A pesar de sus frecuentes discursos y decisiones antiempresarias (probablemente forzados por los límites que le impone la interna oficialista), el presidente Alberto Fernández hablará el viernes en la clausura de el Coloquio de IDEA.
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A pesar de sus frecuentes discursos y decisiones antiempresarias (probablemente forzados por los límites que le impone la interna oficialista), el presidente Alberto Fernández hablará el viernes en la clausura de el Coloquio de IDEA.
El martes, Fernández había recibido en la Casa Rosada a los líderes empresarios Javier Madanes, Alejandro Simón, Hugo Eurnekian, Marcelo Mindlin, Francisco De Narváez, Jorge Brito, Juan Martín de la Serna y Marcos Bulgheroni, en un almuerzo que se extendió tres horas. De la reunión participaron Eduardo De Pedro, Sergio Massa y Juan Manzur.
Aunque almuerzo nada tuvo que ver con el Coloquio, el tema fue el mismo que marca la agenda de la reunión en Costa Salguero. La creación de puestos genuinos de trabajo. La idea de Fernández es un acuerdo entre los sectores empresarios y los representantes sindicales. El proyecto de ley ya ingresó en al Congreso.
"Quédense tranquilos, que el acuerdo con el FMI, preservando el interés de la Argentina, está muy bien encaminado" dijo Fernández. Los empresarios se fueron convencidos de que no se cerrará en lo que queda de este año. Quizá, en el primer trimestre del año que viene. Además, aseguró que, a despecho de las opiniones y decisiones que emanan desde el Instituto Patria, "el Frente de Todos comparte la estrategia" para negociar con el Fondo. En la jornada del domingo, en Tucumán, a donde se traslado para anunciar una inversión de un millones de dólares para fundar una fábrica de embutidos - el año que viene - el presidente había dicho que "a la deuda le decimos que no, al desendeudamiento le decimos que sí siempre y cuando no sea a costa del hambre y la miseria de nuestro pueblo", a su lado estaba Manzur. El jefe de Gabinete, provisorio, según se informó oficialmente en Tucumán, deberá explicarle el significado de esa frase a Kristalina Georgieva, la gerente del FMI, ya que viajará a Washington para avalar (o controlar) las gestiones de Martín Guzmán con las autoridades el organismo.
Un tema estructural
En IDEA, las exposiciones de ayer presentaron al problema de la degradación laboral como "estructural". Cinco millones de indigentes y un 20% de excluidos del trabajo y la educación hablas de problemas muy profundos, que requieren decisiones de fondo. Un acuerdo serio, de largo plazo, y no una propuesta que, por ahora, es ocasional y forzada por la derrota electoral.
Tímidamente, el ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas -que no estuvo en el almuerzo- dijo en un reportaje que "se está evaluando" modificar la prohibición de despidos y la doble indemnización y no descartó que haya novedades antes del 31 de diciembre.
También ratificó el propósito de mejorar los niveles de empleo. No quedó en claro cómo se materializará ese deseo.