupara de organizar los actos de inauguración. La integraron los señores Ángel Zerda, Baldomero Quijano, presbíteros Bernabé Piedrabuena y Gregorio Romero -luego obispos de Tucumán y Salta, respectivamente-, Emilio Sylvester, Ángel Sánchez, Victorino Solá, Carlos Costas y Tomás Maldonado. A ella se sumó una subcomisión ejecutiva con los señores Moisés Oliva, Enrique Sylvester, Benjamín Diez, Mariano Zorreguieta, Victorino Mollinedo, Luis Castro (h), Julio Niño, Carlos Serrey y José Soliverez.
Como dijimos, el acto central fue el 14 de abril de 1895. Ese día hubo misas, bendiciones y discursos, pero lo más emotivo, según cónicas de la época, fue el traslado de los enfermos por las calles desde el viejo nosocomio municipal, Mitre al 700, hasta el Hospital del Milagro. La mudanza se hizo en camillas que fueron portadas “por las más eminentes personalidades de Salta, en medio de una Guardia de Honor y escolta, integrada por alumnos de escuelas y colegios religiosos”. A partir de entonces y por muchos años, el Hospital del Milagro se constituyó por varias décadas, en el único establecimiento hospitalario de la provincia, donde se concentraron enfermos de la ciudad capital, del interior y hasta de naciones vecinas. Y ese mérito lo compartieron la Sociedad de Beneficencia, el cuerpo médico, la comunidad religiosa del Huerto, enfermeros y empleados, en una lucha sin cuartel, contra muchas enfermedades, algunas de ellas ya desaparecidas. Pasaron los años y en 1945 se celebró las Bodas de Oro del establecimiento que seguía bajo la tutela de la Sociedad de Beneficencia, presidida por entonces por doña Carmen Anzoátegui de Aráoz. Dirección de Tisiología y Enfermedades Infecciosas Transmisibles y cuyo jefe era el Dr. Salomón Koss.
Años después, en abril de 1970, el Hospital del Milagro celebró su 75 aniversario años de vida. Los actos fueron programados por la Dirección de Tisiología y Enfermedades Infecciosas. Luego de una misa rezada en la capilla del hospital para rogar por el personal fallecido, se realizó el acto central. En su transcurso se rindió homenaje a la última presidenta de la Sociedad de Beneficencia de Salta, doña Carmen Anzoátegui de Aráoz. Luego hablaron para referirse a las Bodas de Brillantes del establecimiento, el Dr. Agustín Rosa por los exdirectores, y finalmente el ministro de Bienestar Social de la Provincia, Dr. Hugo Destéfanis. La celebración concluyó con un brindis de honor servido en hall central del hospital.
Una lucha permanente
Hasta la inauguración del Policlínico San Bernardo ocurrida en los años 60 del siglo pasado, el Hospital del Milagro debió enfrentar con su cuerpo profesional los embates de numerosas enfermedades que asolaron la provincia. Entre otras, el coletazo de la fiebre española en 1918, y la poliomielitis en 1956, epidemia ésta que se llevó la vida de más de siete mil niños en todo el país, sin contar sus secuelas que aun son evidentes.
Los primeros alivios para el esforzado trabajo que realizaba el Hospital del Milagro, llegaron en los años 40 al inaugurarse la Asistencia Pública en Sarmiento y Belgrano, y el hospital Arenales para enfermos de tuberculosis. Y por supuesto, el gran alivio para el ya casi centenario nosocomio, fue en los años sesenta al inaugurarse el Policlínico San Bernardo. Obra iniciada en 1953, paralizada en 1955, reiniciada e inaugurada por el gobernador Bernardino Biella en la década de 1960.
Ahora, a 125 años de su inauguración, el hospital Señor del Milagro otra vez está al frente de la lucha contra una enfermedad que conmueve al mundo. Ahora, el laboratorio del nosocomio analiza casos de coronavirus y se denomina “Red de virus respiratorios, influenza y COVID-19”, al haber incorporado esta última enfermedad en el espectro de diagnósticos. Su actual director es el Dr. Juan José Esteban.
Palabras de la apertura del nosocomio
Tras las ceremonias religiosas, usaron de la palabra más de una docena de personalidades, entre ellas el gobernador Delfín Leguizamón y monseñor Padilla y Barcena. Al final se le entregó a la presidente de la Sociedad de Beneficencia, doña Francisca Uriburu de Castro, una medalla de oro y un pergamino recordatorio.