A pesar de las campañas de concientización y de la vigencia de una ordenanza municipal, el uso de pirotecnia tanto en Navidad como en Año Nuevo fue muy intenso. Se esperaba una notable disminución en el uso de pirotecnia sonora, pero la realidad indicó todo lo contrario.
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A pesar de las campañas de concientización y de la vigencia de una ordenanza municipal, el uso de pirotecnia tanto en Navidad como en Año Nuevo fue muy intenso. Se esperaba una notable disminución en el uso de pirotecnia sonora, pero la realidad indicó todo lo contrario.
Con la aprobación de la ordenanza donde se prohibía el uso y la comercialización de la pirotecnia de tipo sonora, había muchas expectativas con respecto al grado de acatamiento por parte de la población hacia una ordenanza que fue el logro de una lucha que duró varios años, por parte de entidades que involucran a personas con autismo y grupos proteccionistas de animales. Como es ya una característica, los festejos con fuegos de artificios siempre es menor en Navidad que en Año Nuevo. El pasado 24 a la Noche hubo detonaciones en toda la ciudad, pero por un tiempo corto y una cantidad que comparativamente parecía mucho menor a la de años anteriores. En la Noche del 31 la situación fue muy distinta, las familias celebraron con todo lo que pudieron comprar.
Lamentablemente poco importaron las consecuencias para quienes sufren de las fuertes detonaciones. Perros corriendo por toda la ciudad, niños con autismo entrando en crisis y hasta bebés llorando sin consuelo, fueron las reacciones que visibilizaron este problema. "No creo que hayamos fallado en nuestra campaña de concientización, trabajamos los meses previos a las fiestas generando conciencia, nos instalamos en la plaza, emitimos videos, nos reunimos con el municipio, pero parece que no fue suficiente. Sabíamos que no sería fácil y que se trataba de un proceso a largo plazo, pero este primer resultado nos desalienta un poco", manifestó Guillermo Cruz, presidente de la Fundación Pedacito de Cielo, que ayuda a los papás de niños con Asperger en la ciudad de General Güemes.
Control municipal
Con respecto a los controles que se llevaron a cabo por parte de la Municipalidad, el director de Control y Bromatología, Sr. Sebastián Martínez, aseguró que se utilizaron todas las herramientas disponibles para que las fiestas pudieran ser disfrutadas por todos los ciudadanos. Los controles de los comercios habilitados para la venta de pirotecnia fueron muy intensos especialmente los días previos de cada fiesta, "Todo los locales fueron habilitados solo para la venta de pirotecnia lumínica, en lo personal creo que hay un incremento en cuanto a la conciencia del no uso de pirotecnia sonora, porque si bien hubo mucho ruido especialmente para Año Nuevo, pudimos notar que estos se concentraron en familias determinadas que compraron una gran cantidad de fuegos de artificios, es decir no todos tiraron pero hubo muchos que arrojaron una gran cantidad", explicó Martínez.
Con respecto a los controles de los negocios, el funcionario aseguró que en Güemes los negocios vendían solo lumínica. "Pudimos saber que las compras de pirotecnia sonora se realizaron vía internet. Allí muchos inconscientes tanto vendedor como comprador realizaron muchas transacciones, lo cual es muy lamentable".
Grado de conciencia
No solo la comercialización de la pirotecnia sonora está prohibida sino también su uso. En este sentido se esperaba que la Policía actuara más rigurosamente, aunque los controles por parte de la fuerza de seguridad provincial también tienen sus limitaciones para este tipo de tareas que básicamente se alejan del trabajo natural de los efectivos de Policía. “Esas noches tuvimos mucho trabajo, pero en lo relacionado con la seguridad de la población, estamos facultados para realizar multas a quienes utilizan pirotecnia prohibida, pero creo que pasa más por el grado de consciencia de cada uno.
Sería imposible controlar familia por familia, pero no debemos bajar los brazos. Todo lo que se realice sirve, porque a largo plazo se podrán ver los resultados”, manifestó el comisario mayor Luis Ríos.