"Soy víctima de una persecución política por una interna que hay en Desarrollo Social de la Municipalidad y estoy sufriendo discriminación. Yo no tengo nada que ver con el robo de las tarjetas Alimentar. Sin embargo, me allanaron injustamente mi casa, no encontraron nada y me secuestraron mi celular", dijo Lorena Geres a El Tribuno.
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"Soy víctima de una persecución política por una interna que hay en Desarrollo Social de la Municipalidad y estoy sufriendo discriminación. Yo no tengo nada que ver con el robo de las tarjetas Alimentar. Sin embargo, me allanaron injustamente mi casa, no encontraron nada y me secuestraron mi celular", dijo Lorena Geres a El Tribuno.
Se trata de una mujer trans que desde hace tres años y medio trabaja como contratada en las oficinas de Desarrollo Social de la Municipalidad de Metán.
En agosto pasado se desató un verdadero escándalo en esa dependencia por el misterioso robo de 18 tarjetas del plan Alimentar de Metán.
"Esto es una injusticia porque ahora me veo señalada e involucrada en algo que yo no tengo nada que ver. El allanamiento fue negativo, no encontraron nada. Pero me secuestraron mi celular, que además uso para trabajar porque hago depilación y me están perjudicando con todo esto", destacó Lorena.
"Acá hay una interna política y una persecución política. Llama la atención que solamente seamos dos personas de un sector las que estemos siendo investigadas. Pero además ninguna de nosotras tiene llave ni acceso a la oficina en la que se guardaban esas tarjetas", dijo.
Además, aclaró que ella solamente tiene la llave de la puerta de acceso principal a Desarrollo Social, la que abre todos los días a las 6.40.
"Todos me conocen, por eso estoy recibiendo mucho apoyo para superar esto. Soy una persona honesta y responsable en mi trabajo. Jamás falté ni presenté certificados médicos. Ahora estoy en contacto con gente del Inadi porque también estoy sufriendo discriminación", destacó Lorena.
Las tarjetas Alimentar robadas causaron demoras y perjuicios a sus beneficiarios, pero ya fueron repuestas. Desaparecieron misteriosamente de una de las oficinas de Desarrollo Social, que está a cargo de María José Bernis, quien había radicado la denuncia.
"Yo he radicado la denuncia como corresponde. Quiero aclarar que no he señalado a nadie en particular como responsable del robo. Todo está en manos de la Justicia que está a cargo de la investigación", dijo Bernis a El Tribuno.
En el caso interviene la Brigada de Investigaciones de Metán. Ya se había confirmado que las pesquisas apuntaban a un posible robo interno, aunque no es la única línea de investigación. Esto generó un revuelo y desató una feroz interna en Desarrollo Social.
"Las tarjetas robadas fueron dadas de baja y nadie las utilizó porque fueron bloqueadas. Luego se restituyeron los 18 plásticos y comenzamos a localizar a los beneficiarios para hacerles entrega de manera personalizada", dijo por último la funcionaria.