Los cuestionamientos que recibió el Arzobispado de Salta de distintos sectores por la idea de realizar la procesión del Milagro pese a la pandemia y la decisión de el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y la intendenta de la Ciudad, Bettina Romero, hicieron repensar si sacar a las imágenes a la calle eran una buena idea.
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Los cuestionamientos que recibió el Arzobispado de Salta de distintos sectores por la idea de realizar la procesión del Milagro pese a la pandemia y la decisión de el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y la intendenta de la Ciudad, Bettina Romero, hicieron repensar si sacar a las imágenes a la calle eran una buena idea.
Es más, hace minutos el arzobispo Mario Cargnello confirmó que la procesión del Señor y la Virgen del Milagro finalmente no se llevará a cabo como estaba previsto, con un grupo minúsculo de personas.
En diálogo con El Tribuno, el monseñor Dante Bernacki expresó que iba a ser “absolutamente difícil manejar y en pensar una procesión a la vuelta de la plaza” y aclaró que no sabe de que manera se hará la ceremonia.
“La cuestión de la pandemia nos tomó por sorpresa como para uno decir que puede programar actividades. Entonces, creo que hay mucho de perplejidad entre todo esto, decisiones que se toman donde después hay que dar marcha atrás. El Milagro tiene una magnitud muy grande para todo el pueblo de Salta y creo que sería absolutamente difícil manejar y en pensar una procesión a la vuelta de la plaza, o una cosa así”, expresó el monseñor.
Dante Bernacki, expresó a este medio que hay un “Plan B”, que sería hacer una ceremonia “mucho más discreta” y menos riesgosa para los salteños por el tema de la pandemia. “No te lo sabría decir, concretamente”, añadió y dio como ejemplo la procesión que se llevó adelante en 1985 cuando por una tormenta las imágenes simplemente salieron hasta el atrio y después se volvieron a su lugar.
El Milagro para mi siempre es una abanico abierto de posibilidades. Las peregrinaciones empezaron hace 32 años, y al comienzo había mucho crítica a las peregrinaciones masivas y sin embargo se incorporaron de tal manera que hoy hacen a la esencia del Milagro. Yo me pongo en esta situación, salir al encuentro del peregrino con un corazón fraterno que lo llamaría el Milagro de la caridad”, expresó el eclesiástico.
Por otro lado, afirmó que este Milagro es el de la familia que se debe hacer de la casa un santuario, un templo donde estén entronizados el Señor y la Virgen del Milagro, que se haga la novena y que el día 15 “se haga en familia, en cada hogar”, el pacto de fidelidad.
“No sé de que manera se hará la ceremonia pero creo que está desechado el tema de la procesión a la vuelta de la plaza. La experiencia del Perpetuo Socorro dio un poco el motivo para poder celebrar El Milagro muy en la intimidad. De cualquier manera, como le digo a la gente, al Señor y a la Virgen del Milagro se los lleva en el corazón. Esto fue tan atípico que nos saca de lo rutinario de cada año, pero nos va a ayudar a valorar mucho más lo que es la devoción al Señor y a la Virgen”, afirmó el monseñor.
Dante Bernacki contó que desde la Iglesia se están haciendo peregrinaciones virtuales “que son preciosísimas” donde hay una gran cantidad de gente participando y “peregrinan de corazón”. Expresó que se debe animar a la gente a unirse en todo este tipo de iniciativas y vivirlo “al mismo Milagro de siempre pero distintamente”. Aclaró que este año va a ser el Milagro de la caridad, de la familia y de la tecnología, porque la tecnología ha acercado la ceremonia a cada hogar.
“Son situaciones únicas y espero que sean irrepetibles y no haya otro Covid dando vueltas. La gente creo que lo está tomando serenamente y es cierto que con mucho dolor y mucha añoranza, a eso lo percibo en los peregrinos que estoy permanentemente en contacto con ellos, pero están con alegría, aunque parezca contradictorio lo que estoy diciendo. Están con alegría, porque la fiesta del Milagro se la vive en el corazón”, expresó el monseñor.
Dante Bernacki afirmó que es el Milagro que el Señor y la Virgen “quieren para este año, para que estemos en familia, que nos cuidemos, que sepamos que estamos pasando por momentos sumamente difíciles para todos”. Al finalizar, les envión un abrazo grande y una bendición a todos los peregrinos; y pidió “que se pueda peregrinar de otro modo que el año que viene, si Dios quiere, lo vamos a hacer como siempre”.