Tras sus paradisíacas vacaciones en Ibiza, Lionel Messi, al igual que el resto de sus compañeros del Barcelona, se presentó ayer en la Ciudad Deportiva del club para someterse al test de coronavirus obligatorio antes de regresar a los entrenamientos hoy, con vistas a la revancha frente al Napoli, el 8 de agosto, por los octavos de final de la Champions League.
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Tras sus paradisíacas vacaciones en Ibiza, Lionel Messi, al igual que el resto de sus compañeros del Barcelona, se presentó ayer en la Ciudad Deportiva del club para someterse al test de coronavirus obligatorio antes de regresar a los entrenamientos hoy, con vistas a la revancha frente al Napoli, el 8 de agosto, por los octavos de final de la Champions League.
Messi y compañía gozaron de seis días de vacaciones tras la culminación de La Liga, período que Messi pasó junto a su familia y amigos, entre ellos, el uruguayo Luis Suárez.
Siguiendo los protocolos establecidos por la UEFA, y tras cumplir a rajatabla anteriormente los establecidos por La Liga para poder terminar la competencia, los jugadores pasarán el test de coronavirus para confirmar que no están contagiados y, por lo tanto, quedar habilitados para trabajar.
El Barcelona disputará la revancha de los octavos de Champions dentro de 11 días en el Nou Camp, después de empatar 1-1 el primer partido, en marzo pasado.
En caso que algún miembro del plantel registre positivo de COVID-19, deberá ser aislado y cumplir con los 15 días de cuarentena para evitar la cadena de contagios, lo que le haría perder el encuentro copero.