Además de ser entidades sin fines de lucro, muestran su costado solidario en tiempos difíciles en los que se requiere la ayuda y colaboración de todos los sectores. Los clubes deportivos salteños también tienden sus brazos a los trabajos preventivos frente a la pandemia del COVID-19 que arremete sin cesar contra el mundo.
En primer lugar, cabe aclarar que prácticamente todas las instituciones ofrecieron a los gobiernos provincial y municipal sus instalaciones para ser utilizadas por tareas sanitarias. Y otros que fueron más allá, como el club de básquet Sargento Cabral, cuyos integrantes fabricaron barbijos y los donaron en gran número, o Gimnasia y Tiro, que prestó sus carpas para extender los espacios hospitalarios, o como el club Zenta de Orán, que puso a sus jugadores a ayudar a las personas mayores, entre otros casos que se fueron multiplicando frente a la emergencia.
inicia sesión o regístrate.
Además de ser entidades sin fines de lucro, muestran su costado solidario en tiempos difíciles en los que se requiere la ayuda y colaboración de todos los sectores. Los clubes deportivos salteños también tienden sus brazos a los trabajos preventivos frente a la pandemia del COVID-19 que arremete sin cesar contra el mundo.
En primer lugar, cabe aclarar que prácticamente todas las instituciones ofrecieron a los gobiernos provincial y municipal sus instalaciones para ser utilizadas por tareas sanitarias. Y otros que fueron más allá, como el club de básquet Sargento Cabral, cuyos integrantes fabricaron barbijos y los donaron en gran número, o Gimnasia y Tiro, que prestó sus carpas para extender los espacios hospitalarios, o como el club Zenta de Orán, que puso a sus jugadores a ayudar a las personas mayores, entre otros casos que se fueron multiplicando frente a la emergencia.
En su humilde sede de calle Santiago del Estero al 1600, la familia que compone Sargento Cabral se propuso confeccionar barbijos para entidades públicas. “La iniciativa fue de las madres de los chicos del club. En diciembre nos donaron tela ecológica para realizar una fiesta de fin de año, nos sobró una gran cantidad y una mamá propuso hacer los barbijos. Los dirigentes nos sumamos, se repartieron como diez metros para cada uno y los trabajos fueron individuales, en sus casas respetando la cuarentena”, contó Víctor Rivero, el presidente del club.
Los más de 300 barbijos fabricados fueron destinados a varias comisarías, entre ellas la Quinta, y centros de salud.
“Se los desinfectaba y se armaban los paquetitos, la señora Cecilia coordinó las tareas con otras madres”, agregó el dirigente
Sargento Cabral, que tiene solo básquet como disciplina deportiva, cumplirá 70 años en julio y cuenta con 70 jugadores en todas sus divisiones.
Gimnasia y Tiro, por su parte, prestó las carpas que suelen usar para algunos eventos. Se trata de lonas de 9 metros que se montan sobre caño estructural y que fueron instaladas en el acceso del Hospital Materno Infantil. “Ofrecimos oportunamente nuestras sedes por la ubicación e infraestructura para lo que las autoridades necesiten, y en los últimos días prestamos las carpas que tenemos en Altos de Medeiro y las facilitamos para un hospital”, expresó Marcelo Mentesana, el titular del club albo.
Estas carpas, que fueron trasladas por personal del club y del Ejército, le permiten al nosocomio hacer una contención en el ingreso, en las cuales se separan a los pacientes, tras un acuerdo entre Mentesana y la directora del hospital Ana Inés Reartes.
Los casos de solidaridad se multiplican con otras instituciones. Los Cachorros, en la zona sur, también ofreció su predio como lugar estratégico para repartir comida o insumos por parte de los organismos municipales y provinciales, según explicó el presidente Raúl Sardinas. Lo mismo sucede con las entidades en zona norte.
En el interior, también es loable el plan del club Zenta, que se puso al servicio de las personas mayores. Este grupo integrado por unos 20 rugbiers está activo desde que se ordenó el aislamiento social obligatorio, con la finalidad de asistir a las personas de alto riesgo. Según contó uno de los entrenadores, Maximiliano Peiró, el club reunió a estos voluntarios para realizar tareas en conjunto con el área social de la Municipalidad de Orán, para entregar módulos alimentarios para personas de la tercera edad. “Van a los domicilios en vehículos particulares y entregan estos módulos”, dijo el entrenador.
Los clubes locales forman de esta manera un solo equipo contra un mismo rival.