Eros es un perro muy famoso en el barrio Robledo Tulipanes de la ciudad de Medellín, Colombia, donde reparte los pedidos de un supermercado desde hace años. Con la pandemia de coronavirus, la soprendente labor de este labrador chocolate se volvió fundamental para muchos vecinos, y por eso causó conmoción la noticia de que había sido víctima de un robo.
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Eros es un perro muy famoso en el barrio Robledo Tulipanes de la ciudad de Medellín, Colombia, donde reparte los pedidos de un supermercado desde hace años. Con la pandemia de coronavirus, la soprendente labor de este labrador chocolate se volvió fundamental para muchos vecinos, y por eso causó conmoción la noticia de que había sido víctima de un robo.
Según indicó Noticias Caracol, Eros por suerte no sufrió ningún daño. “Él iba con mi mamá a entregar un pedido, ella por alguna razón se volvió y él detrás dejó la canastilla con el mandado, que eran 10 atados de cigarrillos”, explicó su dueño, Mauricio López.
Cuando se dieron cuenta y volvieron sobre sus pasos, faltaba el cesto. “El ladrón se llevó la canastilla y dejó los cigarrillos”, dijo López, aún conmocionado.
El hurto desató enojo entre los vecinos del barrio Robledo Tulipanes, ya que guardan mucho cariño por el can, que les lleva hasta las puertas de sus casas los pedidos que hacen en las tiendas.
“Menos mal no le hicieron nada. Realmente fue un descuido que aprovecharon para robarle la canastilla”, añadió el dueño del perro.
Eros, que tiene ocho años y algunas canas, es todo una celebridad y hasta tiene una cuenta de Instagram. “Es muy buen trabajador”, dijo un vecino al que hace los mandados y luego paga por transferencia bancaria.
“Nos ayuda con lo del distanciamiento social”, conto su dueña, María Natividad Botero, a la agencia de noticias AP. “Y a la gente le gusta mucho cuando le mandamos el perro”.
No obstante, Eros no deja de ser un perro como cualquiera. “A veces si ve perritos se distrae y siempre tiene que haber una parada técnica para miccionar, pero él continúa su camino”, dijo con orgullo López.
Según explicaron los dueños de la tienda El Porvenir, Eros aprendió los nombres de los buenos clientes que lo recompensaron cuando era cachorro y disfruta mucho de hacer las entregas. En su perfil en las redes, le pusieron “El Domiciliario”.
Eros tiene 8 años y trota por las calles de Medellín varias veces al día con una cesta de paja en su hocico, llevando verduras, frutas y comida empacada a los clientes del mercado El Porvenir. Eros no sabe que se ha vuelto un trabajador esencial. Pero está feliz de poder ayudar a sus dueños y recolectar su paga diaria. “Es un glotón a la hora de comer”, dijo Botero.”No se va de la casa hasta que le den su mecato (merienda)”, contó.