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“Si el político es corrupto, uno le pone una cuota de venganza en la caricatura"

Entrevista a José Serrudo, ilustrador e infógrafo
Domingo, 27 de septiembre de 2020 23:04

Entra a la redacción en silencio (él siempre es silencioso) y se pierde en la oficina donde se sienta de espaldas a la redacción, separado del resto por un gran vidrio. Esa ubicación permite ver, por encima de sus hombros, cómo las ilustraciones, infografías y cuadros van tomando forma. Los elementos que elije, los textos que agrega o quita, los colores y tonalidades, las formas, las dimensiones, la luz. De a ratos, alguien entra y entonces dos cabezas se concentran en la pantalla. Nadie escucha nada desde afuera. Otra vez el silencio. Y al cabo de algunas horas, una página del diario de mañana o un link en la web tienen un dibujo, una caricatura, una infografía que con un golpe de vista sintetiza un cúmulo de ideas. Y en un rinconcito de esa pieza gráfica en El Tribuno queda estampada la firma de José Serrudo.

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Entra a la redacción en silencio (él siempre es silencioso) y se pierde en la oficina donde se sienta de espaldas a la redacción, separado del resto por un gran vidrio. Esa ubicación permite ver, por encima de sus hombros, cómo las ilustraciones, infografías y cuadros van tomando forma. Los elementos que elije, los textos que agrega o quita, los colores y tonalidades, las formas, las dimensiones, la luz. De a ratos, alguien entra y entonces dos cabezas se concentran en la pantalla. Nadie escucha nada desde afuera. Otra vez el silencio. Y al cabo de algunas horas, una página del diario de mañana o un link en la web tienen un dibujo, una caricatura, una infografía que con un golpe de vista sintetiza un cúmulo de ideas. Y en un rinconcito de esa pieza gráfica en El Tribuno queda estampada la firma de José Serrudo.

 

Una de las piezas que te caracterizan son tus caricaturas ¿Cómo hacés para dibujar los rostros, los gestos?
Primero estudio las fotos, las características del personaje, por ahí la forma de ser ayuda un poco también. 

Vos empezaste con lápiz y papel y ahora directamente dibujás en la computadora...
Sí, al principio dibujaba a mano. Lápiz para los bocetos, luego lápices de policromos y tinta, si la página era color usaba acuarelas. Luego los escaneaba. Este proceso es muy lindo, a los que les gusta el dibujo como a mí seguro les apasiona, pero en la redacción el tiempo jugaba en contra, al realizar una caricatura o ilustración si algo no salía bien había que esperar a que secara, luego se retocaba o se volvía a hacer. Ahora apretás en el teclado CTRL+Z para volver un paso atrás y seguís dibujando. Es la ventaja de la tecnología, una herramienta que nos ayuda mucho en la rapidez de las ilustraciones.

Caricaturizaste a casi todos los presidentes de la democracia desde 1983 ¿Qué pensás de los presidentes?
¿Qué pienso...? que los presidentes tienen una gran responsabilidad. No debe ser fácil estar ahí, imaginate tienen el destino de un país, de miles de personas que pusieron su confianza en él. Y de él y sus acertadas decisiones depende el pueblo, y de los desaciertos nos aprovechamos los humoristas gráficos y caricaturistas, siempre que la situación lo permita (se sonríe). Ahí estamos, al acecho, esperando un furcio que automáticamente enciende la chispa del humor. Aunque estamos en un tiempo difícil para vivir, difícil para todos y más aún para ellos. Ni los presidentes ni nadie sabía lo que iba a pasar. Me refiero a esta pandemia. La verdad, me imagino a varios candidatos que si hubieran sabido que en estos tiempos sucedería algo así, habrían dado un paso al costado. 
No debe ser divertido estar en sus zapatos. 

¿Qué te moviliza al momento de hacer cada caricatura?
Mirá, todos los personajes son distintos, su personalidad, morfológicamente... Recuerdo haber dibujado mucho al presidente Carlos Menem. De niño dibujaba copiando los personajes políticos de la vieja revista Humor; solía coleccionarlas sin entender nada de política, leía los dibujos de los personajes que ahí aparecían. Ver cómo dibujaban al presidente, que en ese tiempo era (Raúl) Alfonsín, me gustaba mucho, me divertía tanto que lo hacía de memoria. La política no me gusta pero valoro y respeto a los que sienten la pasión por ella y la hacen bien. A veces dibujar personajes políticos depende de la situación o porqué se lo dibuja. Por ejemplo, no es lo mismo dibujar a un buen político -que hay pocos- o dibujar a un político corrupto. Uno le pone una cuota de ‘venganza’ en la ilustración, no en el mensaje, sí en tal vez exagerar un poco más a manera de “se lo merece...”.

¿Qué es el humor para vos?
El humor ha tenido una importancia relevante dentro de los medios de comunicación, gracias a que muchas personas encuentran en la caricatura y el humor gráfico una forma de escape de la realidad que vive el país y que se ve reflejada a diario en los noticieros y periódicos. Frente a esta realidad, la tradición del humor está muy ligada al tratamiento y caricaturización del conflicto. En ese momento, el humor es parte del periodismo cuando se mezcla con la noticia, la información o la actualidad; estas mezclas, además de ser tradicionales, suelen ser muy interesantes, y lo podemos ver especialmente en la caricatura y en los programas humorísticos de actualidad y política.

¿Habías imaginado, antes de ingresar en el diario, que ibas a hacer caricaturas políticas?
La verdad que no. Lo que pasa es que siempre dibujé, desde muy chico. Es más, creo que nunca dejé de dibujar, se extraña a veces la mesa de dibujo, las hojas del colegio donde, cuando me sentía aburrido, dibujaba en espacios en blanco. En ese tiempo dibujaba o hacía caricaturas de Raúl Alfonsín. Copiaba las caricaturas de Yerba también, a quien tuve el placer de conocer, fue un buen dibujante y excelente persona; aprendí mucho con él. También era seguidor de las caricaturas de Jorge de los Ríos, coleccionaba sus dibujos arracando la hoja de la revista Muy Interesante donde se publicaban sus caricaturas, y me pude dar el gusto de conocerlo. Pudimos traerlo a una exposición con el equipo de Dimension Comics. Es un gran artista, lo admiro mucho. Todo eso hasta que un día, yo tendría 14 o 15 años, vi las caricaturas de Sebastián Kruger y me partieron la cabeza y me dije ‘quiero dedicarme a eso’. 

Entonces, ¿qué hiciste?
Pedí a mis padres ir a una escuela para aprender. En ese tiempo estaba la escuela de Luis Ordoñes en Buenos Aires. Mis viejos me miraron como diciendo ‘no sabes lo que estas pidiendo‘ y no me quedó otra que practicar y practicar. Lo hacía todo el tiempo. Mientras mis amigos se divertían en la cancha yo me divertía con una hoja y el lapiz, dibujando a manera de práctica y bromas a mis compañeros y profesores. Cuando me di cuenta que al terminar de estudiar la carrera de Arte en la Escuela de Artes ‘Tomas Cabrera’ sería con suerte profesor, no me agradó esa idea, ya que soy muy introvertido. Así que preparé una carpeta (todavía la tengo, ¡un desastre los trabajos!) y le dije a mi viejo que si pasaba por el diario El Tribuno la dejara. La verdad que no tenía muchas esperanzas, así que imaginate mi sorpresa cuando me llamaron para una prueba ¡No lo podía creer!

Decís que empezaste con lápiz, papel y acuarelas, y ahora te sentás frente a la tableta y el lápiz óptico ¿Qué te pasa con eso?
Con el avance de la tecnología muchas cosas cambiaron. Se me abrieron las puertas a otra forma de dibujar, siempre teniendo en cuenta que la tecnología es una herramienta. Siempre cuesta adaptarse a algo nuevo, pero es cuestión de perder miedo y de practicar. Por ahí la gente dice: ‘ah, lo hace la computadora”, pero no es así. Hoy la uso para realizar infografías, crear objetos en 3 dimensiones que nos ayudan a contar las noticias de manera visual. De todos modos, la tableta y el lápiz óptico no son mejores que el lápiz y el papel, para mí son lo mismo.
 

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