La autorización del Gobierno nacional para el regreso de las competencias automovilísticas fue celebrada por varios de sus protagonistas, pero sin dejar de preocuparse por el alto número de casos positivos que se están dando en el país. A pesar de estos datos el Turismo Carretera ya confirmó su regreso, pero ayer se cayó la cita en Rafaela y ya se piensa en Olavarría, Buenos Aires, como nuevo destino dentro de dos semanas.
Para volver a ver automovilismo en Salta habrá que esperar un tiempo más y si se alarga la vuelta no sería descabellado pensar que no habría competencias del Zonal del NOA en 2020 para pasar directamente a un nuevo certamen en 2021.
El TC y otras categorías nacionales comenzarán a competir dentro de poco. Desde nuestra provincia habrá que verlo por TV, será un aliciente ante la nula actividad de los últimos seis meses. Sin embargo, aquellos que están ligados al deporte motor no verán sus máquinas en acción en el autódromo Martín Miguel de Güemes durante septiembre y recién en octubre podría haber algo de luz sobre lo que sucederá en los últimos meses del año.
Pero allí surgirán otras dudas para los protagonistas: ¿Se animarán los pilotos y equipos a realizar el gasto económico que significa poner un auto en pista con la posibilidad de un campeonato corto? ¿Un torneo de tres fechas (una por mes como es usual en el Zonal) será suficiente para que se justifique el gasto?
La crisis que ha causado la pandemia de coronavirus ha dejado a muchos protagonistas con escasos recursos para hacerle frente a lo que habitualmente se gasta en una fecha del Zonal del NOA. El costo de poner un auto del TP 1.4, la mayor divisional del Zonal, en pista supera ampliamente los $50.000 pesos. Será una decisión que los propios protagonistas deberán evaluar con profundidad: volver a correr sin importar cuanto hay en la billetera o guardar los recursos para la temporada 2021.
El destino del automovilismo y del resto de los deportes lo maneja la pandemia y sus consecuencias. Uno de los derivados de la multiplicación de casos en la provincia fue extender la prohibición para realizar actividades deportivas grupales hasta el próximo 20 de septiembre; lo que sucederá después de esa fecha no se puede saber ni con una bola de cristal.
Otro de los problemas que genera la crisis viral es el cierre de las fronteras como medida de prevención. El Zonal pasó de ser una competencia con mayoría de pilotos salteños a contar con un gran número de corredores de Tucumán y Jujuy; tal ha sido el crecimiento de pilotos foráneos ya que ellos representan prácticamente el 40 por ciento del parque de máquinas. Sin esa presencia el número de corredores se reduciría drásticamente generando, tal vez, un campeonato corto con menos atractivo.
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La autorización del Gobierno nacional para el regreso de las competencias automovilísticas fue celebrada por varios de sus protagonistas, pero sin dejar de preocuparse por el alto número de casos positivos que se están dando en el país. A pesar de estos datos el Turismo Carretera ya confirmó su regreso, pero ayer se cayó la cita en Rafaela y ya se piensa en Olavarría, Buenos Aires, como nuevo destino dentro de dos semanas.
Para volver a ver automovilismo en Salta habrá que esperar un tiempo más y si se alarga la vuelta no sería descabellado pensar que no habría competencias del Zonal del NOA en 2020 para pasar directamente a un nuevo certamen en 2021.
El TC y otras categorías nacionales comenzarán a competir dentro de poco. Desde nuestra provincia habrá que verlo por TV, será un aliciente ante la nula actividad de los últimos seis meses. Sin embargo, aquellos que están ligados al deporte motor no verán sus máquinas en acción en el autódromo Martín Miguel de Güemes durante septiembre y recién en octubre podría haber algo de luz sobre lo que sucederá en los últimos meses del año.
Pero allí surgirán otras dudas para los protagonistas: ¿Se animarán los pilotos y equipos a realizar el gasto económico que significa poner un auto en pista con la posibilidad de un campeonato corto? ¿Un torneo de tres fechas (una por mes como es usual en el Zonal) será suficiente para que se justifique el gasto?
La crisis que ha causado la pandemia de coronavirus ha dejado a muchos protagonistas con escasos recursos para hacerle frente a lo que habitualmente se gasta en una fecha del Zonal del NOA. El costo de poner un auto del TP 1.4, la mayor divisional del Zonal, en pista supera ampliamente los $50.000 pesos. Será una decisión que los propios protagonistas deberán evaluar con profundidad: volver a correr sin importar cuanto hay en la billetera o guardar los recursos para la temporada 2021.
El destino del automovilismo y del resto de los deportes lo maneja la pandemia y sus consecuencias. Uno de los derivados de la multiplicación de casos en la provincia fue extender la prohibición para realizar actividades deportivas grupales hasta el próximo 20 de septiembre; lo que sucederá después de esa fecha no se puede saber ni con una bola de cristal.
Otro de los problemas que genera la crisis viral es el cierre de las fronteras como medida de prevención. El Zonal pasó de ser una competencia con mayoría de pilotos salteños a contar con un gran número de corredores de Tucumán y Jujuy; tal ha sido el crecimiento de pilotos foráneos ya que ellos representan prácticamente el 40 por ciento del parque de máquinas. Sin esa presencia el número de corredores se reduciría drásticamente generando, tal vez, un campeonato corto con menos atractivo.