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Bolsonaro, positivo, se trata con cloroquina, fármaco de la discordia

El presidente de Brasil eligió un medicamento que causó polémica sobre su efectividad.
Miércoles, 08 de julio de 2020 02:29

La cloroquina, un fármaco que ha causado polémica entre la comunidad científica ante la falta de evidencias sobre su efectividad contra la COVID-19, fue el escogido por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (de 65 años), para tratarse la infección.

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La cloroquina, un fármaco que ha causado polémica entre la comunidad científica ante la falta de evidencias sobre su efectividad contra la COVID-19, fue el escogido por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro (de 65 años), para tratarse la infección.

Fiel a su obsesión a esta sustancia, Bolsonaro anunció ayer que ya ha tomado dos dosis de este fármaco para el coronavirus, dolencia que ha llegado a calificar de "gripecita".

Junto con Nicolás Maduro y Donald Trump, el dirigente brasileño ha sido uno de los pocos líderes mundiales en promover este medicamento y su derivado, la hidroxicloriquina, ambos objetos de estudio en varios países como posibles tratamientos para enfrentar la COVID-19. El propio Trump reconoció que la llegó a tomar como profilaxis.

El uso de la cloroquina, empleada durante décadas para tratar la malaria y el lupus, ha sido enfáticamente defendido por el mandatario brasileño, a pesar de los efectos secundarios alertados por las autoridades sanitarias, especialmente cardiovasculares.

Para Bolsonaro este fármaco antipalúdico es una alternativa viable para poner fin a las medidas de aislamiento social que afectan tanto a la economía.

Ya a finales de mayo el Ministerio de Salud de Brasil, por indicación del líder de la ultraderecha, publicó un protocolo para el tratamiento de pacientes con coronavirus que amparaba el uso de este remedio en los casos leves.

La aprobación fue criticada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alertó de la falta de evidencias clínicas sobre la eficacia de este fármaco y de los efectos secundarios que entrañaba.

Incluso se detuvieron temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloroquina en pacientes contagiados por el coronavirus al detectar un mayor índice de mortalidad en enfermos que recibieron este tratamiento.

También desaconsejaron el uso de este medicamento las tres principales asociaciones médicas de Brasil.

Aun así, la fe ciega del jefe de Estado le llevó a ordenar al Laboratorio Químico Farmacéutico del Ejército a poner en marcha su producción.

Asimismo, eliminó los impuestos para la importación de estos remedios y solicitar a la India, uno de los principales suministradores de medicamentos genéricos del mundo, un cargamento de materias primas para su elaboración en Brasil.

Su estado de salud

El presidente brasileño dijo que se hizo el test el lunes luego de haber comenzado con una seria indisposición el día anterior. El cuadro se agravó con "malestar, cansancio, un poco de dolor muscular" y 38 grados de fiebre, agregó el mandatario. Pese a que una tomografía hecha ayer por la tarde en el Hospital Militar no mostró nada anormal, la persistencia de los síntomas hizo que se resolviera hacer la prueba de coronavirus, explicó.

Agregó que, aunque se siente "bien" y "sin pánico", deberá tomar una serie de medidas "protocolares para evitar contaminar a terceros".

También dijo que los síntomas son "leves", que se comprobó con una radiografía que sus pulmones "están limpios" y que respetará los "protocolos" de la cuarentena en su residencia oficial.

 

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