Daniel Grinbaum es un pionero en Argentina del denominado “e-Commerce” o comercio electrónico, la modalidad de compra y venta de productos y servicios a través de internet, que ha resultado, a todas luces, la actividad más lucrativa en el deprimido escenario mundial de la pandemia. Actualmente Grinbaum es director ejecutivo de Think Thanks Latam, una de las consultorías más importantes de América en Transformación Digital, enfocada a los negocios y que tiene sus orígenes en 2007 cuando el fenómeno tecnológico mostraba un camino sin retorno para muchas de las actividades humanas.
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Daniel Grinbaum es un pionero en Argentina del denominado “e-Commerce” o comercio electrónico, la modalidad de compra y venta de productos y servicios a través de internet, que ha resultado, a todas luces, la actividad más lucrativa en el deprimido escenario mundial de la pandemia. Actualmente Grinbaum es director ejecutivo de Think Thanks Latam, una de las consultorías más importantes de América en Transformación Digital, enfocada a los negocios y que tiene sus orígenes en 2007 cuando el fenómeno tecnológico mostraba un camino sin retorno para muchas de las actividades humanas.
Mañana, a las 11, será entrevistado en forma virtual por El Tribuno.
El comercio electrónico creció a tasas gigantescas durante la pandemia y vino a traer un poco de alivio a la crisis económica mundial. ¿Cuál es su visión de lo que está ocurriendo al respecto en el mundo?
Básicamente lo que hizo la pandemia fue acelerar una transformación que había en la industria y en los servicios en el mundo. Esa transformación digital se da por varias vías y no es solo una transformación tecnológica, sino también cultural y de los negocios. Particularmente en la charla del miércoles voy a hablar acerca de cómo se encara este nuevo enfoque y qué es lo que tienen que hacer las empresas para enfrentarlo.
¿Y qué es lo que tienen que hacer las empresas ante este fenómeno?
Básicamente es no quedarse quietas y tener una estrategia clara de transformación. Hay que saber cómo conseguir esa estrategia. Voy a poner ejemplos de lo que ocurrió con la “última milla”, los rapi, las entregas, la logística, pero vamos a hablar mucho de qué es lo que les está ocurriendo a los negocios cuando tienen que repensarse. Qué les está pasando a las empresas; qué las está acelerando y cómo las industrias y los servicios se reinventaron. Hay que abordar el efecto y lo que ocurre en la Argentina, en países latinoamericanos y en el resto del mundo.
¿Por qué piensa usted que la pandemia solo aceleró este proceso?
Esto empezó hace como 5 o 6 años en todo el mundo de manera importante, pero en los últimos dos años posiblemente las empresas más grandes se ocuparon de esto. Algunas empresas se durmieron y despertaron en medio de la pandemia. Es necesario enfocar en lo que viene ocurriendo en el último tiempo; qué es lo que realmente desencadenó la pandemia. En este sentido es interesante observar cómo los emprendedores y las nuevas empresas están jugando un papel importante y serán clave en el día después.
¿Y qué pasó en Argentina en ese sentido?
Durante el año pasado la verdad se había acelerado muchísimo. De hecho las empresas en Argentina decidieron en 2019 impactar en comercio electrónico, en nuevos canales comerciales, de otra manera en las relaciones con los clientes, tanto el cliente final como el cliente “B2B” (servicios de empresa a empresa) y eso ocurrió el año pasado. La pandemia lo que hizo fue acelerar la ejecución de los planes. Aquellos que no tenían clara su estrategia de transformación tuvieron que ponerse a hacerla en forma urgente, a establecer estrategias claras de transformación digital.
¿Qué ocurrió con las empresas que ya tenían alguna estrategia de transformación?
Aquellas que ya tenían establecida una estrategia de transformación digital concretaron hasta el momento el 80 por ciento de lo que tenían planeado hacer entre este año y el año que viene. Se aceleró completamente la ejecución de los proyectos. Pero están aquellas empresas que no se habían planteado una estrategia y que sabían que en algún momento tenían que plantearla y empezaron en la pandemia. Hemos recibido muchos llamados en ese sentido: “Nosotros queremos tener una clara estrategia de transformación digital”. Después están aquellos que ya hicieron su estrategia, la tenían clara y decidieron ejecutarla lo más rápido posible.
¿Cuáles fueron los beneficios?
Estas estrategias cambiaron mucho los paradigmas de las compañías; las hacen más eficientes, les incrementa la rentabilidad, mejora la relación con los clientes; genera un montón de situaciones que la empresa tradicional no lo veía de esta manera.
¿Estamos en un punto de no retorno en el giro absoluto en los procesos tradicionales de colocación de productos en el mercado?
Claramente es un camino ineludible, pero lo que también tiene que ocurrir aquí es que el Gobierno tiene que ayudar. Lo que le pasa a otras partes del mundo es que el Estado fue parte de todo ese proceso y allí fue socio, apoyando más a los emprendedores y a las empresas que se propusieron recorrer este camino.
¿Cómo debería ser el apoyo del Estado?
Acá están los emprendedores que son gente joven, con conocimientos y que tienen ganas de emprender, que puede hacerlo. Y están las empresas que necesitan emprender este camino. Entonces son modelos de empresas en paralelo que deben ser promocionadas. Hay países que promueven claramente con leyes específicas y de amplia aplicación por ejemplo la ley de conocimiento en Argentina o las leyes de teletrabajo. Hay un montón de aportes del Estado destinados a que esto avance de la mejor manera.