Dalinda Rivero había terminado de cursar su bachiller cuando tuvo la oportunidad de entrar a prueba en la sección Facturación del diario El Tribuno. Desde ese momento empezó a construir una larga historia laboral. Sus compañeros de administración y de toda la empresa la recuerdan. En estas 26 mil ediciones que cumple El Tribuno, es una oportunidad para destacar a aquellos que están atrás de la información, la publicidad y el funcionamiento en general de la planta editorial.
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Dalinda Rivero había terminado de cursar su bachiller cuando tuvo la oportunidad de entrar a prueba en la sección Facturación del diario El Tribuno. Desde ese momento empezó a construir una larga historia laboral. Sus compañeros de administración y de toda la empresa la recuerdan. En estas 26 mil ediciones que cumple El Tribuno, es una oportunidad para destacar a aquellos que están atrás de la información, la publicidad y el funcionamiento en general de la planta editorial.
Era allá por junio de 1979. Dalinda solo tenía 19 años. En agosto del mismo año le dieron la opción de seguir contratada o pasar a planta permanente.
Así eran las cosas por esos años y Dalinda las aprovechó. En octubre del año pasado cumplió los 41 años de servicio y los 60 años de edad y se jubiló. Toda una vida trabajando en las oficinas de Administración de Limache.
Facturación es una de las secciones más importantes del diario porque es donde se llevan los controles y los cobros de las cuentas corrientes de la publicidad. El diario produce noticias, pero vende publicidad. Dalinda es ordenada hasta en el pensamiento.
Con los años
“Antes teníamos 4 feriados, cuatro días que no salía el diario. El Viernes Santo, el 1 de Mayo, y el 25 de diciembre y 1 de enero. Eran 361 ediciones por año. Luego quitaron el de Pascuas y ahí ya no se puede controlar, por eso hay un desfase sino caía las 26 mil ediciones casi en el cumpleaños 72 del diario, el pasado 21 de agosto”, dijo hablando con razones lógicas y matemáticas.
“Yo entré cuando en el diario se festejaba el cumpleaños 30, en agosto de del 79 quedé en planta y el 20 de octubre del 2020 me jubilé”, dijo la mujer que lleva las fechas marcada a fuego.
Es que su trabajo fue ordenar el desorden que se arma en el día a día con los avisos comerciales, los clasificados, legales, notable, infocomerciales, las ubicaciones, el color, las solicitadas, si son de los gobierno nacional, provincial, si vienen de los municipios, los convenios, si viene de agencia, de los vendedores, etc.
“Todo el trabajo antes se hacía a mano, en planillas, hasta los dibujos de las publicidades. Con los años llegó el centro de cómputos y luego las computadoras que hicieron todo más fácil. Pero cuando entré había diarios de 120 páginas, con suplementos y otros especiales. Todos los días se controlaba y no se tenía que pasar nada porque los montos que manejábamos siempre fueron importantes. Por ejemplo, una publicidad en la página 3 es muy cara. Si te corrían la publicidad de ese comerciante que ya es conocido porque siempre publicita, había que dar luego las explicaciones, arreglar las situaciones. Eso es casi de todos los días. Por eso yo ya estaba cansada y la jubilación me vino muy bien”, dijo Dalinda en su casa que está ubicada a unas 10 cuadras del trabajo.
Allí vive con su esposo Juan Antonio Checa con quien se casó en el 83. Ahí criaron a sus 2 hijos, Juan Rodrigo y Constanza, que le dieron 3 nietos que ahora tienen la generosidad de abuelos jubilados que malcrian durante los fines de semana.
“Al tiempo que entré a trabajar nos dieron la casa y de ahí todos los días iba a venía a pie o en bicicleta. Recién en el 2006 pude comprarme mi autito, aunque era tan cerca que lo mismo me movía a pie. A veces la gente piensa que porque trabajamos en El Tribuno somos ricos y la verdad es que no es así. Es un trabajo que te brinda estabilidad, libertad, tranquilidad y mucha flexibilidad. En el diario los años trabajados pesan y se respetan; pero finalmente uno es un trabajador como tantos otros de otras empresas”, dijo Dalinda.
Cuando ingresó en Facturación solo estuvo un tiempo. “Mi jefe era Juan Carlos Cisneros y Darío Cimino. Luego ellos me pasaron a Contaduría, luego a Estadísticas y hasta hice de secretaria para Fredy Fath que era gerente financiero. La idea siempre fue que todos los trabajadores de Administración teníamos que saber hacer de todo. Con los años llegué a ser la jefa de Facturación, pero sabía cómo se movían las otras oficinas, ese aprendizaje fue muy bueno”, concluyó.
Pasado y futuro
“Antes se leía el diario de atrás para adelante”, dijo muy divertida. “Es que antes todos querían leer a Tombolito primero, luego se pasaba a chusmear los Obituarios, las Participaciones y luego Deportes y Policiales. Esas eran las estrellas de la lectura. Por eso la publicidad en Policiales lleva recargo, hasta hoy inclusive”, contó
“Yo desde que entré al diario que dicen que las noticias en papel van a desaparecer, pero yo creo que aún tienen mucha vida. Ahora hay noticias en la web, en los teléfonos, pero la publicidad en papel sigue mandando y lo hará así por un largo tiempo más. La gente por ahora sigue reteniendo más la publicidad que lee en papel y sigue siendo más eficiente. Al menos es lo que yo pienso”, dijo muy seria.
Sobre su futuro particular dijo que espera que se abran todas las restricciones por la pandemia para salir a viajar por la Argentina. “Teníamos todo para salir a andar por dónde sea, por todo el país y se vino el coronavirus. Ese es nuestro sueño y lo vamos a comenzar a realizar en breve. Tenemos el espíritu aventurero así nos estamos alistando”, dijo Dalinda por lo que se les desea un buen viaje.