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A la reina Letizia se la percibe como una mujer obsesiva del orden y de la disciplina. Rígida en cuanto a lo que considera virtuoso. Así como es estricta en el cuidado de su alimentación, la esposa del rey Felipe de España aplica no hace concesiones cuando se trata de la educación de sus hijas, Leonor y Sofía: las herederas deben cumplir con una serie de reglas intransigentes.
Las princesas, en primer lugar, están obligadas a ir a dormir temprano: a las nueve de la noche, aunque los fines de semana el horario puede extenderse según las actividades sociales.
En segunda instancia, aunque ella sea una profesional de los medios de comunicación, sus hijas tienen vedado el acceso a la televisión. Una vez más, se trata de una regla que aplica los días de semana y que se relaja unas horas los sábados y domingos.
Del mismo modo, Letizia tampoco les permite tener conexión a internet de lunes a viernes. Por último, para garantizar un menú saludable, tienen prohibidas las golosinas: una orden que deben observar con atención porque ni siquiera los fines de semana se trasgrede.