Los senseis Héctor González Ceballos y Asadur Lemseyan llevan una vida ligada al karate. Son más de 50 años unidos al aprendizaje, la enseñanza y la práctica que los tuvo a ellos, en un principio, como aprendices y en la actualidad como grandes maestros encargados de seguir difundiendo los valores de este arte marcial que tiene base en Okinawa, Japón.
El karate cruzó sus caminos en Salta hace medio siglo. Forjaron una amistad, compartieron viajes, clases y la formación de varias generaciones de karatecas en todo el país y también a nivel internacional. El sensei Lemseyan fue pionero del karate en Salta, brindó clases en el Ateneo El Tribuno, con el respaldo de González Ceballos, de origen cordobés.
Ceballos es el presidente de la Asociación Shgorin-Ryu Karate-Do y Kobudo Argentina “Shin Shu Kan”, 9º dan hanshi de karate do y 7º dan kobudo. Pasó por Salta para homenajear al maestro Lemseyan (7º dan) en sus 50 años ligados al karate, y ambos charlaron con El Tribuno sobre sus vivencias y porque consideran importante la práctica del karate.
“En un principio practiqué judo cuando tenía 12 años, lo hice durante cuatro años y llegué hasta la graduación de cinturón marrón. Pero me interesé por el karate a partir de que mi hermano fue uno de los primeros argentinos en una clase de karate, eso me motivó y el 2 de febrero de 1967 comencé mi recorrido. Voy para los 55 años”, relató González Ceballos.
inicia sesión o regístrate.
Los senseis Héctor González Ceballos y Asadur Lemseyan llevan una vida ligada al karate. Son más de 50 años unidos al aprendizaje, la enseñanza y la práctica que los tuvo a ellos, en un principio, como aprendices y en la actualidad como grandes maestros encargados de seguir difundiendo los valores de este arte marcial que tiene base en Okinawa, Japón.
El karate cruzó sus caminos en Salta hace medio siglo. Forjaron una amistad, compartieron viajes, clases y la formación de varias generaciones de karatecas en todo el país y también a nivel internacional. El sensei Lemseyan fue pionero del karate en Salta, brindó clases en el Ateneo El Tribuno, con el respaldo de González Ceballos, de origen cordobés.
Ceballos es el presidente de la Asociación Shgorin-Ryu Karate-Do y Kobudo Argentina “Shin Shu Kan”, 9º dan hanshi de karate do y 7º dan kobudo. Pasó por Salta para homenajear al maestro Lemseyan (7º dan) en sus 50 años ligados al karate, y ambos charlaron con El Tribuno sobre sus vivencias y porque consideran importante la práctica del karate.
“En un principio practiqué judo cuando tenía 12 años, lo hice durante cuatro años y llegué hasta la graduación de cinturón marrón. Pero me interesé por el karate a partir de que mi hermano fue uno de los primeros argentinos en una clase de karate, eso me motivó y el 2 de febrero de 1967 comencé mi recorrido. Voy para los 55 años”, relató González Ceballos.
El maestro repartió su tiempo entre el karate y los estudios. Se recibió de médico, llegó a ser jefe de cirugía, tuvo 30 médicos a su cargo, se jubiló, pero mantiene sus dos pasiones.
“La vida nos fue llevando paso a paso, así llegamos a Okinawa, la sede mundial del karate. Siempre hago un paralelismo con la medicina, para ejercer hay que estar actualizado y con el karate logramos eso cada año que viajamos a Okinawa. Vamos actualizando pautas”, contó el sensei cordobés.
Su trayectoria es bien reconocida en la cuna mundial del karate. En Okinawa se respeta la figura de González Ceballos y eso lo convierte en un referente del karate argentino y americano. Sus constantes deseos de aprendizaje y crecimiento lo llevaron a visitar Suiza, Italia, Francia, España, Egipto, Israel, entre otros países.
González Ceballos y Lemseyan destacan que el karate es un camino de principios, valores y disciplina. “En la época en la que estamos viviendo los valores están absolutamente trastocados. El trabajo de formación se complica porque el facilísimo está a la orden del día y la gente le rehuye a la disciplina. La verdadera disciplina es la que sale desde adentro, no la que te imponen”, señaló el maestro Lemseyan.
Por su parte, el sensei González Ceballos resaltó que “nosotros transmitimos valores a través de la identificación con el superior. Si el dirigente se comparta mal el chico no va a aprender nada, todo lo contrario si el aprendiz toma como ejemplo de vida a su maestro. El ser humano tiene pautas comunes que nos relacionan, en el karate pasa lo mismo”.
A González Ceballos y Lemseyan la edad no los detiene y viven los nuevos desafíos con el mismo entusiasmo del primer día.