¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

22°
25 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Mi familia está más cerca de Boca que de River”    

Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, aclaró que no tiene mejor relación con el millonario. “No es fácil cambiar la cultura de que en todo hay trampa”. 
Martes, 07 de abril de 2020 02:30

Aunque las finales de Boca y River en la Copa Libertadores ya son historia, el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, volvió a defenderse de las sospechas de los hinchas en general, pero especialmente de los xeneizes.
“Mi relación familiar y personal está mucho más cerca de Boca, aunque eso no me hace de ese club ni de River. Lo que pasa es que mi padre (Osvaldo Domínguez Dibb, que fue presidente de Olimpia, de Paraguay) y Alberto J. Armando eran compadres. Mis padres fueron sus padrinos de casamiento”, le contó Domínguez al diario Olé en una videoconferencia desde Paraguay, donde está pasando su cuarentena.
“Además Armando era padrino de mi hermano menor, Emilio. Y también me une una amistad con muchos dirigentes de Boca. Lo que pasó en aquella final de la Libertadores de 2018 fue que era histórica y se dijeron muchas cosas porque los directivos tienen distintas maneras de accionar y pensaron que con esa presión iban a conseguir alguna ventaja”, recordó.
En otro tramo de la charla indicó que Argentina “es un país hermoso, una potencia a nivel selecciones y clubes, y las potencias siempre exigen un trato de potencia. También es cierto que la gente en Argentina y en el resto de Sudamérica tiene la memoria muy fresca con la Conmebol del pasado. Y sobre todo si reconocemos que el señor Julio Grondona tenía mucho poder y entonces hacen la relación de Argentina-Grondona-Conmebol. Y por eso todavía les cuesta creer que eso es parte del pasado y que yo no comulgué ni comulgo con eso. Acá no hay preferencias para nadie, para ningún país, y me remito a las hechos, porque a veces hace falta. Paraguay, si le hubiera ganado a Venezuela en 2018 iba al Mundial de Rusia, y se jugó con las suspicacias”, alegó. “Pero mi origen es el club Olimpia, y sin embargo participa como un club más en las competencias. Acá todo es trasparente, el presupuesto aprobado ya está en la página de la Conmebol, y se pueden saber los números auditados. Hay un sistema que muestra cada dólar que entra y sale”, remarcó.
Domínguez admitió que va “a llevar un tiempo, pero la gente ya se está dando cuenta en la Argentina que se está cambiando. Aunque entiendo que va a ser un tema que va llevar un poco más de tiempo”, reconoció.
“La verdad es que no me puse a pensar si me quieren o no. Soy hombre del fútbol y estoy acostumbrado. Cuando uno gana es el mejor dirigente y cuando pierde es el peor. Hay que reconocer eso, llevo años en el fútbol. Conozco la cultura también de los dirigientes que quieren utilizar la opinión pública y la presión para ver si logran torcer, a eso me refería un poco con que es la cultura del pasado; tratar de ejercer presión de cualquier forma a veces para ver si consiguen un resultado. Lamentablemente a veces el público se traga estas mentiras, los dirigentes no asumen su responsabilidad y generan ese clima hostil para ver si sacan ventaja”, añadió.
En el mismo sentido habló de los cambios que produjo el antidoping: “Esto cambia el fútbol en el mundo, posteriormente avanzan los controles y evoluciona el deporte y no es tan fácil cambiar la cultura y la idea de que en todo hay trampa, lleva su tiempo”.
 

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Aunque las finales de Boca y River en la Copa Libertadores ya son historia, el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, volvió a defenderse de las sospechas de los hinchas en general, pero especialmente de los xeneizes.
“Mi relación familiar y personal está mucho más cerca de Boca, aunque eso no me hace de ese club ni de River. Lo que pasa es que mi padre (Osvaldo Domínguez Dibb, que fue presidente de Olimpia, de Paraguay) y Alberto J. Armando eran compadres. Mis padres fueron sus padrinos de casamiento”, le contó Domínguez al diario Olé en una videoconferencia desde Paraguay, donde está pasando su cuarentena.
“Además Armando era padrino de mi hermano menor, Emilio. Y también me une una amistad con muchos dirigentes de Boca. Lo que pasó en aquella final de la Libertadores de 2018 fue que era histórica y se dijeron muchas cosas porque los directivos tienen distintas maneras de accionar y pensaron que con esa presión iban a conseguir alguna ventaja”, recordó.
En otro tramo de la charla indicó que Argentina “es un país hermoso, una potencia a nivel selecciones y clubes, y las potencias siempre exigen un trato de potencia. También es cierto que la gente en Argentina y en el resto de Sudamérica tiene la memoria muy fresca con la Conmebol del pasado. Y sobre todo si reconocemos que el señor Julio Grondona tenía mucho poder y entonces hacen la relación de Argentina-Grondona-Conmebol. Y por eso todavía les cuesta creer que eso es parte del pasado y que yo no comulgué ni comulgo con eso. Acá no hay preferencias para nadie, para ningún país, y me remito a las hechos, porque a veces hace falta. Paraguay, si le hubiera ganado a Venezuela en 2018 iba al Mundial de Rusia, y se jugó con las suspicacias”, alegó. “Pero mi origen es el club Olimpia, y sin embargo participa como un club más en las competencias. Acá todo es trasparente, el presupuesto aprobado ya está en la página de la Conmebol, y se pueden saber los números auditados. Hay un sistema que muestra cada dólar que entra y sale”, remarcó.
Domínguez admitió que va “a llevar un tiempo, pero la gente ya se está dando cuenta en la Argentina que se está cambiando. Aunque entiendo que va a ser un tema que va llevar un poco más de tiempo”, reconoció.
“La verdad es que no me puse a pensar si me quieren o no. Soy hombre del fútbol y estoy acostumbrado. Cuando uno gana es el mejor dirigente y cuando pierde es el peor. Hay que reconocer eso, llevo años en el fútbol. Conozco la cultura también de los dirigientes que quieren utilizar la opinión pública y la presión para ver si logran torcer, a eso me refería un poco con que es la cultura del pasado; tratar de ejercer presión de cualquier forma a veces para ver si consiguen un resultado. Lamentablemente a veces el público se traga estas mentiras, los dirigentes no asumen su responsabilidad y generan ese clima hostil para ver si sacan ventaja”, añadió.
En el mismo sentido habló de los cambios que produjo el antidoping: “Esto cambia el fútbol en el mundo, posteriormente avanzan los controles y evoluciona el deporte y no es tan fácil cambiar la cultura y la idea de que en todo hay trampa, lleva su tiempo”.
 

PUBLICIDAD