El gerente del Hospital Público Materno Infantil (HPMI), Federico Mangione, manifestó que son seguros los equipos que confeccionan en este centro sanitario desde mediados de marzo para los profesionales que tengan que atender a personas infectadas por COVID-19.
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El gerente del Hospital Público Materno Infantil (HPMI), Federico Mangione, manifestó que son seguros los equipos que confeccionan en este centro sanitario desde mediados de marzo para los profesionales que tengan que atender a personas infectadas por COVID-19.
"Demostramos que son de mucha mejor categoría y mejor preparados que los que facilita el Ministerio (de Salud Pública), que son certificados por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica)", planteó el médico, luego de visitar los talleres de costura con funcionarios del Gobierno provincial.
La semana pasada se conoció un memorándum de la cartera de Salud Pública que planteaba que solo responderían por los elementos de protección personal (EPP) distribuidos por ellos y que tuvieran certificación de Anmat. Este decía que, si se usaran otros equipos, la responsabilidad recaería sobre los gerentes y/o los trabajadores.
Tras este comunicado, que generó protestas de los empleados de salud -muchos de los cuales laboran por medio de contratos-, el gobernador, Gustavo Sáenz; la ministra de Salud Pública, Josefina Medrano, y los gerentes de los hospitales de Capital decidieron conformar una comisión para avalar la ropa que fabrican los nosocomios, ante la evidente falta de insumos de protección.
Mangione aseguró que los equipos que confeccionan ellos son "de última generación y primerísima categoría". Tomaron los modelos del Ejército y desde La Plata, Neuquén y Rosario se los pidieron para imitarlos.
El HPMI proveyó EPP a varios hospitales de la provincia, como el Dr. Arturo Oñativia, el San Bernardo, el Dr. Miguel Ragone y el de Cachi, y a los centros de salud del área operativa norte.
El gerente mencionó que el memorándum del Ministerio "fue un golpe bajo" para todos los gerentes, porque los trabajadores acudieron a ellos preocupados y asustados, porque consideraban que los insumos provistos por las autoridades no eran los adecuados para atender el nuevo coronavirus.
Distintos niveles
Mangione explicó que en el HPMI confeccionan equipos que brindan distintos niveles de protección.
Los de nivel 1, que son aquellos que provee el Ministerio de Salud Pública, consisten en un camisolín delgado que lleva un par de guantes, un barbijo y una cofia. Se destinan para la atención de pacientes que no tienen mucho riesgo.
Los de nivel 2 son para el personal que atiende COVID-19, que incluye camisolines largos, botas y barbijos hidrorrepelentes, cofia y protector facial.
Los de nivel 3 son aquellos que usa el personal que asiste a pacientes con COVID-19 que están en estado grave, en terapia intensiva o en quirófano, cuya atención demanda contacto estrecho por parte del personal. Estos incluyen mamelucos blancos, con antiparras, barbijo N95 y botas de goma y son reutilizables porque se pueden lavar.
"Dos hospitales en uno"
Mangione aseguró que en el hospital están "muy bien preparados" y comentó que crearon un sistema de esterilización y limpieza con mochilas como las que se usan para fumigar, que se cargan con un desinfectante que mata el virus en un minuto y no es tan irritante como la lavandina. Cinco personas se encargan de aplicar este producto en el hospital y alrededores.
El gerente expresó que desde hace más de 40 días trabajan sin descanso -sábados y domingos inclusive- para prepararse para atender casos de COVID-19. Comentó que se dividió el hospital en dos partes, para evitar que se mezclen los infectados con aquellos que no lo están. "Son dos hospitales en uno", graficó y aseguró que cumplen con todas las normas de bioseguridad y estándares mundiales.
El vicepresidente de la Asociación de Profesionales del HPMI (Aspromin) y secretario gremial de la Interhospitalaria, Justino Ustárez, aseguró que los trabajadores tienen el equipamiento adecuado, que se hizo con fondos del hospital, pero observó que este no es suficiente para hacer frente a un gran aumento de casos. El dirigente reconoció que desde el 18 de marzo se tomaron las medidas de higiene y de distanciamiento social recomendadas y que se capacitó a todos los sectores ante la posible llegada personas infectadas con COVID-19. Señaló que atienden urgencias y que solo permiten ingresar a las madres con los niños.
Valoró que cuentan con profesionales con mucha capacidad y trayectoria, como el médico epidemiólogo Alberto Gentile, quien fue contratado este año, y la médica infectóloga Irma Falco, quien es responsable de la Unidad de Gestión Epidemiología e Infectología del área operativa norte. Ambos conforman el comité de crisis de esta área operativa, al que asesoran de manera permanente.
"Viene para quedarse"
Si bien en la actualidad en Salta hay cuatro casos confirmados que son importados, Mangione advirtió que es probable que aparezcan en algún momento casos autóctonos: "Esto va a depender de la gente. Les suplico e imploro que cumplan a rajatabla la cuarentena y lo que se les pide porque es lo único que nos puede salvar y nos puede dar tiempo para brindar atención necesaria a cada paciente que se descompense".
El gerente aseguró que "este es un virus que viene para quedarse". Por eso, planean para las próximas semanas reorganizar la forma de atención para garantizar que haya distanciamiento social y las condiciones de bioseguridad necesarias para evitar la transmisión. Lo más probable es que se brinden turnos telefónicos, lo que será informado oportunamente.
En cuanto a las urgencias, manifestó que mejoraron la atención en los centros de salud para que respondan a todas las patologías que son de bajo riesgo y lleguen al hospital solo las más complicadas: "Esto nos permite trabajar con mayor eficiencia y calidad".
Asuntos gremiales
Ustarez comentó que pidieron audiencia a la ministra de Salud Pública a raíz de las renuncias a las horas guardia de profesionales del hospital de Joaquín V. González y se solidarizó con los colegas de otros nosocomios.
El médico evaluó que esta pandemia desnudó la realidad: “Desde hace mucho tiempo, el gremio lucha contra la privatización de la salud pública, el desmantelamiento y la falta de infraestructura, personal e insumos”.
Recordó el pedido histórico de pase a planta de cientos de trabajadores: “Los médicos exponemos nuestras vidas y debemos ser remunerados por eso”.
Mangione aseguró que uno de los objetivos del Gobierno es tratar de dar estabilidad laboral a estas personas: “La instrucción que me dio el gobernador es tratar de corregir algunas irregularidades de hace mucho tiempo y blanquear su situación”.