En la Casona de Castañares, las viejas paredes de adobe volvieron a vibrar. Los acordes de la zamba “La Chocolate Saravia” se hicieron sentir en los campos, por donde Manuel Belgrano logró ingresar a la Ciudad de Salta, en 1813, para combatir en la lucha de la Independencia. La letra de la zamba fue obra de Antonio Nella Castro y la música de José Juan Botelli. Fue el hijo de este último quién tuvo la tremenda responsabilidad de darle vida a estos acordes.
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En la Casona de Castañares, las viejas paredes de adobe volvieron a vibrar. Los acordes de la zamba “La Chocolate Saravia” se hicieron sentir en los campos, por donde Manuel Belgrano logró ingresar a la Ciudad de Salta, en 1813, para combatir en la lucha de la Independencia. La letra de la zamba fue obra de Antonio Nella Castro y la música de José Juan Botelli. Fue el hijo de este último quién tuvo la tremenda responsabilidad de darle vida a estos acordes.
En diálogo con El Tribuno, Arturo Botelli, músico, destacó la importancia de esta historia. “Este fue un trabajo fantástico porque hicimos primero la grabación en un estudio, con el acompañamiento en bombo de Sergio De Ugarriza, y el aporte de Fernando Subelza. Después se armó toda la puesta en escena en la Casona de Castañares”, contó Botelli en su encuentro con este medio, que tuvo la dicha que contar entre sus miembros su padre, el inolvidable Coco Botelli. “Lo más lindo fue cantar esta zamba de mi viejo con la historia de Nella Castro. Es una zamba que no se había grabado nunca y que cuenta la historia de Chocolate Saravia, el hombre que disfrazado logró incluso observar el movimiento de las fuerzas realistas, y colaborar en la formación de nuestro país”, expresó Arturo en diálogo con este medio. Mariana Carrizo estuvo presente en la documental que lleva adelante el IMD.
Fue la encargada de personificar la “Victoria”, en el Cabildo, luego de que Belgrano triunfara en Tucumán y fue designado gobernador de Salta. También interpretó “Vidala para mi sombra”. La dirección en esta escena fue de Noelia Carrizo, y se trabajó primero la grabación en estudio de audio y al acto seguido el rodaje en el Cabildo, donde Mariana destacó que “la magia se creó en medio del arte”.