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El silencio estigmatiza

Martes, 07 de abril de 2020 02:30

La pregunta era simple: ¿Está Matías Adet sano para regresar a su casa e incluso salir a la calle? Las autoridades del Ministerio de Salud Pública decidieron no responderla. Dicen que hubo una fuerte discusión de varios funcionarios y profesionales sobre si la cartera sanitaria comunicaba algo oficial o mantenía silencio sobre el alta médica del paciente cero para coronavirus en Salta. Ganó lo segundo.

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La pregunta era simple: ¿Está Matías Adet sano para regresar a su casa e incluso salir a la calle? Las autoridades del Ministerio de Salud Pública decidieron no responderla. Dicen que hubo una fuerte discusión de varios funcionarios y profesionales sobre si la cartera sanitaria comunicaba algo oficial o mantenía silencio sobre el alta médica del paciente cero para coronavirus en Salta. Ganó lo segundo.

La historia clínica es siempre parte de la intimidad del paciente. Lo dice la ley y los médicos la respetan.

Sin embargo, como toda ley, puede ser sorteada ante situaciones de excepción. Esa intimidad que implica la historia clínica puede ser removida o dejada de lado por orden de una autoridad competente que tenga causas debidamente justificadas para hacerlo. Y ese bien superior es, sin dudas, la seguridad sanitaria de la población; pero también lo es la tranquilidad social y la no estigmatización.

La de ayer era una situación de excepción.

Apenas se supo que el paciente cero había sido dado de alta muchos ciudadanos -y también medios de comunicación- quisieron conocer su situación sanitaria, no por curiosidad ni por violar su intimidad, sino más bien porque existe una mezcla de temor e inquietud social que debe ser exorcizada con una voz oficial clara y contundente sobre lo que sucede.

El Ministerio de Salud Pública optó por el silencio, una actitud que contribuyó a ensanchar las dudas y los temores de la población. Una buena noticia -la recuperación de un paciente afectado por un terrible virus- se transformó en un pésimo rumor.

Pero no solo eso. El silencio dejó abierta la puerta para actos de mayor estigmatización contra quien recién salía de la enfermedad, principalmente por el temor a "¿qué pasa si lo cruzo en la calle?".

Ayer, como en todo este tiempo de pandemia, era una excepción y había que informar. Raro cometer semejante error para un gobierno que viene mostrando certeros y coherentes pasos ante la pandemia.

 

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