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La justicia boliviana inhabilitó la candidatura a senador de Evo Morales

Se había postulado por el departamento de Cochabamba. La decisión fue tomada por un magistrado nombrado para romper el empate jurídico en el que había quedado la semana pasada la Sala Constitucional de La Paz.
Lunes, 07 de septiembre de 2020 21:43

La justicia de Bolivia rechazó hoy un recurso de amparo interpuesto por la defensa del expresidente Evo Morales y ratificó su inhabilitación para postularse a una banca en el Senado en las elecciones generales del 18 de octubre próximo, informó la prensa local.

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La justicia de Bolivia rechazó hoy un recurso de amparo interpuesto por la defensa del expresidente Evo Morales y ratificó su inhabilitación para postularse a una banca en el Senado en las elecciones generales del 18 de octubre próximo, informó la prensa local.

Lo resolvió esta tarde el juez Alfredo Jaimes, al reanudarse la sesión de la Sala Constitucional Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de La Paz, que analizó el caso, y desempatar con su voto.

De ese modo, el tribunal dejó firme la resolución de inhabilitarlo que había adoptado en febrero pasado el Tribunal Supremo Electoral (TSE), según la agencia noticiosa estatal ABI y los diarios Los Tiempos y Página Siete.

Jaimes explicó que “habiendo hecho un análisis de las pruebas presentadas para la acción de amparo constitucional”, resolvió suscribir el voto de su colega Heriberto Pomier, del que había disentido el magistrado René Delgado.

La sesión de la Sala comenzó el martes pasado y, tras el empate entre los votos de Pomier y Delgado, pasó a cuarto intermedio hasta hoy, lo que intensificó las tensiones políticas en el país.

Por ese motivo fue convocado Jaimes, que pertenece a la Sala Constitucional Tercera de la vecina ciudad de El Alto, en calidad de “vocal dirimidor”.

Al resolver en febrero pasado la inhabilitación de Morales, el presidente del TSE, Salvador Romero, argumentó su decisión en que el exmandatario no cumple el requisito legal de residencia en el país en los dos años inmediatos anteriores a los comicios.

Morales vive desde noviembre pasado en la Argentina, luego de que renunciara a la Presidencia tras anular ante sospechas de fraude las elecciones en las que según el resultado oficial había sido reelecto, y denunciara que fue víctima de un golpe de estado.

“Bajo amenazas y presiones de procesos, el dirimidor tomó una decisión política ilegal e inconstitucional; la historia demuestra que podrán inhabilitar a Evo pero no podrán proscribir al pueblo”, reaccionó el exmandatario esta noche en su cuenta en Twitter.

“Nosotros acataremos esa decisión porque nuestro compromiso y prioridad es que el pueblo salga de la crisis; no caeremos en ninguna provocación, el pueblo volverá a gobernarse a sí mismo, pacífica y democráticamente”, agregó.

En cambio, el fallo fue celebrado por la presidenta interina, Jeanine Áñez, al cabo de una jornada en la que su gobierno apuntó con fuerza a erosionar la figura de su antecesor.

“Frenamos al MAS (Movimiento al Socialismo, el partido de Morales) en dos oportunidades y lo hemos hecho con la ley en la mano, sin violencia y sin enfrentamientos”, dijo la mandataria, también a través de Twitter.

Antes de que se conociera el fallo de Jaimes, el ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, afirmó en conferencia de prensa que el recurso de amparo presentado por la defensa de Morales “es absolutamente inconstitucional y no debió tener lugar” porque “vulnera la independencia de los órganos del Estado, en esta caso del TSE, que es el único ente encargado de resolver la habilitación e inhabilitación de las candidaturas”.

Asimismo, Núñez acusó a Morales de formar “parte de una estructura organizada criminal con propósitos comunes de intimidar, ocasionar sufrimiento y muerte a la población en Bolivia”, junto al secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.

Lo hizo al comentar la denuncia que el Estado boliviano presentó el viernes pasado ante la Corte Penal Internacional (CPI) con sede en La Haya contra Morales, Huarachi y el dirigente cocalero Leonardo Loza, a los que acusaron de crímenes de lesa humanidad como presuntos organizadores de protestas con bloqueos de rutas durante la cuarentena por la pandemia de coronavirus.

El clima preelectoral en Bolivia está crispado desde hace meses, en parte por las sucesivas postergaciones de los comicios, que iban a realizarse primero el 3 de mayo pasado y luego ayer, y fueron finalmente aplazados al 18 de octubre bajo el argumento de la pandemia.

Pero también por la tensión existente entre el MAS y la administración interina porque el primero considera que Morales fue desalojado del gobierno mediante un golpe de estado y que las actuales autoridades persiguen a sus dirigentes -en especial al exmandatario- y dilataron la contienda electoral con el fin de permanecer en el poder.

En ese contexto, ayer comenzó formalmente la campaña electoral, con actos a través de internet y caravanas de vehículos en Santa Cruz de la Sierra, a las que asistió el candidato presidencial del MAS, el exministro de Economía Luis Arce, pero no Áñez, que aspira a permanecer en el cargo como mandataria electa.

Arce encabeza las encuestas de intención de voto pero no con margen suficiente para consagrarse en primera vuelta, y detrás de él tienen buenas chances Áñez y el exmandatario Carlos Mesa.

Tal vez por eso, la mandataria interina cargó hoy también contra Mesa en Twitter: “Somos los únicos que podemos evitar que vuelvan y que Evo Morales quede impune porque respetamos la ley y amamos la democracia. ¿Carlos Mesa frenó al MAS alguna vez?”

Por su parte, Mesa dijo en Twitter que “quedó definitivamente cerrado el debate sobre la pretensión de Morales de postularse al Senado violando la ley” y saludó “la preeminencia de la decisión del TSE, la única instancia con legitimidad para decidir sobre temas electorales”, pero evitó responderle a Áñez.

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