La crisis económica que se agravó por la pandemia del COVID-19 y las medidas de aislamiento que se dispusieron para enfrentar a la enfermedad del coronavirus dejó al borde del quebranto a la mayoría de las empresas industriales del norte argentino.
inicia sesión o regístrate.
La crisis económica que se agravó por la pandemia del COVID-19 y las medidas de aislamiento que se dispusieron para enfrentar a la enfermedad del coronavirus dejó al borde del quebranto a la mayoría de las empresas industriales del norte argentino.
Así como no es lo mismo el impacto del parate obligatorio de las actividades en las industrias del centro del país que en las provincias más alejadas de los puertos, donde el golpe es más fuerte, las soluciones o paliativos a esa contingencia no pueden ser iguales.
Con esa premisa y a la espera de respuestas federales a la problemática que atraviesan, los y las titulares de las distintas instituciones que agrupan a las empresas industriales en el NOA y en el NEA solicitaron una audiencia con el presidente Alberto Fernández.
Los dirigentes mantuvieron una reunión por teleconferencia el viernes pasado con el presidente de la Unión Industrial de la Argentina, Miguel Acevedo, en la que expusieron la gravedad de la situación que están atravesando.
"Esta crisis nos golpeó muy duro. Las industrias estamos haciendo muchos esfuerzos para sobrevivir y mantener a nuestros empleados, que son lo más importante. Vemos que las medidas del Gobierno no llegan a esta región y es por eso que junto a las uniones industriales del norte solicitamos una reunión con el presidente para ponerlo al día de la situación que estamos transitando", resumió a El Tribuno la presidenta de la Unión Industrial de Salta, Paula Bibini.
Los representantes de las empresas industriales de estas latitudes no solo están preocupadas por los efectos a corto plazo de la cuarentena por el coronavirus, que ya son "insostenibles", como advirtieron en un comunicado tras las reunión con Acevedo. También miran con gran preocupación al "día después" de las medidas de aislamiento.
"Las implicancias de esta situación crítica van a ser más visibles con posterioridad a la cuarentena y la emergencia sanitaria. Visto desde nuestras tierras, no sabemos cuándo ni cómo se reactivará la economía regional y nacional, por lo cual el panorama de tener que cumplir con un sinfín de obligaciones junto a una crisis en las ventas nunca antes registrada, nos coloca en una alternativa impiadosa", señalaron en un parte de prensa.
"En estas circunstancias, la encrucijada se presenta por un lado en sostener la operación de las empresas manteniendo los puestos de trabajo, o en cumplir con el sinfín de obligaciones impositivas. Para ser más claros, debemos elegir entre dar cumplimiento a pagar los impuestos, o dar cumplimiento en sostener los puestos de trabajo. Ambas opciones tienen como consecuencia directa un gran impacto negativo en la región NOA y NEA", alertaron los dirigentes empresariales como un adelanto del planteo que llevarán ante el presidente, si es que los atiende.
Aclararon, además, que las medidas de asistencia crediticia y financiamiento instrumentadas por la Nación "no impactaron en las empresas en la medida que se esperaba". Según, los datos sectoriales apenas un 5% de las industrias radicadas en el NOA y NEA pudieron acceder a los planes de ayuda.
Pedidos especiales
Tras el pedido de audiencia al primer mandatario argentino, desde las uniones industriales norteñas acordaron una serie de pedidos para poder sobrellevar lo mejor posible la crisis que atraviesan.
Solicitarán el diferimiento del pago de impuestos por el término de un año (tributarios, aduaneros, de la seguridad social, y de planes de pagos vigentes en AFIP), correspondientes a los próximos 3 meses, o mientras dure la emergencia sanitaria.
Sobre esa postergación en sus obligaciones piden una tasa de interés similar a la financiación hasta el momento de la nueva cancelación.
La cuarentena dispuesta por el Gobierno nacional a causa de la pandemia generada por el coronavirus modificó severamente la actividad de las empresas desatando una situación que resulta insostenible en el corto plazo para las regiones del NOA y NEA. Esta caída de actividades nunca vista agravó la crisis económica que el país venia atravesando, y potenció el fuerte desequilibrio territorial que sufren estructuralmente las provincias del norte argentino.