En este contexto parece una falta de atención y de respeto recordar que el cambio de siglo fue de lo más traumático. Alarmados por profecías apocalípticas y con la espada de Damocles del “efecto 2000” pendiendo sobre nuestras cabezas (el denominado fallo Y2K por el que las computadoras iban a reconocer al 00 como 1900 y no como 2000 con resultados catastróficos para las telecomunicaciones, la economía, la aeronavegación, etcétera), parecía poco auspicioso marcar en rojo en el calendario los estrenos imperdibles de aquel año. Sin embargo, hubo filmes como la primera entrega de la saga de X Men, Dónde estás, hermano?, Réquiem por un sueño, Traffic, Náufrago, Psicópata americano, El tigre y el dragón, Casi famosos, Memento y Gladiador, que por sus innovaciones temáticas y técnicas destacaron entre otros cientos de estrenos no solo en las gradas de la crítica especializada, sino que tuvieron una corte de fans incondicionales que los recuerdan pasadas dos décadas. Si esta época pandémica, de grandes turbulencias, nos hace pendular entre el temor y el desánimo o el recuerdo de un pasado mejor, pues apostemos por la nostalgia.
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En este contexto parece una falta de atención y de respeto recordar que el cambio de siglo fue de lo más traumático. Alarmados por profecías apocalípticas y con la espada de Damocles del “efecto 2000” pendiendo sobre nuestras cabezas (el denominado fallo Y2K por el que las computadoras iban a reconocer al 00 como 1900 y no como 2000 con resultados catastróficos para las telecomunicaciones, la economía, la aeronavegación, etcétera), parecía poco auspicioso marcar en rojo en el calendario los estrenos imperdibles de aquel año. Sin embargo, hubo filmes como la primera entrega de la saga de X Men, Dónde estás, hermano?, Réquiem por un sueño, Traffic, Náufrago, Psicópata americano, El tigre y el dragón, Casi famosos, Memento y Gladiador, que por sus innovaciones temáticas y técnicas destacaron entre otros cientos de estrenos no solo en las gradas de la crítica especializada, sino que tuvieron una corte de fans incondicionales que los recuerdan pasadas dos décadas. Si esta época pandémica, de grandes turbulencias, nos hace pendular entre el temor y el desánimo o el recuerdo de un pasado mejor, pues apostemos por la nostalgia.
El Tribuno dialogó sobre estas películas con los realizadores audiovisuales María Cristina Tamagnini (El Maestro, 2019) y Alejandro Gallo (Encandilan luces, viaje psicotrópico con los psíquicos litoraleños, 2019).
Para contextualizar su mirada, Gallo recordó en los 2000 estaba estudiando Diseño de Imagen y Sonido en Buenos Aires, junto con otros realizadores audiovisuales de Salta como Daniela Seggiaro, Federico Casoni o Santiago Van Dam. “Ir al cine semanalmente era parte de nuestra formación, con lo cual recuerdo las funciones de muchas de estas películas”, señaló. Acerca de ¿Dónde estás, hermano? comentó que “los hermanos Coen sorprenden con cada película y esta no es la excepción. Hasta ese momento no habían adaptado ninguna obra literaria, todas sus películas eran guiones originales escritos por ellos y debutaron en la adaptación nada menos que llevando al cine La Odisea, de Homero, pero ambientada en el sur norteamericano. En pleno nacimiento del digital, fue la primera vez que utilizaron técnicas electrónicas para ‘desaturar’ la imagen y lograr ese look tan particular. Y contaron también con una selección increíble de música country y gospel. Es una película que no envejece, sumamente divertida”.
Al mencionar a Casi famosos se retrotrajo a otro éxito de la taquilla, Jerry Maguire (1996), del mismo director. “La había visto y me había gustado mucho, una película romántica muy sincera y conmovedora, algo difícil de encontrar, razón por la cual comencé a seguir la carrera de Cameron Crowe. A Casi Famosos fui a verla el propio jueves del estreno, ya que, para empezar, mezclaba varias disciplinas que sigo amando: cine, rock y periodismo. Crowe fue durante mucho tiempo periodista de la revista Rolling Stone y se notaba que sabía de lo que estaba hablando y lo contaba con una franqueza envidiable: los altibajos de la música, la búsqueda del éxito, las groopies. No por nada ganó el Oscar al Mejor Guión Original”, destacó.
Una alerta similar, la de seguir el crecimiento a través de sus obras de un director, le disparó ver Memento. “A partir de esta película todos comenzamos a fijarnos en un tal Christopher Nolan, que luego se destacaría en la trilogía Batman, protagonizada por Christian Bale, o Inception. Lo que más me impactó fue que desde una precariedad de recursos (es una película muy independiente), logró una obra inmortal basada en las buenas ideas. Y por supuesto, en su innegable talento en la puesta en escena, el montaje, la dirección de actores. Son esas películas que levantan la vara y establecen un antecedente ineludible: luego de ella vinieron un montón de filmes que jugaban con el tiempo, flashbacks, flashfowards”, detalló.
En relación con Traffic indicó que “para muchos de los que estudiamos cine, Steven Sodenberg es un hito. Con su primera película, Sexo, mentiras y video, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Durante mucho tiempo no se supo nada de él, y en el 2000 volvió a sorprender con Traffic, una película que no solo habla del narcotráfico, sino que -creo yo que es lo más interesante-, habla de las personas involucradas en él, tanto de un lado como del otro, sin juzgar, sin bajar línea. Spoiler alert: el final es conmovedor, luego de todo lo que le sucede al policía mexicano (hasta pierde a sus seres queridos asesinados a sangre fría), lo único que quiere es que se ilumine la cancha de béisbol en la noche para que los niños sigan jugando. Y el gran Benicio del Toro se sienta un rato largo a contemplar un partido infantil en su pueblo. De esos gestos está hecho el cine”, describió.
Sobre la multipremiada Náufrago, expresó: “Robert Zemeckis es un gran director de Hollywood, con notables películas como la saga Volver al Futuro o Forest Gump. En el 2000 dio un paso adelante con su carrera, haciendo una película muy inusual, casi sin diálogos, toda una rareza para la industria norteamericana. Todo en esa película recae en su talento para contar una historia desde la ausencia, y por supuesto con el gran Tom Hanks de protagonista. Todo es puesta en escena, la cámara te cuenta la historia. Y el ‘personaje secundario’ Wilson ya forma parte de la historia del cine”.
Por último, propuso agregar un importante estreno nacional, Nueve Reinas, sobre la que tiene una anécdota particular. “Un docente de la UBA había trabajado en la película y nos invitó a varios alumnos a la premiere, que fue en un cine de la avenida Santa Fe. Ahí estaban (el director) Fabián Bielinsky, Ricardo Darín, Gastón Pauls, los medios. Fue increíble porque no sabía nada de la película, no había visto ni un tráiler, con lo cual la sorpresa fue tremenda. A la salida había una sensación de ebullición y recuerdo pensar que había visto algo que iba a cambiar las cosas. Hacía mucho no veía una película argentina tan entretenida, sin subestimar al espectador. Veníamos de un cine argentino muy dramático y contemplativo, y Nueve Reinas llegó para derrumbar ese mito”, destacó.
Otra mirada
Por su parte Cristina Tamagnini señaló que no tiene un recuerdo certero de X Men, salvo que inauguró una serie de precuelas y secuelas. “Los personajes impactaron en el público, que simpatizó con ellos como Wolverine, además de los VFX que tiene la película”, dijo.
Luego desgranó que Réquiem por un sueño “además de introducir al director Darren Aronofsky, creo que causó gran impacto la verdad con la que está contada la historia, y el estilo desgarrador de su director para narrar”.
De X Men de Bryan Singer sorprendió la majestuosidad de sus efectos especiales.
Acerca de Traffic dijo recordar la técnica de cámara en mano. “Fue lo que impactó mucho al momento de su estreno, no se usaba entiendo yo para la época, contar toda una película con cámara en mano. Recuerdo espectadores de cine salir mareados luego de ver la película, que ganó cuatro Oscar”, especificó.
De la laureada con cinco Oscar, Gladiador, destacó “los VFX, que fueron una locura. Se habló mucho del coliseo lleno de gente que no se veía habitualmente, creo que esta reconstrucción histórica, la historia épica, el ascenso de Russell Crowe, su icónico director, todo fue un cóctel infalible”. Acerca de Náufrago indicó que “impactó mucho más allá de la manera de narrar del director, el personaje de Tom Hanks, que repite la dupla de éxito de Forrest Gump. Náufrago introdujo marcas como Fedex y Wilson, desconozco si fueron inversores en el filme, pero sería lo lógico. Aparte, el apego a las marcas es desde un lugar emocional, ya que la pelotita se llama Wilson y el momento en que entrega el paquete bueno... es de más emotivo”.
Tom Hanks, en la piel del corporativo Chuck Noland en la película de Robert Zemeckis.
Con El tigre y el dragón puso énfasis en que la técnica de VFX de esta película irrumpió en el mercado. “Es posterior a Matrix (1999) y por ser una película oriental creo que le abrió la puerta a Ang Lee a Hollywood. Además de ser multipremiada, comparten protagonismo personajes masculinos y femeninos, y la mujer haciendo artes marciales no era algo a lo que estuviéramos acostumbrados, si bien luego llegaría la gran heroína de Kill Bill (2003)”, expresó.
A Memento la tiene en un alto concepto. “Sin duda sus virtudes son la genialidad narrativa de su director y el romper con la temporalidad habitual de contar una película. Es una peli que cuando la vi por primera vez, me costó entrarle y entender qué pasaba, y luego me pareció muy genial e ingenioso”, se sinceró.
Para ella en esta lista propuesta por El Tribuno “si bien hay directores consagrados, muchos hicieron sus primeros taquillazos, lo que les permitió luego hacer grandes y geniales películas, como Interestelar a Nolan. Y otra cosa que destacaría es la presencia determinante de los VFX que en muchos casos signaron un estilo y manera de filmar”.
Por último, respecto del envejecimiento de estos filmes acotó que “es una visión muy particular del espectador, porque a cada uno le pasa algo diferente con las películas”.
La opinión de los lectores
Este medio puso una encuesta en su web que solicitaba a los lectores a que opinen cuál de este filmes volvería a ver en contexto de pandemia. El 54,2% se inclinó por Gladiador que se distanció mucho de las películas que la secundaron como Náufrago, con 19,5%; X Men, con 9%; El tigre y el dragón, con 3,47%; y Traffic, con 3,10%.