ATE, liderado por el dirigente de la departamental San Martín Fermín Hoyos, exige un 35% de aumento al básico, pero el municipio ofrece el 30 por ciento, según precisó el intendente Rubén Méndez, quien lamentó "que no hayamos llegado aún a un acuerdo, y si bien la conciliación obligatoria hará que los empleados vuelvan a trabajar tendremos que hacer todas las reuniones que sean necesarias hasta acercar posiciones. El gremio exige el 35 por ciento, con el argumento de que Tartagal otorgó ese aumento, pero es una cuestión de sentido común que Salvador Mazza no maneja los recursos que tiene Tartagal, que es un municipio grande. Nosotros estamos pasando uno de los peores momentos, porque al ser municipio de frontera las restricciones han hecho que directamente todo repercuta en los recursos".
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ATE, liderado por el dirigente de la departamental San Martín Fermín Hoyos, exige un 35% de aumento al básico, pero el municipio ofrece el 30 por ciento, según precisó el intendente Rubén Méndez, quien lamentó "que no hayamos llegado aún a un acuerdo, y si bien la conciliación obligatoria hará que los empleados vuelvan a trabajar tendremos que hacer todas las reuniones que sean necesarias hasta acercar posiciones. El gremio exige el 35 por ciento, con el argumento de que Tartagal otorgó ese aumento, pero es una cuestión de sentido común que Salvador Mazza no maneja los recursos que tiene Tartagal, que es un municipio grande. Nosotros estamos pasando uno de los peores momentos, porque al ser municipio de frontera las restricciones han hecho que directamente todo repercuta en los recursos".
El intendente explicó: "Como es de conocimiento público, los recursos genuinos en este municipio provienen del comercio de frontera, el más afectado desde hace dos meses por el tema de la pandemia. Si bien por el puente internacional pasan los camiones, todos vienen precintados desde las grandes fábricas y pasan de largo por Salvador Mazza; a nosotros no nos queda un centavo porque acá no tributan ni un solo impuesto" aseguró.
Méndez finalmente precisó que "nos preocupa que haya paros, movilizaciones y ese tipo de manifestaciones porque no es momento de bajar la guardia en cuanto a la pandemia; cruzando el puente las restricciones son muy fuertes, porque justamente hay varias ciudades de Bolivia, como Yacuiba y Villamontes, que han presentado casos que fueron mortales. Ojalá que la gente de los gremios entienda que movilizar a la gente es ponerlos en riesgo de vida", consideró.
La falta de actividad que tienen los grandes comerciantes, que para paliar la crisis optaron por dedicarse al comercio minorista, es un detalle si se lo compara con la verdadera preocupación que tiene la frontera: el dengue, que ya ha colapsado al hospital local, con casos que se presentan todos los días y prácticamente en todos los barrios.