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Anta: organizaciones de DDHH y campesinas exigen la paz en Tres Fronteras

El conflicto por la tierra en Anta derivó un homicidio en 2012 y ahora temen que la violencia regrese. Apoyos de Salta y del país.
Martes, 04 de agosto de 2020 15:16

Desde diversos organismos y organizaciones de derechos humanos de Salta y del país salieron a expresar su acompañamiento a los campesinos indígenas de la zona de Tres Fronteras, miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) que quedaron en territorio salteño.
El territorio en disputa es la Finca Choyaj, de unas 3 mil hectáreas, en donde las comunidades campesinas quedaron en el medio de un importante proyecto de agronegocio. Las amenazas y denuncias son cruzadas y ya hay trágicos antecedentes que vuelven al territorio una “zona caliente”.

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Desde diversos organismos y organizaciones de derechos humanos de Salta y del país salieron a expresar su acompañamiento a los campesinos indígenas de la zona de Tres Fronteras, miembros del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) que quedaron en territorio salteño.
El territorio en disputa es la Finca Choyaj, de unas 3 mil hectáreas, en donde las comunidades campesinas quedaron en el medio de un importante proyecto de agronegocio. Las amenazas y denuncias son cruzadas y ya hay trágicos antecedentes que vuelven al territorio una “zona caliente”.


La Liga Argentina por los Derechos Humanos, la Mesa de DDHH de Salta, la Secretaría de Agricultura Familiar Campesino Indígena de la Nación y las organizaciones nacionales MNCI Vía Campesina y Somos Tierra salieron a expresar su acompañamiento a los miembros del Mocase y pidieron que las diversas instancias el Estado busquen una salida pacífica al conflicto sin violencia.
Las complicaciones vienen desde el año 1980 cuando, en plena dictadura, los militares que tomaron de facto la Presidencia y los gobiernos provinciales movieron los límites como quisieron.

Los santigueños del Mocase quedaron en territorio salteño, con Justicia y Policía salteña. Ya hubo una víctima fatal que fue santiagueña, Miguel Galván, asesinado a cuchilladas en 2012.

Como en un “déjà vu”, ahora está sucediendo lo mismo. Las amenazas, las denuncias y las provocaciones le apuntan a Gabriel Albornoz y a Luis Miguel Rojas que quedaron en el centro de un nuevo conflicto con los hermanos Lopresti. Hay denuncias y exposiciones cruzadas de amenazas de muerte y violencia. 

Rafael Galván. Archivo


“No es necesario llevar a debate la posesión de las tierras, es respetar la ley nacional N° 26.160, es hora de decir basta de reprimir, de decir Nunca Más, de expulsar a los que llevan adelante los agronegocios en territorios indígenas y de campesinos. Exigimos el cese inmediato de los desalojos, de las desforestaciones, de las fumigaciones agrotóxicas, que se terminen las cesiones de tierras por parte del Estado a los sectores privado y exigimos la reestatización de aquellas que fueran entregadas a los amigos de turno de los gobiernos militares y civiles que lo sucedieron. Exigimos dignidad para los pueblos indígenas y campesinos del norte argentino, que el Estado provincial y nacional, asuma la responsabilidad de garantizar sus derechos, que son humanos y justos”, expresó en un parte la Liga Argentina por los DDHH.
“Estamos atentos al conflicto que hay en Tres Fronteras, pedimos la intervención de la Justicia y exhortamos a la paz en ese territorio”, dijo Miguel Plaza, delegado local de la Secretaría de Agricultura Familia Campesino Indígena de la Nación.
 

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