Un verdadero caos de vehículos hubo ayer por la mañana en la zona de la rotonda del colegio San Pablo, por los controles policiales que quitaron fluidez al abundante tránsito e hicieron que muchos conductores tuvieran que estar varados hasta más de media hora.
El anuncio de la apertura de comercios, la mayor cantidad de actividades exceptuadas, la falta de servicio de colectivos y los controles policiales se convirtieron en un combo terrible.
Es que en la avenida Perón se juntaron los vehículos que bajaban de San Lorenzo con los que venían por la circunvalación oeste con dirección al centro. Una vez que ellos llegaban a la rotonda se daban con el semáforo y con tres retenes policiales: con dirección al Gran Bourg, al templete a San Cayetano y a la avenida Arenales.
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Un verdadero caos de vehículos hubo ayer por la mañana en la zona de la rotonda del colegio San Pablo, por los controles policiales que quitaron fluidez al abundante tránsito e hicieron que muchos conductores tuvieran que estar varados hasta más de media hora.
El anuncio de la apertura de comercios, la mayor cantidad de actividades exceptuadas, la falta de servicio de colectivos y los controles policiales se convirtieron en un combo terrible.
Es que en la avenida Perón se juntaron los vehículos que bajaban de San Lorenzo con los que venían por la circunvalación oeste con dirección al centro. Una vez que ellos llegaban a la rotonda se daban con el semáforo y con tres retenes policiales: con dirección al Gran Bourg, al templete a San Cayetano y a la avenida Arenales.
Esta situación solo generó caos, descontrol, desorganización y enojo. “Respeto a los policías porque la verdad que cumplieron muy bien con el trabajo, pero se dijo que estos controles no iban a estar. Es increíble la cantidad de autos que están esperando para ser controlados. Debería haber avisado de esto”, señaló un conductor que envió un video vía WhatsApp a la redacción de este diario. Señalaron que muchos esperaron más de media hora para poder avanzar.