En un encuentro sin par, en la tarde de ayer Jorgelina Cejas logró reunirse con sus seis hijos varones en un raid de varias horas y por tres orfanatos de esta capital, adonde habían llegado desde la ciudad de General Güemes por orden judicial.
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En un encuentro sin par, en la tarde de ayer Jorgelina Cejas logró reunirse con sus seis hijos varones en un raid de varias horas y por tres orfanatos de esta capital, adonde habían llegado desde la ciudad de General Güemes por orden judicial.
Jorgelina Cejas había quedado sola, tras un operativo policial con sesgo de despojo y con violencia para una tarea tan delicada como lo es el desmembrar una familia.
La mujer, sin medios económicos para luchar contra tamaña injusticia, se armó de valor y tocó todas las puertas oficiales durante 10 días y al decir de la mamá: "Cuando la noche caía, me jugué a los medios, busqué a El Tribuno, y relaté mi tragedia: perder seis hijos que vivían junto a mí, con humildad, con necesidades pero jamás faltos de amor, y que éstos fueran separados y diseminados en tres lugares distintos. Lloré todas las noches. Lloraron todos los días, así me dijeron mis hijos en el reencuentro".
Y agregó: "Los busqué yo, institución por institución. No entiendo las explicaciones, tampoco voy a callar como me sugirieron. Alguien nos hizo daño, mucho".
Final feliz
Jorgelina Cejas dijo llorando ayer en la tarde que gracias a que su caso tomó estado público, la Justicia le dio la razón a su humano y desesperado planteo.
"Fue una lucha titánica que llevó varios días de llanto. Nadie sabe lo que es para una madre ser despojada violentamente de sus hijos. Quedarse sola, llorando en casa, con las puertas cerradas para clamar tamaña injusticia", dijo la mamá al reencontrarse a las 11 con sus dos hijos mayores, de 14 y 12.
Luego relató que fue hasta calle Necochea, al hogar "Caminito", donde pudo recuperar a otros dos varoncitos para finalmente en calle Belgrano reunirse con sus seis varones.
La mamá luego contó que a raíz de un informe mal confeccionado fue que la despojaron de sus hijos, un error que fue subsanado tres días después. Pero las autoridades también le aclararon que le seguirán haciendo visitas ambientales.
"Me han pedido que no haga más notas, pero dije que no, porque lo que sucedió conmigo fue una injusticia, no tiene que volver a pasar", dijo Jorgelina.
"Fue un daño terrible lo que le hicieron a mis hijos, el de cinco años no dormía porque esperaba a su padre que le cuente un cuento como todas las noches", contó la joven, además de tantas anécdotas inconclusas del periplo de sus seis hijos por la capital salteña.
La mamá, ancha de inefable felicidad, dijo que dio un pequeño paseo por el parque San Martín antes de volver a su General Güemes. "Fue pobre de dinero, sin golosinas, pero lleno de fraternidad y amor. Ese fue el festejo de un humilde grupo humano compuesto por madre, padre y seis varones, quienes tras 12 días vuelven a ser familia", dijo.
Y concluyó: "Estoy feliz, no tengo palabras para agradecer a los que me escucharon, incluso al juez que me dio razón, no sé cómo gratificarlos".