El Concejo Deliberante capitalino tomó ayer una posición pública sobre la importancia que reviste para la ciudad de Salta la construcción de una playa de transferencia de cargas.
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El Concejo Deliberante capitalino tomó ayer una posición pública sobre la importancia que reviste para la ciudad de Salta la construcción de una playa de transferencia de cargas.
A través de una declaración, que el cuerpo aprobó por unanimidad en la sesión de ayer, plantearon la necesidad de contar con una infraestructura destinada a transferencia de cargas.
La autora de la iniciativa, concejal Susana Pontussi, consideró que se trata de una obra relacionada con el medio ambiente, con la salud, con el tránsito en una ciudad de más de medio millón de habitantes y con el cuidado de las calles.
La concejal recordó que existe una ordenanza del 2005 que declara como servicio público una terminal de camiones y playa de transferencia de cargas en la ciudad de Salta y que también hay reglamentación para la iniciativa privada.
En esa línea, destacó la importancia de que se proceda a la brevedad a adoptar medidas para construir una playa de transferencia de cargas para la ciudad.
En tanto, el concejal José Gauffín remarcó que se trata de una deuda pendiente. Dijo que si bien es cierto que la actual situación económica es complicada, no se puede dejar de pensar en avanzar en proyectos importantes para la ciudad.
Acotó que una playa de recepción de turismo nacional que se moviliza en grandes micros es otra deuda pendiente.
En el 2014 el municipio de la ciudad de Salta licitó y adjudico la construcción de una estructura para transferencia de cargas. La obra estaba prevista a tres kilómetros y medio del expeaje de Aunor.
El proyecto contemplaba 600.000 metros cuadrados para emplazar una playa para camiones y otra más pequeña para automóviles, con oficinas para las dependencias públicas, de control sanitario y para empresas que allí se instalarían, sanitarios, comercios y lugares para comer.
Finalmente, ese polo de autoabastecimiento industrial y comercial no prosperó.
Por otra parte, el cuerpo aprobó una resolución a través de la cual la concejal Romina Arroyo (Salta Tiene Futuro) quiere convertir al Concejo Deliberante capitalino en el eje de la actividad de un ropero comunitario.
La iniciativa propone generar un fortalecimiento solidario entre la institución legislativa y la comunidad.
Ayuda por la crisis social y económica
El proyecto de Romina Arroyo que aprobó el Concejo Deliberante apunta a implementar el programa Roperos Comunitarios Municipales en el edificio del cuerpo deliberativo.
La idea de Arroyo es recibir y entregar donaciones para distribuirlas entre las personas que las necesiten en el contexto de crisis social por la pandemia que se vive actualmente.
Se recibirán calzados, ropa, elementos de costura (tijeras, hilos, botones y cierres), frazadas, toallas y cualquier prenda en buen estado.
La propuesta prevé espacios en donde se ubicarán los roperos. También se promueve la suscripción de convenios y la realización de una campaña de difusión.
En el tramo de manifestaciones, diversos concejales sentaron posición en torno a la futura contratación del servicio de recolección de basura.
Los legisladores abogaron para que la adjudicación se concrete en base a lo que establece la carta orgánica municipal.