Como siempre, la polémica se hizo presente una vez más en Tartagal, ciudad donde las protestas, cortes de ruta e incidentes varios no dejan de ser noticia provincial y, a veces, de orden nacional.
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Como siempre, la polémica se hizo presente una vez más en Tartagal, ciudad donde las protestas, cortes de ruta e incidentes varios no dejan de ser noticia provincial y, a veces, de orden nacional.
Ahora se trata de una denuncia radicada ante el Inadi por la dirigente aborigen Octorina Zamora, en defensa de los niños de comunidades originarias que están internados en el Centro de Recuperación Nutricional del hospital Perón de Tartagal.
Como se sabe, el Inadi tramita causas contra la discriminación, que es justamente lo que aduce Zamora en su denuncia, donde explica que los niños estaban antes en un sector de habitaciones con baño privado de la planta baja y ahora fueron trasladados a un salón del segundo piso, donde hay 12 camas en un solo cuarto grande, que cuenta con un solo baño.
En su exposición, la dirigente originaria relata que en ese sector hay niños saliendo de estados de extrema vulnerabilidad, que de a poco se recuperan y no resulta conveniente, bajo ningún punto de vista, agruparlos con otros chicos que pueden tener otras patologías, como tuberculosis, por ejemplo.
Lo cierto es que el caso se hizo público en esta ciudad norteña, no solo en medio de la pandemia de coronavirus, sino cuando tiene plena vigencia todavía el estado de emergencia sociosanitaria dictado por el Gobierno provincial al conocerse las muertes de varios chicos aborígenes desde principios de año en la zona de Santa Victoria Este, jurisdicción del departamento Rivadavia, uno de los más extensos y mas pobres de Salta.
Lo que dice el hospital
Consultado al respecto, el gerente general del nosocomio tartagalense, Juan Ramón López, justificó la medida en la necesidad de habilitar una guardia pediátrica en un lugar donde se contaba con un solo servicio de este tipo, donde llegan tanto chicos con fiebre como adultos accidentados, lo que termina siendo otro riesgo para los chicos y les causan visiones traumáticas.
López explicó que el nuevo sector de guardia pediátrica funcionará efectivamente donde estaba el centro de recuperación nutricional, donde hay actualmente siete chicos internados. "Ahora están en un salón del segundo piso, donde originalmente estaba pensado instalar una Unidad de Terapia Intensiva Infantil, que por ahora no se puede solventar".
El médico agregó que "ahora los chicos que lleguen a la guardia, a partir de la semana que viene, tendrán un lugar específico para ellos, más limpio, más tranquilo, donde contarán con todas la comodidades". Respecto de las enfermedades asociadas que presentan los niños que están en el Centro de Recuperación Nutricional , López reconoció que hay uno con tuberculosis, pero en el acto aclaró que el salón "donde están ahora es espacioso, las camitas están separadas y no corren riesgo de contagios de otras patologías como el COVID-19".
El director del hospital dijo también que aunque parezca increíble, siguen llegando chicos aborígenes sin una sola vacuna puesta, lo que por supuesto complica el accionar del personal médico y de enfermería que los atiende. Y repitió que donde están ahora siguen contando con la misma cantidad de profesionales y enfermeros que antes.
Llamó la atención a este medio que personal hospitalario se negara terminantemente a dejar pasar al fotógrafo de la Agencia Tartagal para documentar las palabras del gerente general.