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La dieta millonaria de LeBron James que lo mantiene vigente a los 35 años

Gasta un millón de dólares en su dieta para seguir vigente a los 35 años y cerca de una nueva conquista en la NBA, esta vez con Los Angeles Lakers.
Miércoles, 30 de septiembre de 2020 20:50

¿Cómo hizo LeBron James para estar a los 35 años en su mejor condición física y con fuerzas para buscar un nuevo título en la NBA? Para el jugador, el cuidado de su cuerpo se convirtió en una pieza clave en su rompecabezas. Así lo mostró en sus redes sociales mientras la NBA estaba paralizada por el avance de la pandemia de coronavirus en los EEUU. 
A pesar de gastar un millón de dólares en el cuidado de su cuerpo, hay algo que el nacido en Akron, Ohio no puede dejar de consumir. Por las noches demuestra su fanatismo por el vino. Es capaz de beber varias botellas mientras disfruta de los videojuegos o de algún partido de fútbol americano.
Para acompañar sus trabajos con el cuerpo, que incluye la incorporación de ejercicios en la piscina, el jugador de 35 años incluyó hace varios años una metódica dieta que le da el combustible necesario a su cuerpo para rendir al máximo.
El número 23 de los Lakers inicia su día con una comida rica en proteínas y frutas: su desayuno está compuesto de panqueques de clara de huevo, arándanos, fresas y moras y yogurt descremado. Antes del almuerzo es normal que James ingiera más yogurt, frutas -una de sus favoritas es la manzana- y consuma los clásicos batidos con proteína en polvo. 
En la previa a los partidos el tres veces campeón de la NBA enfoca su dieta con proteínas bajas en grasa: ensaladas con verduras varias, pasta integral y pechuga de pollo son parte del menú que elige antes de salir a la cancha. 
En el entretiempo de los encuentros solo consume jugos y alguna fruta, y después de jugar su dieta apunta a consumir algún batido proteico o más pollo combinado con brócoli.

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¿Cómo hizo LeBron James para estar a los 35 años en su mejor condición física y con fuerzas para buscar un nuevo título en la NBA? Para el jugador, el cuidado de su cuerpo se convirtió en una pieza clave en su rompecabezas. Así lo mostró en sus redes sociales mientras la NBA estaba paralizada por el avance de la pandemia de coronavirus en los EEUU. 
A pesar de gastar un millón de dólares en el cuidado de su cuerpo, hay algo que el nacido en Akron, Ohio no puede dejar de consumir. Por las noches demuestra su fanatismo por el vino. Es capaz de beber varias botellas mientras disfruta de los videojuegos o de algún partido de fútbol americano.
Para acompañar sus trabajos con el cuerpo, que incluye la incorporación de ejercicios en la piscina, el jugador de 35 años incluyó hace varios años una metódica dieta que le da el combustible necesario a su cuerpo para rendir al máximo.
El número 23 de los Lakers inicia su día con una comida rica en proteínas y frutas: su desayuno está compuesto de panqueques de clara de huevo, arándanos, fresas y moras y yogurt descremado. Antes del almuerzo es normal que James ingiera más yogurt, frutas -una de sus favoritas es la manzana- y consuma los clásicos batidos con proteína en polvo. 
En la previa a los partidos el tres veces campeón de la NBA enfoca su dieta con proteínas bajas en grasa: ensaladas con verduras varias, pasta integral y pechuga de pollo son parte del menú que elige antes de salir a la cancha. 
En el entretiempo de los encuentros solo consume jugos y alguna fruta, y después de jugar su dieta apunta a consumir algún batido proteico o más pollo combinado con brócoli.

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