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¿Coronacrash inmobiliario?

Por: Pablo Castañeda, RE/MAX NOA (CUCIS 208)
Lunes, 13 de julio de 2020 16:04

Es inevitable preguntarse por las consecuencias que la pandemia producirá en la industria de los bienes raíces. Una pregunta muy habitual es ¿Qué pasará con los precios?
En esta entrega respondemos a esta pregunta. 
Si analizamos los valores promedio veremos que los inmuebles, lejos de ir a la baja, han elevado su cotización un 22,6% en el período comprendido entre el 2015-2020 (de US$ 2.321 el metro cuadrado en 2015 a US$ 3.000 el metro cuadrado en 2019). 
Las razones de que los inmuebles hayan mantenido su precio tienen raíces muy disimiles.
En el orden económico, en primer lugar, tenemos que entender que la baja generalizada de los precios de los bienes de uso o de cambio en nuestra economía, no necesariamente es acompañada por la baja de valor de los inmuebles. 
Muy por el contrario, le juegan a la alza. 
El inmueble en otras economías se considera un bien de uso o de cambio. En nuestro país, debido principalmente a los vaivenes cambiarios y a la incertidumbre económica, se constituye como una reserva de valor. En un contexto donde los adquirentes casi en su mayoría tienen un perfil inversor (según datos del Indec solamente el 5% de la población económicamente activa tiene capacidad para la compra de un inmueble) resulta razonable que no haya una asimilación de las reglas de mercado como presentan otros bienes y exista una resistencia a la baja.
También de orden económico, tiene que analizarse la caída de los costos de construcción, que en los últimos 24 meses han experimentado una caída superior al 60% en dólares. Esto ha generado un incremento de los volúmenes de transacciones destinadas a la construcción y el desarrollo.
En otro orden de ideas, vivimos una reconceptualización del inmueble. Ya no se trata de un refugio de valor, o simplemente de un bien de uso o de cambio. Hoy el inmueble es hogar, escuela, oficina, templo, etc. lo que ha hecho poner nuevamente la mirada y atención en ellos y que muchas personas con o sin perfil inversor canalicen su capital o sus ahorros a la adquisición de propiedades.
En resumen, hoy 2020, aún con fuertes devaluaciones del peso y la pandemia, los precios no han mostrado bajas significativas.

 

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Es inevitable preguntarse por las consecuencias que la pandemia producirá en la industria de los bienes raíces. Una pregunta muy habitual es ¿Qué pasará con los precios?
En esta entrega respondemos a esta pregunta. 
Si analizamos los valores promedio veremos que los inmuebles, lejos de ir a la baja, han elevado su cotización un 22,6% en el período comprendido entre el 2015-2020 (de US$ 2.321 el metro cuadrado en 2015 a US$ 3.000 el metro cuadrado en 2019). 
Las razones de que los inmuebles hayan mantenido su precio tienen raíces muy disimiles.
En el orden económico, en primer lugar, tenemos que entender que la baja generalizada de los precios de los bienes de uso o de cambio en nuestra economía, no necesariamente es acompañada por la baja de valor de los inmuebles. 
Muy por el contrario, le juegan a la alza. 
El inmueble en otras economías se considera un bien de uso o de cambio. En nuestro país, debido principalmente a los vaivenes cambiarios y a la incertidumbre económica, se constituye como una reserva de valor. En un contexto donde los adquirentes casi en su mayoría tienen un perfil inversor (según datos del Indec solamente el 5% de la población económicamente activa tiene capacidad para la compra de un inmueble) resulta razonable que no haya una asimilación de las reglas de mercado como presentan otros bienes y exista una resistencia a la baja.
También de orden económico, tiene que analizarse la caída de los costos de construcción, que en los últimos 24 meses han experimentado una caída superior al 60% en dólares. Esto ha generado un incremento de los volúmenes de transacciones destinadas a la construcción y el desarrollo.
En otro orden de ideas, vivimos una reconceptualización del inmueble. Ya no se trata de un refugio de valor, o simplemente de un bien de uso o de cambio. Hoy el inmueble es hogar, escuela, oficina, templo, etc. lo que ha hecho poner nuevamente la mirada y atención en ellos y que muchas personas con o sin perfil inversor canalicen su capital o sus ahorros a la adquisición de propiedades.
En resumen, hoy 2020, aún con fuertes devaluaciones del peso y la pandemia, los precios no han mostrado bajas significativas.

 

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