“El mundo demanda proteína y nosotros podemos ofrecer carne y legumbres”, sintetizó ayer José Macera, líder de la empresa agroindustrial Desdelsur, que desde hace treinta años desarrolla una producción diversificada de legumbres, carnes y oleaginosas. “El ordenamiento territorial que pintó de amarillo y paralizó la actividad en los departamentos de Rivadavia y San Martín fue una decisión de gobierno motivada, exclusivamente, por temor al activismo ambiental”.
Con centro de operaciones cerca de Tartagal, Desdelsur se ha convertido en exportador de garbanzos, produce maíz para consumo de novillos, soja y maní. Pero, además, da empleo directo e indirecto a un millar de familias y alienta un proyecto estratégico para apoyar las producciones familiares de criollos y aborígenes: ofrecen genética y asistencia sanitaria para que produzcan terneros. Esos animales serán adquiridos por la empresa, que hoy los trae de Corrientes, Chaco o Formosa. La calidad ambiental de su empresa es un dato objetivo: aprobó sobradamente el examen del BID que el año pasado le dio un crédito. Las condiciones de esa entidad financiera son muy estrictas: no admiten depredación ni degradación laboral. Es que además de respetar las normas de preservación del bosque nativo, Desdelsur -como otras fincas salteñas- desarrolla estrategias para evitar la desnutrición en sus áreas de influencia. La empresa creó la Fundación El Fortín, que maneja el Centro Conín Alcoba, en el km 27 de la ruta 86.
Incluso, ante la pregunta del público, que proponía la creación en el norte salteño de una tecnicatura universitaria de producción agropecuaria, Macera informó que la idea le parece excelente y que ellos vienen ya estudiando el modelo de “escuela de pastores”, instrumentado en Nueva Zelanda, para capacitar a los trabajadores rurales.
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“El mundo demanda proteína y nosotros podemos ofrecer carne y legumbres”, sintetizó ayer José Macera, líder de la empresa agroindustrial Desdelsur, que desde hace treinta años desarrolla una producción diversificada de legumbres, carnes y oleaginosas. “El ordenamiento territorial que pintó de amarillo y paralizó la actividad en los departamentos de Rivadavia y San Martín fue una decisión de gobierno motivada, exclusivamente, por temor al activismo ambiental”.
Con centro de operaciones cerca de Tartagal, Desdelsur se ha convertido en exportador de garbanzos, produce maíz para consumo de novillos, soja y maní. Pero, además, da empleo directo e indirecto a un millar de familias y alienta un proyecto estratégico para apoyar las producciones familiares de criollos y aborígenes: ofrecen genética y asistencia sanitaria para que produzcan terneros. Esos animales serán adquiridos por la empresa, que hoy los trae de Corrientes, Chaco o Formosa. La calidad ambiental de su empresa es un dato objetivo: aprobó sobradamente el examen del BID que el año pasado le dio un crédito. Las condiciones de esa entidad financiera son muy estrictas: no admiten depredación ni degradación laboral. Es que además de respetar las normas de preservación del bosque nativo, Desdelsur -como otras fincas salteñas- desarrolla estrategias para evitar la desnutrición en sus áreas de influencia. La empresa creó la Fundación El Fortín, que maneja el Centro Conín Alcoba, en el km 27 de la ruta 86.
Incluso, ante la pregunta del público, que proponía la creación en el norte salteño de una tecnicatura universitaria de producción agropecuaria, Macera informó que la idea le parece excelente y que ellos vienen ya estudiando el modelo de “escuela de pastores”, instrumentado en Nueva Zelanda, para capacitar a los trabajadores rurales.
Macera participó ayer del ciclo “Hablemos de lo que viene” y fue entrevistado en vivo por el periodista Belisario Saravia, editor del suplemento Campo de El Tribuno. “No hay manera de pensar el país que viene si se eluden las posibilidades reales que se presentan y la toma de decisiones para avanzar en el crecimiento”. Es el tercer participante de las charlas organizadas por El Tribuno y la Unión Industrial de Salta, con un fuerte apoyo de empresas locales, las dos universidades y otras entidades.
Macera es economista y antes de llegar a Tartagal se había dedicado siempre al comercio de granos. Su fuerte, inicialmente, fue la producción y exportación de poroto. Desde hace quince años, Desdelsur se diversificó hacia la ganadería en feedlot, con asesoramiento nutricional del experto Francis Fluharty, con quien desarrollaron una dieta que evita el exceso de grasa de los animales. “Lo nuestro es un proyecto que produce el 100% del alimento que se consume, con alimentación restringida, es decir que el animal come mejor y menos”.
En la última década también avanzaron sobre legumbres de invierno, como el garbanzo, cuyo nivel de exportación era muy bajo y hoy ronda en Argentina las 150.000 toneladas exportadas. La realidad es que Desdelsur se ha dedicado a dos fuentes de producción de proteína: la carne y las legumbres.
La provincia cuenta con las condiciones agroclimáticas óptimas para el cultivo de legumbres y también una tradición de más de 50 años de cultivos. “El objetivo es el mercado internacional”, añadió el empresario. “Hoy las tendencias mundiales muestran cierto viraje a la dieta vegetariana y sin gluten, lo cual incrementa la demanda de porotos y garbanzos. Pero al mismo tiempo los mercados asiáticos demandan carne de vaca y de cerdo. Nuestra zona no es propicia para la producción de cerdos, no es conveniente, pero debemos pensar en términos de exportación de carne vacuna. Y eso parece difícil de entender para quienes toman decisiones”. Macera puntualizó también la necesidad de facilitar el acceso a los puertos del Pacífico. “No por la distancia desde el Norte salteño hasta el puerto, sino por la distancia desde el puerto a los países asiáticos”.