Consultado sobre si hay mucha violencia en las cárceles por el hacinamiento o por otras causas, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la Provincia, Gustavo Krause, sostuvo que hay inconvenientes con o sin hacinamiento, debido a que las personas en situación de encierro sufren, sea como sea el tratamiento que se les dé, por el nivel de estrés que sobrellevan.
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Consultado sobre si hay mucha violencia en las cárceles por el hacinamiento o por otras causas, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la Provincia, Gustavo Krause, sostuvo que hay inconvenientes con o sin hacinamiento, debido a que las personas en situación de encierro sufren, sea como sea el tratamiento que se les dé, por el nivel de estrés que sobrellevan.
Sostuvo también que todo delito genera un conflicto social y que la sentencia lo que trata de hacer es, al menos, apaciguar ese conflicto o eliminarlo, pero que cuando la sentencia no es buena, al contrario, lo potencia. Sin embargo, cuando cubre las expectativas sociales es sumamente positivo.
Sobre los constantes reclamos de familiares por la comida y las visitas que se conocen desde hace años, Krause considera que tienen que ver con la no aceptación de la situación en la que se encuentra la persona detenida. “Se debe tener en cuenta que nosotros no decidimos quién se queda acá. Hay un juez que dictamina a través de una sentencia que esa persona, por un hecho que cometió, merece ser separada aunque sea temporalmente de la sociedad”, manifestó.
Evaluó además que hay distintos motivos por los que se puede ver alterado el carácter de las personas detenidas. “Esto es lo que debemos atender con profesionales y con la propia comprensión del agente penitenciario respecto de la persona que tiene a su cargo”, precisó.
Consultado sobre si hay más presos por causas de abuso sexual, el subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la Provincia, Gustavo Krause, respondió: “Creo que lo que ha causado mayor impacto es la exposición mediática saludable sobre estos temas. El Código Penal se ha reformado y se ha establecido la figura del femicidio y delitos de género, entonces esa imposición ya no mediática sino social ha provocado que la gente adquiera conciencia sobre este tipo de conducta delictiva”.
Pandemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que es probable que las personas privadas de libertad sean más vulnerables al brote de la enfermedad por coronavirus en comparación con la población en general debido a las condiciones en las que viven durante un período prolongado.
Sin embargo, Krause aseguró que no hubo muchos fallecimientos ni contagios en las cárceles de Salta y que, en comparación con lo que sucedió en otros puntos del país, la situación fue de relativa tranquilidad.
Y añadió que se implementaron medidas sanitarias adecuadas para evitar inconvenientes. La alimentación adecuada, según afirmó, fue un factor fundamental.
Además, recalcó que han sido “muy pocos” los casos en los que las visitas debieron prohibirse por precaución. Agregó que la contención que se le dio a la gente por medio de distintas medidas y el acercamiento familiar les ha permitido sobrellevar la pandemia “muy bien” en comparación con la situación de los penales de otras provincias, donde se plantearon situaciones complejas y de riesgo para los internos y el personal.
De acuerdo con datos del Servicio Penitenciario, la población carcelaria masculina es superior a la femenina. En la cárcel de mujeres de Villa Las Rosas hay 114 internas alojadas.
El nivel educativo es bajo y las causas por las que están detenidas las personas en las unidades provinciales son variadas: robos, homicidios, microtráfico de drogas y abusos sexuales están entre los más frecuentes. El tiempo de duración de las condenas puede ir desde un mes por hurto simple hasta penas de prisión perpetua por homicidios.
Se debe tomar conciencia
El subsecretario de Asuntos Penitenciarios de la Provincia, Gustavo Krause, expresó que “uno no le puede decir a las personas detenidas que no las va a atender por la situación económica”. Destacó que toda la sociedad debe tomar conciencia de la situación carcelaria. “Eso significa asumir la responsabilidad de los costos y gastos necesarios para tener establecimientos como manda la Constitución”, dijo.