Después de muchas décadas, aparece en el horizonte una demanda enorme de carne, básicamente de China. Para los asiáticos, la incorporación de proteína a la dieta es esencial. Pero la Argentina debe vencer la inacción, los prejuicios y el anacronismo. Salta tiene en la ganadería la posibilidad de generar empleo en departamentos donde viven 150 mil personas y donde la principal fuente de trabajo formal es el Estado. El resto vive de changas o con economías de subsistencia.
“La nueva demanda puede incentivar un gran aumento de la producción de carnes en el Mercosur. Se abre un horizonte para el desarrollo de producción y empleo diversificado en una zona con enorme potencial pero pocas alternativas inmediatas”, aseguró José Macera. “Hay posibilidades de producir y exportar 200.000 toneladas de carne en cinco años” desde Salta.
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Después de muchas décadas, aparece en el horizonte una demanda enorme de carne, básicamente de China. Para los asiáticos, la incorporación de proteína a la dieta es esencial. Pero la Argentina debe vencer la inacción, los prejuicios y el anacronismo. Salta tiene en la ganadería la posibilidad de generar empleo en departamentos donde viven 150 mil personas y donde la principal fuente de trabajo formal es el Estado. El resto vive de changas o con economías de subsistencia.
“La nueva demanda puede incentivar un gran aumento de la producción de carnes en el Mercosur. Se abre un horizonte para el desarrollo de producción y empleo diversificado en una zona con enorme potencial pero pocas alternativas inmediatas”, aseguró José Macera. “Hay posibilidades de producir y exportar 200.000 toneladas de carne en cinco años” desde Salta.
“Cultivar maíz a 1.500 km del puerto de Rosario no es rentable si no se lo convierte en carne”
Claro que harán falta políticas firmes y con espíritu federal. En primer lugar, modificar racionalmente el ordenamiento territorial. “Es fruto de las evasivas durante doce años. Creemos que ahora Salta tiene un gobierno con intención productivista”, dijo. Pero hay que dar varios saltos hacia adelante. Hoy el ganado de Salta se faena en la Pampa Húmeda, no hay mataderos ni frigoríficos locales que respondan a las condiciones del comercio internacional. Hace falta generar un movimiento de desarrollo para que la producción aumente y se canalice. “Y mantener la mirada puesta en el Pacífico”.
El desarrollo de una industria frigorífica local permitiría el despegue. La creación de una cuenca ganadera en San Martín y Rivadavia, que sume a pequeños productores locales, podría ser un hecho extraordinario. “El recurso suelo es imprescindible y no pensar en estas posibilidades, sería abandonar el desarrollo”. Hay poblaciones donde, sin ganadería, las posibilidades de trabajo y de vida digna son inexistentes.
“Han cambiado los conceptos clásicos de materia prima, producto industrial y de valor agregado”
Esta realidad choca con la testarudez de los fundamentalistas, y la fragilidad de los gobiernos. “Durante doce años la provincia eludió el problema e inmovilizó cinco millones de hectáreas. No se tuvo en cuenta que el impacto sobre el medio ambiente incluye el costo humano de estas restricciones. El campo es amigable con el medio ambiente. Nosotros estamos trabajando con un grupo muy grande de pequeños productores de Santa Victoria Este, para crear con ellos una cuenca productora de terneros. Necesita reglas de manejo para uso ganadero, pero eso supone incorporar a muchas familias rurales a una economía moderna”, agregó Macera. “La verdadera degradación en estas zonas es la ganadería pastoril tradicional, donde se queman bosques, la hacienda sin manejo se come los brotes y la flora se convierte en matorrales de espinillo”.
Cuando se hace una ganadería moderna se preserva por lo menos el 40% del bosque y se cuida. No se degrada. Y la flora nativa queda bajo protección. Es lo que establece nuestra ley 7070 y lo que demandan departamentos con necesidades insatisfechas.
Un reclamo a los gobiernos
“Durante doce años la Provincia eludió el problema e inmovilizó cinco millones de hectáreas. No se tuvo en cuenta que el impacto sobre medio ambiente incluye el costo humano de estas restricciones”, dijo José Macera.
La preservación del ambiente es un requisito mundial, que introduce en el comercio internacional la práctica de trazabilidad ambiental y social.
Sin embargo, la satanización de la actividad rural es nociva para la producción y condena a la pobreza a regiones enteras.