Según fuentes que pudo consultar El Tribuno ligadas a la investigación, durante la instrucción hubo más de una persona que no se animó a contar lo que sabía por temor a represalias por parte de algún integrante de la banda. En ese sentido, se trata de una causa con un alto nivel de complejidad. "De ninguna manera es una causa más, es muy importante porque marca un hito en el robo de camionetas en la frontera con Bolivia, con todo lo que ello significa", le dijo a este medio el fiscal penal de la causa, Armando Cazón.
inicia sesión o regístrate.
Según fuentes que pudo consultar El Tribuno ligadas a la investigación, durante la instrucción hubo más de una persona que no se animó a contar lo que sabía por temor a represalias por parte de algún integrante de la banda. En ese sentido, se trata de una causa con un alto nivel de complejidad. "De ninguna manera es una causa más, es muy importante porque marca un hito en el robo de camionetas en la frontera con Bolivia, con todo lo que ello significa", le dijo a este medio el fiscal penal de la causa, Armando Cazón.
A la hora de ser consultado por si hubo personas que no quisieron declarar por temor a morir, el fiscal apuntó: "Hay varios, y ello se demostrará oportunamente en el juicio oral. Siempre en este tipo de causas hay gente que puede colaborar y no lo quiere hacer por temor".
Cazón fue quien inició la investigación y será quien represente al Ministerio Público a partir del lunes en el juicio oral. Al ser consultado por la manera que hace para transitar en ese tipo de contextos tan hostiles, el letrado manifestó que "la función del fiscal penal es un compromiso legal y moral que asumí desde el primer día. Y la zona de frontera es compleja, pero decisiones como las del procurador general, el doctor Abel Cornejo, de unificar en Tartagal el trabajo de la fiscalía de Salvador Mazza, es todo un acierto absoluto para trabajar con más garantías y protección no solo en mi persona sino también en la del personal a mi cargo".
El fiscal norteño contó que en dos oportunidades fue amenazado con arma de fuego en Bolivia. "Hace unos años fui amenazado a punta de pistola en dos oportunidades en Bolivia, fueron momentos tensos pero previsibles. Gente molesta porque detuve a personas que comercializaban drogas, solo les respondí que mi función es esa y no otra, soy fiscal penal y hago lo que puedo dentro de las posibilidades que tengo", expresó Armando Cazón en diálogo telefónico con El Tribuno.