El papa Francisco condenó ayer toda forma de violencia, que catalogó como una opción "perdedora", al referirse a atentados perpetrados recientemente en Noruega, Afganistán y el Reino Unido.
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El papa Francisco condenó ayer toda forma de violencia, que catalogó como una opción "perdedora", al referirse a atentados perpetrados recientemente en Noruega, Afganistán y el Reino Unido.
"La semana pasada se han cometido varios atentados, por ejemplo en Noruega, Afganistán, Inglaterra, que han provocado numerosos muertos y heridos", dijo Francisco durante la oración del Ángelus.
El Papa aseguró que "la violencia es una derrota para todos" y ha expresado su "cercanía a los familiares de las víctimas".
El viernes pasado un presunto islamista radical que se encuentra detenido asesinó a puñaladas al diputado conservador británico David Amess mientras estaba reunido con electores en su circunscripción del este de Inglaterra.
El mismo día, decenas de personas murieron en un atentado con explosivos contra una mezquita en el sur de Afganistán que fue reivindicado por el Estado Islámico (EI). Dos días antes, un individuo armado con un arco y flechas mató a cinco personas en Noruega.
"Les pido, por favor, que abandonen el camino de la violencia, que siempre es perdedora, que es una derrota para todos. Recordemos que la violencia genera violencia", advirtió el Sumo Pontífice.
Durante la catequesis, Francisco señaló que "la verdadera gloria no se obtiene elevándose por encima de los demás".
También criticó "la búsqueda de prestigio personal" que puede convertirse en una "enfermedad del espíritu", incluso "disfrazándose de buenas intenciones".
Viaje a Asís
El Papa viajará el próximo 12 de noviembre a Asís (centro de Italia), la ciudad de San Francisco, para reunirse con un grupo de 500 personas pobres procedentes de varias partes de Europa y celebrar un momento de escucha y oración.
Con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres que instituyó el pontífice argentino hace cinco años, Francisco viajará a Asís "de manera privada", en la que será su quinta vez en la basílica dedicada al santo y el domingo celebrará una misa en San Pedro.
En esta jornada instituida con el "objetivo de sensibilizar la escucha del grito de los pobres y los que sufren", se explica en una nota, "Francisco encontrará de manera privada a un grupo de 500 pobres procedentes de varias partes de Europa y transcurrirá con ellos un momento de escucha y oración".