El día después de que las autoridades provinciales informaran sobre las nuevas restricciones que rigen a partir de hoy y hasta el próximo miércoles por la pandemia del coronavirus, los salteños salieron ayer a proveerse de insumos y realizar trámites.
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El día después de que las autoridades provinciales informaran sobre las nuevas restricciones que rigen a partir de hoy y hasta el próximo miércoles por la pandemia del coronavirus, los salteños salieron ayer a proveerse de insumos y realizar trámites.
El lunes el Gobierno anunció limitaciones a la actividad comercial y en el trabajo de la administración pública por una semana para frenar el aumento de casos. También se anunció el cierre de la Catedral y la suspención de celebraciones religiosas.
Las calles céntricas, que habitualmente en estas fechas son testigos de la llegada de peregrinos del interior, ayer solo reflejaban el apuro de la gente.
A pesar de que la Catedral está cerrada y vallada, un puñado de fieles se acercó a la plaza, con novena y rosario en mano o simplemente en silencio, para instalarse en los alrededores a rezar.
Si bien los supermercados funcionarán hasta el sábado, las filas de clientes comenzaron ayer desde temprano. "Hay que aprovechar antes de que se ponga peor esto", dijo una vecina del barrio San Silvestre desde las puertas de un local de la peatonal Florida.
Los mercados de abasto de frutas y verduras estarán abiertos hasta el sábado y cerrarán desde el domingo al miércoles, al igual que los supermercados. En la zona del Cofruthos, la fila de autos entorpeció el tránsito en la avenida Paraguay y generó que debiera intervenir la Policía Vial.
"Nosotros abrimos porque somos los que proveemos a los mercados de barrios, que es donde indican que se debe comprar", explicó Enrique Vega, presidente de Cofruthos.
Los pasillos y mesas de las convocantes pizzerías del mercado San Miguel, en cambio, solo tenían algún que otro cliente. "Bajaron las ventas, alrededor de un 60 por ciento", lamentó Pepe Muratore, presidente del mercado, y agradeció que "el gesto de la intendenta de no cobrarnos el alquiler".
El mercado estará abierto entre el jueves y sábado de 8.30 a 14.30 . Entre el domingo y el miércoles permanecerá cerrado. Muratore, además, lamentó que este año no podrán recibir a los peregrinos. "Pero le ponemos ganas y seguimos adelante", aseguró.
Unas cuadras más allá de la quietud del mercado San Miguel, en la calle España, los clientes de los bancos copaban las veredas sin ningún tipo de distanciamiento.
El ministro de Gobierno, Derechos Humanos, Trabajo y Justicia, Ricardo Villada, indicó el lunes en conferencia de prensa que los bancos seguirían trabajando. Sin embargo, desde una entidad bancaria indicaron que dependen de lo que disponga el Banco Central.
En el inicio de mes, con el sueldo en los bolsillos de muchos asalariados, los rapipagos también convocaron a gran cantidad de clientes. En los cajeros, en tanto, hubo colas de beneficiarios de los subsidios nacionales que se depositaron en las últimas horas.
Después de un día con el efecto contrario al deseado, las autoridades esperan que hoy finalmente se vea menos gente en las calles, en una provincia que ayer registró 248 nuevos casos de COVID-19. Se sabe que 54 contagios se dieron por contacto estrecho, pero el resto de los pacientes desconoce cómo contrajo la infección.
El total de contagios hasta ahora es de 4.824 y el Gobierno hizo una apuesta fuerte para tratar de frenar la velocidad de ascenso de la curva en los próximos días. Hasta anoche había 83 personas en unidades de terapia intensiva.