Un hombre de cincuenta años (conocido como Marcusi) que padece una severa discapacidad mental, aunque físicamente es muy sano, desapareció en el macrocentro en la mañana del sábado. Tras varios días en la clandestinidad fue hallado por su propia familia cuando transitaba sobre una camioneta de un hombre identificado como Ceferino C.
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Un hombre de cincuenta años (conocido como Marcusi) que padece una severa discapacidad mental, aunque físicamente es muy sano, desapareció en el macrocentro en la mañana del sábado. Tras varios días en la clandestinidad fue hallado por su propia familia cuando transitaba sobre una camioneta de un hombre identificado como Ceferino C.
Su hermana, domiciliada en barrio Sarmiento, se comunicó angustiada en la tarde domingo para solicitar a la población alguna noticia sobre su paradero, y comenzó con la pegatina de afiches cuando se reencontró con su hermano discapacitado.
La mujer dijo anoche a El Tribuno que se desmayó de la alegría y que el sujeto que llevaba a su hermano discapacitado lo abandonó.
"Lo tuvo trabajando de peón durante tres días seguidos, durmiendo en el suelo y comiendo sandwich en un negocio llamado Guille, sin bañarse, sin cambiarse ropa y sin abonarle un solo peso. Por esta razón lo denunciamos en la Comisaría 8 y exigimos justicia para Marcusi". Su hermana aseguró que Marco Antonio Mamaní, conocido en el oeste capitalino como Marcusi, padece un notorio retraso madurativo. El hombre jamás en 50 años había faltado a su hogar.
"Nos dio pena el estado en que lo encontramos, estaba cansado de trabajar como peón de mudanza de este hombre, que dijo en la sede policial que nunca se dio cuenta de que su changuero era discapacitado y que lo cuidó", dijo su hermana.
Se supo que el patrón de Marcusi recibió un par de trompis de parte de la familia de Marcusi.
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