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"El cine de acción ya no es terreno exclusivo de los hombres"

Entrevista con la directora Gina Prince-Bythewood
Martes, 14 de julio de 2020 12:17

La realizadora estadounidense Gina Prince-Bythewood, que acaba de hacer su primera incursión en el cine de acción al estrenar en Netflix “La vieja guardia”, filme sobre un grupo de guerreros inmortales liderados por Charlize Theron, afirmó a Télam que su ingreso y el de otras directoras mujeres a un género antes tan masculino “es en sí disruptivo. El cine de acción ya no es terreno exclusivo de los hombres”.
“Hemos visto cine de acción en pantalla por décadas y era hora de un cambio”, explicó en conversación telefónica. Prince-Bythewood, confesa fanática del género, si bien hasta el momento sus créditos cinematográficos eran del apartado del drama o del drama romántico, en especial su elogiada “Love & Basketball” (2000).
Basada en el cómic homónimo creado por Greg Rucka e ilustrado por el artista argentino Leandro Fernández, “La vieja guardia” sigue a un grupo de mercenarios inmortales que llevan siglos interviniendo para corregir el curso de la historia, a veces con éxito y otras veces no.
Con la sudafricana Theron como Andy, guerrera de 6.000 años y líder del grupo, estos combatientes inmortales pasarán de ser cazadores a presas, ya que una multinacional farmacéutica procurará capturarlos para desentrañar el misterio de su poder y así revolucionar el mercado de los medicamentos.
La cinta no pierde de vista las imprescindibles -y muy bien logradas- secuencias de acción en las que Theron demuestra, como antes en “Mad Max: Furia en el camino” (2015) o en “Atómica” (2017), que no tiene nada que envidiar a los grandes héroes masculinos del rubro.
Pero es en la búsqueda de Prince-Bythewood de dotar de profundidad a los personajes donde la película propone una “vuelta de tuerca” al género superhéroe: Andy y sus compañeros no viven su incapacidad de morir como un don, sino como una tragedia.
“Es algo en lo que nunca pensamos, porque siempre fantaseamos con que sería un don, una bendición. Me gustaba que estos personajes estuvieran buscando un propósito, que hubiera cuestiones más profundas en medio de un filme de acción de gran presupuesto”.

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La realizadora estadounidense Gina Prince-Bythewood, que acaba de hacer su primera incursión en el cine de acción al estrenar en Netflix “La vieja guardia”, filme sobre un grupo de guerreros inmortales liderados por Charlize Theron, afirmó a Télam que su ingreso y el de otras directoras mujeres a un género antes tan masculino “es en sí disruptivo. El cine de acción ya no es terreno exclusivo de los hombres”.
“Hemos visto cine de acción en pantalla por décadas y era hora de un cambio”, explicó en conversación telefónica. Prince-Bythewood, confesa fanática del género, si bien hasta el momento sus créditos cinematográficos eran del apartado del drama o del drama romántico, en especial su elogiada “Love & Basketball” (2000).
Basada en el cómic homónimo creado por Greg Rucka e ilustrado por el artista argentino Leandro Fernández, “La vieja guardia” sigue a un grupo de mercenarios inmortales que llevan siglos interviniendo para corregir el curso de la historia, a veces con éxito y otras veces no.
Con la sudafricana Theron como Andy, guerrera de 6.000 años y líder del grupo, estos combatientes inmortales pasarán de ser cazadores a presas, ya que una multinacional farmacéutica procurará capturarlos para desentrañar el misterio de su poder y así revolucionar el mercado de los medicamentos.
La cinta no pierde de vista las imprescindibles -y muy bien logradas- secuencias de acción en las que Theron demuestra, como antes en “Mad Max: Furia en el camino” (2015) o en “Atómica” (2017), que no tiene nada que envidiar a los grandes héroes masculinos del rubro.
Pero es en la búsqueda de Prince-Bythewood de dotar de profundidad a los personajes donde la película propone una “vuelta de tuerca” al género superhéroe: Andy y sus compañeros no viven su incapacidad de morir como un don, sino como una tragedia.
“Es algo en lo que nunca pensamos, porque siempre fantaseamos con que sería un don, una bendición. Me gustaba que estos personajes estuvieran buscando un propósito, que hubiera cuestiones más profundas en medio de un filme de acción de gran presupuesto”.

¿Cuál fue el principal desafío al entrar al género de acción?

Principalmente el hecho de que es una producción muy grande. Todos los días tenía un recordatorio del tamaño del filme, de cuánto dinero había en juego; eso es una presión muy grande y no querés fallar. Lo más desafiante sin dudas es el aguante que hay que tener para poder sostener la energía de un filme como este. El rodaje duró 63 días. La preproducción fueron meses, y la producción fueron dos años en total. Mantenerme enfocada, con la pasión y la visión clara durante un tiempo tan extenso fue lo más difícil de todo.

Hasta hace poco no era habitual que este tipo de películas caiga en manos de directoras mujeres...

Totalmente, muy pocas mujeres tienen esta oportunidad. Pero estoy muy emocionada por lo que está pasando y compartir este año con otras cinco mujeres que estuvieron haciendo estos filmes grandes de acción, que es la primera vez en la historia de Hollywood. Con “Black Widow” (Cate Shortland), “Mulán” (Niki Caro), “Wonder Woman 1984” (Patty Jenkins), “Aves de presa” (Cathy Yan) y “The Eternals” (Chloé Zhao). Lo que es emocionante de todo esto es que nuestro involucramiento en estos filmes es en sí disruptivo para el género.

¿Aportan una sensibilidad diferente al cine de acción?

Desde mi perspectiva, lo que quería traer diría que es una sensibilidad respecto de los personajes, de tener a estos dos personajes en el corazón de la película (Theron y Kiki Layne), que es increíblemente raro, y asegurarme de que las vemos como guerreras, feroces, valientes, rudas. Atléticas, pero no sexys. Cuando rodábamos escenas de pelea me aseguré de que estuviéramos viendo su capacidad atlética, no su sexualidad. Necesitábamos mostrar su fuerza, no necesitábamos que estuvieran en tacos altos y shorts cortos. Creo que eso es algo que muchas de nosotras trajeron al género.

¿Qué es lo que cambió para poder tener esta clase de protagónicos femeninos fuertes en una película de acción?

Más allá de que han existido personajes como Ripley (Sigourney Weaver) en “Alien” en el pasado, creo que lo que hizo Patty Jenkins con “Wonder Woman” realmente abrió las puertas para películas con mujeres en el centro. La clave es que no importe si es un hombre o una mujer, quiero que los espectadores vean “La vieja guardia” y no vean simplemente heroínas mujeres, que ya de por sí es algo genial, sino que vean grandes guerreras y grandes personajes.

La película, como otras grandes producciones de estos tiempos, está basada en un novela gráfica. Había una época en que el cómic era visto como un género menor. ¿Por qué existe esta presencia tan importante de películas y series basadas en historietas?

Es interesante que haya evolucionado de esta manera. Creo que es porque hay grandes actores volcándose al género y encarnado a estos personajes, lo que eleva a estas historias inmediatamente. También hay grandes guionistas. Además, hay algo inherente al género del cómic, que es que el público ama a los héroes y los villanos y que haya tantas formas diferentes de contar esta dinámica.

Los héroes de la película viven su inmortalidad con sentimientos encontrados. ¿Ese poder es una bendición o una maldición?

Muchos dicen en algún punto que quieren vivir para siempre, porque lo único que pueden imaginar es el aspecto positivo de esto, que es que ya no tendrían que temer morir y en todo lo que podrían hacer con ese poder. Pero no pensamos en la tragedia de la inmortalidad, que es con lo que “La vieja guardia” lidia tan hermosamente; la soledad de la inmortalidad, el hecho de que literalmente vas a sobrevivir a cada persona que ames, que no puedas tener una verdadera relación con alguien porque pueden descubrir tu secreto. Es tanto una maldición como una bendición, y creo que después de ver esta película probablemente menos personas van a decir que querrían vivir para siempre.

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