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El pedido de restaurar la obra de “La Batalla de Salta”, de Aristene Papi, de 1908, surge en octubre 2009 y se finaliza en trabajo en abril 2010. Se resuelve que la tarea de recuperación se realice en el espacio donde estaba ubicada la obra: la Legislatura provincial.
Así fue que las miembros del Taller de Restauración de Patrimonio se ubicaron uno de los salones el Palacio Legislativo. Advierten que tenía daños provocados por palomas, humedad, barniz oxidado, craquelado de la pintura, suciedad, desprendimiento de la capa pictórica, tela rota y parches en la parte posterior.
Gabriela Doña evalúa que para realizar el trabajo, el primer paso fue realizar una ficha con el diagnóstico de los daños y las obras de recuperación necesarias. En diálogo con El Tribuno, advirtió con el diagnóstico que la obra había sido tratada, pero se desconocía por quién y la fecha.
Aristene Papi nació en Pérgola, Italia, el 25 de noviembre de 1877. Llegó a Salta en 1899 con 22 años. Se dedicó a la pintura de caballete y murales en templos y residencias importantes, como las del Convento San Bernardo, Hogar Buen Pastor, Iglesia La Viña, Catedral Basílica de Salta, Capilla del Colegio Santa Rosa de Viterbo y del Colegio Belgrano. Fue uno de los principales cultores de la pintura histórica en la provincia. Entre estas, se encuentran “La Fundación de Salta, “La Batalla de Salta”, “La primera procesión de Nuestro Señor del Milagro” y “La muerte del general Güemes”. Ejerció la docencia en su taller particular y fue director de la primera escuela de dibujo y pintura de la provincia, fundada en 1928 por el Consejo General de Educación.
Con el objetivo de que los miembros del Palacio Legislativo se involucren en la tarea, el taller de recuperación se montó en ese espacio. “Y dio resultado, porque los empleados comenzaron a acercarse y observar los detalles de la obra”, contó Doña, quien describió que muestra un estudio detallado de la situación histórica que representa.
Ángela Russo, Inés Zoricich y Macarena Flores, junto a Gabriela Doña, fueron el equipo de trabajo.
En la recuperación se removieron los parches ubicados en la parte posterior y se reconstruyó el bastidor que no soportaba el tamaño del cuadro de 1,90 por 2,94 metros. Se procedió a un proceso de limpieza de reverso y velado que se concretó con papel japonés, espátulas térmicas y adhesivos naturales, para volver a consolidar la obra en el soporte.
“Era una tarea complicada por el tamaño e incluso el girado del cuadro”, recordaron las miembros que participaron del proceso.
Para resolver las roturas se buscó una tela similar y se hizo un agregado hilo por hilo, que no se hace con costura. Los parches de pintura fueron retirados para llegar a la original. Con telas de lino se realizaron una serie de vendas para sostener la obra y acondicionarlo para subirla al soporte y tensionarla.
También se hizo una remoción de barniz y agregado de faltantes. En el caso de la obra “La Batalla de Salta”, se realizó una reintegración desapercibida. “Existen dos técnicas para esta reintegración: puntillismo o tratteggio, que permiten a futuro ver las lagunas que tuvo la obra”, destacó Doña.
La intervención de reintegración que se realizó sobre la obra de Papi fue de puntillismo.
En cuanto a la recuperación del marco, fue el personal de la Legislatura el que se encargó del nuevo marco para colgarla.
Los proyectos
Entre los trabajos que deberá resolver la Unidad está el cuadro de Martín Miguel de Güemes que también se encuentra en los salones de la Legislatura, y el reingreso del mobiliario de la casa de Leguizamón. Para la recuperación del cuadro de Güemes, los miembros de la Unidad de Restauración ya analizan los medios para conseguir los fondos que permitan llevar adelante tremenda obra, ya que se trata de una cuadro de dimensiones mayores a la de la Batalla de Salta.
“La muerte de Güemes” es una pintura al óleo del pintor argentino Antonio Alice, realizada en 1910. Es un óleo de 240 x 297 cm, realizado en 1910 y presentado en Buenos Aires en la Exposición Internacional de Arte del Centenario. Fue galardonado con el premio medalla de oro.
Antonio Alice nace en Buenos Aires el 23 de febrero de 1886. Cuando contaba con doce años fue convocado por el pintor decoroso Bonifanti a su taller donde estudia 6 años y luego de lograr en 1904 el premio nacional Roma parte becado a Italia para perfeccionarse. Ingresa a la Real Academia de Artes de Turín donde aprende bajo la tutela de los maestros Grosso y Tavernier.
En 1905 logra la medalla de oro de esa Academia. Vuelve a Argentina para el centenario y obtiene la medalla de oro por le cuadro de Güemes. En 1911 obtiene la máxima recompensa en el primer salón nacional por el cuadro Retrato de Señora. En 1915 se le otorga el “Grpintor Argentino”. Muere en Buenos Aires el 24 de agosto de 1943.
Sus cuadros hoy tienen fama mundial encontrándose obras de Alice en los museos de Río de Janeiro, Madrid, Turín, Génova, Roma, Venecia, Munich, París entre otros.