El problema de la falta de agua en la pequeña comuna de San Lorenzo, perteneciente a la segunda sección de Rosario de la Frontera, parece no tener fin. Semanas atrás se dio a conocer por este medio uno de los tantos reclamos por la falta de agua potable.
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El problema de la falta de agua en la pequeña comuna de San Lorenzo, perteneciente a la segunda sección de Rosario de la Frontera, parece no tener fin. Semanas atrás se dio a conocer por este medio uno de los tantos reclamos por la falta de agua potable.
Nuevamente la situación se repitió anteayer, y en esta ocasión más de treinta familias convocaron desesperados a El Tribuno para manifestarse por la problemática, ya que aseguran que el intendente Mur Reynaga no los escucha ni atiende sus reclamos.
El jueves El Tribuno se hizo presente en la zona y una vez allí pudo corroborar y atender a los vecinos que se encuentran padeciendo por la falta de agua.
"Nuestra situación es tremenda porque no tenemos agua. Desde hace una semana que voy a la Municipalidad para que nos den una solución pero nadie hace nada", manifestó Laura Sosa, una de las vecinas de San Lorenzo, madre de una hija discapacitada.
"Le pedimos al intendente que por favor nos cambie las cañerías, porque cuando por fin sale agua, sale toda sucia. Hace años que le pedimos que cave un pozo y nos provea de agua limpia, pero no hay caso". "Como tengo mi nena discapacitada tengo que comprar el agua a un tercero y eso me ocasiona un gasto enorme, no me alcanza realmente, porque en mi casa somos ocho personas", agregó Sosa indignada.
Desde hace veinte años el camión municipal reparte el agua en los domicilios de los parajes de la segunda sección. Pero los vecinos aseguran que para que el camión les deje el agua tienen que estar anotados en una lista.
Al respecto los vecinos señalaron, muy molestos: "Nos piden que nos anotemos pero cuando vamos a anotarnos a Potrero no nos atienden, por eso le pedimos a Mur que dé la cara y vea por las necesidades de este pueblo, que lo votó tantos años".
Otro testimonio
Lidia Llanos, otra de las vecinas del paraje, manifestó: "En mi casa somos ocho integrantes, y tampoco nos traen el agua, realmente nos hemos cansado de pedirle que nos provean de agua. Lo que más me dolió es que mi nieto de siete meses se enfermó, convulsionó y encima estamos sufriendo por el agua".
"Los camiones municipales pasan por frente de nuestras casas y no son capaces de dejarnos nada. Les dan a los que ellos quieren", aseguró Llanos.
Doña Teresa, otra de las vecinas presentes en el reclamo, expresó: "Otra vez estamos reclamando por la falta de agua, ya no sabemos quién nos puede ayudar. Estamos tomando agua de la acequia, pero está contaminada por restos de los agroquínicos que usan los dueños de las fincas".
A su turno don Nicolás Oscari expresó un tanto irritado: "Tengo a mi papá de 92 años y mi madre de 89 años, y tenemos que comprar el agua a los proveedores de Rosario, pero es solo para beber, mis padres necesitan bañarse y ni eso se puede hacer. Es muy triste que desde hace veinte años estamos en la misma".
"Cada tres días se corta el suministro, y uno no puede higienizarse, limpiar ni mucho menos dar de beber agua a nuestros animales", agregó.
El camión aguatero llegó
En medio de la entrevista con los vecinos, el camión aguatero municipal se hizo presente en un par de domicilios de San Lorenzo. El Tribuno se acercó a la casa donde estaba el camión descargando agua le preguntó a los encargados si le dejaría el agua a los otros vecinos que estaban reclamando, la respuesta fue: "Nosotros no sabemos nada, eso hay que preguntar en la Municipalidad".
Los vecinos, molestos, enfrentaron a los aguateros y les manifestaron. "Ustedes mienten, no nos dejan agua hace semanas, y nos piden una lista en la cual ninguno de nosotros figuramos".
"Nos mezquinan el agua, son unos sinvergenzas, queremos que nos dejen agua" repetían en coro los vecinos.
A pesar de las súplicas y reclamos, los aguateros no les dejaron nada de agua.
Sin enfermera
Otro de los reclamos de los vecinos tiene que ver con la falta del personal de salud en el puesto sanitario de San Lorenzo. "El otro día se enfermó mi nieto, casi se muere y fuimos al puesto para que la enfermera lo atienda, pero resulta que no había nadie. Después un vecino nos ayudó, le dio respiración boca a boca. Encima de todo la ambulancia que pedimos para trasladar a mi nieto ni oxígeno tenía", dijo Sosa.
"Por eso le pedimos al intendente que por favor ponga personal. Si algo nos pasa, si nos llegamos a enfermar, solo Dios nos puede ayudar", dijeron.