Los primeros días de este mes se dio a conocer a través de El Tribuno la situación desesperante que estaba atravesando Dalila Rodríguez, de 28 años, quien tiene cinco hijos menores y logró escapar de la violencia de género que sufría en Tucumán.
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Los primeros días de este mes se dio a conocer a través de El Tribuno la situación desesperante que estaba atravesando Dalila Rodríguez, de 28 años, quien tiene cinco hijos menores y logró escapar de la violencia de género que sufría en Tucumán.
La mujer hizo reiteradas denuncias contra su expareja por maltrato, pero la policía tucumana nunca hizo nada.
Con la ayuda de su madre, doña Mercedes Díaz (62), oriunda del paraje San Lorenzo, ubicado en Rosario de la Frontera, se instalaron en Antillas con la esperanza de empezar una nueva vida.
La familia estaba con lo puesto y luego de una publicación en El Tribuno muchos vecinos rosarinos y la misma policía le hicieron llegar mercadería, ropa y calzado.
Una vecina del lugar les prestó un pequeño espacio para vivir unos días hasta que lograran una solución habitacional, pero nadie se hizo cargo y ahora la propietaria les pide el terreno y les dio tiempo hasta el viernes para conseguir un lugar, caso contrario quedarán en la calle.
Desesperadas
El Tribuno se hizo presente nuevamente tras el llamado desesperado de Dalila y su madre, quienes piden una ayuda urgente.
"Estamos desesperadas, a punto de quedar en la calle, nos hace falta una casa prefabricada o aunque sea un rancho para vivir", expresó acongojada Dalila.
"Nadie de la Municipalidad se acercó adonde estamos, ni siquiera el doctor Mur, intendente de la segunda sección. El problema es que tenemos tiempo hasta el viernes para desalojar y seguimos sin tener donde vivir".
"Gracias a que Natalia nos prestó un espacio y unos silobolsas estamos acá, pero ella necesita ese lugar y la verdad es que no tenemos adonde ir con mi mamá y mis hijos", se lamentó.
Cabe señalar que la humilde familia vive en una carpa, también prestada por Natalia.
Gracias a la colaboración de un vecino de Antillas, quien les donó dos camas, Dalila duerme en una cama con tres de sus hijos y doña Mercedes duerme en la otra cama junto a su nietito, en un estado de precariedad absoluta.
Hay que recordar que los hijos de Rodríguez tienen trece, ocho, siete y cinco años de edad, y que una vez pasada la cuarentena tienen que volver a recibir educación escolar, situación que también está sin resolver.
Además, la mujer señaló que pretende vivir en Antillas, ya que es un lugar donde se siente segura y a la vez tiene un costo de vida más barato.
"Por favor, necesito alguna ayuda, una casilla, un lote, algo para construir", dijo.