.Ayer, miles de maestros celebraron su día y recibieron gestos de afecto de sus alumnos por medio de mensajes y videollamadas.
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.Ayer, miles de maestros celebraron su día y recibieron gestos de afecto de sus alumnos por medio de mensajes y videollamadas.
Tres docentes de distintos niveles compartieron sus experiencias de educar en pandemia: los desafíos, los logros y, sobre todo, el amor, para que cada uno de sus estudiantes siga aprendiendo.
A mediados de marzo, las escuelas cerraron y los educadores tuvieron que armar pequeñas aulas en algún rincón de sus casas y aprender de golpe a hacer una reunión virtual, a corregir tareas a partir de fotos enviadas por sus alumnos y a hablar con ellos por mensajes o audios.
Muchos tuvieron que comprarse celulares o computadoras, contratar un servicio de internet fijo o cambiar el que tenían por uno mejor.
María del Carmen Marco es maestra de sala de 5 de nivel inicial de la escuela Almirante Brown N´ 4644 y casi no conocía a sus niños cuando empezó a darles clases virtuales.
"Al principio, fue bastante difícil", recordó. Hacía videollamadas con dos o tres alumnos por vez en el horario en que sus padres podían acompañarlos. Como tiene 30 niños a cargo, le llevaba casi toda la semana ver un tema.
En el segundo cuatrimestre, luego de hacer un sondeo, comenzó a hacer videoconferencias para trabajar con más niños al mismo tiempo. Esto resulta más atractivo para ellos, ya que pueden saludarse y compartir. Como algunos no pueden participar, los sigue llamando por celular.
María del Carmen tiene contacto permanente con los padres y cuando alguno de los chicos no hace sus actividades los llama para saber qué pasa.
Aseguró que ellos se manejan muy bien con la tecnología y contó que, luego de la clase, le mandan audios para decirle que les gustó mucho.
Ella extraña el aula: "Estoy en contacto con los niños y siento su afecto, pero no es lo mismo estar ahí con ellos, jugar, cantar y abrazarnos".
Consideró que, cuando terminen la sala de 5, muchos van a salir bien preparados para el primer grado y otros no tanto. Evaluó que el año que viene deberá acompañarlos más de lo habitual en el tránsito a la escuela primaria.
La maestra agradeció el acompañamiento de los padres, de su supervisora, Enriqueta Suárez; de su director y de sus compañeras. Valoró que este tiempo pudo capacitarse por internet con gente especializada de todo el país.
Una escuela en Vaqueros
La directora del colegio San Cayetano de Vaqueros, Fabiana Mangogña, recordó que estaban todos los maestros juntos la noche del domingo 15 de marzo, cuando el presidente Alberto Fernández anunció que a partir del día siguiente se cerrarían todas las escuelas del país. En ese momento comenzaron a planificar cómo trabajarían.
Si bien la comunidad educativa de la institución es muy heterogénea, supusieron que habría al menos un celular por familia. Así, encararon las clases por mensajes, correo electrónico y videollamadas.
Luego del receso de invierno, aprovecharon que la mayoría de los chicos podía hacer videoconferencias y se volcaron a eso. Quienes tienen menos acceso a tecnología e internet, siguen recibiendo las tareas como antes.
Para los que tienen aun menos posibilidades, los directivos se turnan para ir a la escuela e imprimirles los trabajos. Los padres los buscan por la institución y, luego de que los chicos los completen, vuelven a llevarlos.
Una vez resueltos, la directora se los hace llegar a cada maestra y, cuando están corregidos, pasa a retirarlos por sus casas para que los padres puedan después buscarlos por la escuela.
Fabiana destacó el trabajo de los docentes y aseguró que tanto ellos como los estudiantes están "desesperados" por volver a la escuela, un espacio en el que -quedó comprobado- hay mucho más que contenidos educativos.
Emocionada, la mujer recordó a Eduardo Chañe, quien falleció esta semana por COVID-19 y trabajó durante más de 20 años en la institución.
Terminaron la primaria y la secundaria
Durante la pandemia, muchos estudiantes jóvenes y adultos avanzaron con sus estudios primarios y secundarios e incluso terminaron los ciclos en alguno de estos niveles.
El vicedirector del Núcleo Educativo N° 7.006 de Villa Lavalle, Darío Oulier, destacó el logro de Daniel Flores y Facundo Agudo, quienes durante la pandemia lograron culminar el nivel primario.
Ambos se presentaron a rendir en calidad de “libres” y a fines de agosto se recibieron en un examen virtual.
Darío comentó que los últimos meses muchas personas se inscribieron en las instituciones de la Dirección General de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA) para avanzar con sus estudios tanto primarios como secundarios.
El maestro valoró la estructura modular de la EPJA, que permite comenzar a cursar a mitad de año y comentó que las inscripciones están abiertas.
Hasta fines de septiembre se pueden anotar quienes quieran ingresar al Bachillerato Secundario para Adultos (BSPA) o a los Centros Educativos de Nivel Secundario (CENS) y hasta fines de octubre, los que quieran hacerlo en los Núcleos Educativos -nivel primario-.
Interesados escribir a [email protected].