Se encendió una alarma en la Casa de Salta, en Ciudad de Buenos Aires, luego de que un joven salteño fue a esa delegación a realizar un trámite relacionado con el Instituto Provincial de la Salud (IPS) y luego se conoció que dio positivo por COVID-19.
El joven, de 20 años, tuvo contacto con dos empleadas de la obra social que atienden en la dependencia del Gobierno de Salta en Capital Federal y se les ordenó aislamiento hasta que se pueda establecer si es que fueron contagiadas con la enfermedad del coronavirus.
El salteño estuvo en la Casa de Salta el martes pasado y al día siguiente se informó que se encontraba internado en el hospital Naval de Buenos Aires con COVID-19. Desde el nosocomio hablaron al IPS y ese organismo dio el alerta a las autoridades de la oficina porteña.
Martín Plaza, administrador de Casa de Salta, decidió el mismo miércoles el cierre de la oficina a su cargo, ubicada en la avenida Roque Sáenz Peña 933, a una cuadra del Obelisco, hasta el lunes próximo. Ordenó, además, la desinfección del edificio.
En diálogo con El Tribuno, el funcionario provincial explicó que gracias a que la atención al público está reducida y la mayoría de los trabajos se realizan de manera remota, el paciente contagiado solo habría tenido contacto con las dos trabajadoras del IPS.
Dijo que son jóvenes, no se encuentran dentro de los grupos de riesgo y fueron informadas por un equipo sanitario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre las medidas de aislamiento que deben acatar y que están cumpliendo en sus domicilios.
Señaló que el lunes se les realizarían los test correspondientes para confirmar o descartar la infección con el virus.
“En las imágenes de las cámaras de vigilancia que tenemos en la oficina se puede ver que el joven fue con barbijo, utilizó alcohol en gel y las empleadas también actuaron con el distanciamiento que corresponde. El contacto fue mínimo”, explicó Plaza.
Contó que se comunicó por teléfono con el paciente quien permanece internado y se encuentra sin complicaciones ya que es asintomático. Dijo que se seguirá su evolución junto al IPS y se lo asistirá en el caso que así lo requiera.
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Se encendió una alarma en la Casa de Salta, en Ciudad de Buenos Aires, luego de que un joven salteño fue a esa delegación a realizar un trámite relacionado con el Instituto Provincial de la Salud (IPS) y luego se conoció que dio positivo por COVID-19.
El joven, de 20 años, tuvo contacto con dos empleadas de la obra social que atienden en la dependencia del Gobierno de Salta en Capital Federal y se les ordenó aislamiento hasta que se pueda establecer si es que fueron contagiadas con la enfermedad del coronavirus.
El salteño estuvo en la Casa de Salta el martes pasado y al día siguiente se informó que se encontraba internado en el hospital Naval de Buenos Aires con COVID-19. Desde el nosocomio hablaron al IPS y ese organismo dio el alerta a las autoridades de la oficina porteña.
Martín Plaza, administrador de Casa de Salta, decidió el mismo miércoles el cierre de la oficina a su cargo, ubicada en la avenida Roque Sáenz Peña 933, a una cuadra del Obelisco, hasta el lunes próximo. Ordenó, además, la desinfección del edificio.
En diálogo con El Tribuno, el funcionario provincial explicó que gracias a que la atención al público está reducida y la mayoría de los trabajos se realizan de manera remota, el paciente contagiado solo habría tenido contacto con las dos trabajadoras del IPS.
Dijo que son jóvenes, no se encuentran dentro de los grupos de riesgo y fueron informadas por un equipo sanitario del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sobre las medidas de aislamiento que deben acatar y que están cumpliendo en sus domicilios.
Señaló que el lunes se les realizarían los test correspondientes para confirmar o descartar la infección con el virus.
“En las imágenes de las cámaras de vigilancia que tenemos en la oficina se puede ver que el joven fue con barbijo, utilizó alcohol en gel y las empleadas también actuaron con el distanciamiento que corresponde. El contacto fue mínimo”, explicó Plaza.
Contó que se comunicó por teléfono con el paciente quien permanece internado y se encuentra sin complicaciones ya que es asintomático. Dijo que se seguirá su evolución junto al IPS y se lo asistirá en el caso que así lo requiera.
En Casa de Salta hay unos 45 trabajadores, pero desde que se implementaron las medidas de aislamiento por la pandemia, la asistencia del personal al lugar se reduce a tres o cuatro personas y en turnos rotativos, según detalló Plaza, quien ahora se encuentra en la capital salteña, porque pertenece al grupo de personas más vulnerables al COVID-19.
Denuncia en las redes
Tras la publicación en internet de la noticia del cierre de la Casa de Salta, surgió en redes sociales un comentario de la supuesta pareja de una de las trabajadoras aisladas.
“La hacían concurrir a trabajar, sin garantizar los cuidados mínimos e indispensables para garantizar la salud suya y la de su compañera, lease elementos de protección y cuidado, y además todo esto se producía en complicidad y ausencia del personal jerárquico. Por acción y omisión de ellos hoy ponen en juego la vida de un niño de dos años”, dice el comentario del hombre.
A todo esto, ayer, desde la Dirección General de Coordinación Epidemiológica de la Provincia, se informó que fueron realizados 1.835 estudios por COVID-19 en Salta desde el inicio de la pandemia, de los que 1.828 tienen resultados negativos y se mantienen siete confirmados.
De los siete casos confirmados, cuatro están recuperados y tres permanecen con análisis positivo para coronavirus, asintomáticos y asistidos e internados en el hospital Papa Francisco.