El gobernador Gustavo Sáenz recibió esta mañana las llaves de la casona de calle Dean Funes, que la familia Romero donó a la Provincia, para que funcione como residencia de los gobernadores.
inicia sesión o regístrate.
El gobernador Gustavo Sáenz recibió esta mañana las llaves de la casona de calle Dean Funes, que la familia Romero donó a la Provincia, para que funcione como residencia de los gobernadores.
Durante el acto resaltó la imagen de Roberto Romero. “A los 16 años conocí a Roberto Romero, militaba en política desde los 14. Lo veía como un ejemplo, que viniendo desde abajo logró sus sueños, objetivos y metas. Si hoy me preguntan qué particularidad y virtudes rescato, les diría humildad y trabajo. Fue un hombre que tenía muchos amigo y adversarios”, dijo.
En otro momento de su discurso afirmó que “Romero iba a los barrios y se sentaba con dirigentes y el pueblo. Tenia la humildad que pocos de los que llegan la tienen. Era un hombre luchador, guerrero y tenía claro que quería para Salta. Es el padre del norte grande”.
El gobernador también afirmó: “Rescato su humildad y trabajo, su humildad lo hacia grande. Lo llamaron el gobernador del pueblo y la gente. En ese espejo me miro todos los días”.
Y para concluir señaló: “Hay que tener visión y capacidad de trabajo. Se debe tener amor por nuestra provincia, no tener rencor. Hoy homenajeamos a un padre de la patria chica”.