El problema por el pésimo o nulo servicio de agua potable se agrava en las zonas oeste, centro y norte de la capital salteña. El intenso calor y la pandemia tornan crítica la situación. Piden un plan concreto a las autoridades.
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El problema por el pésimo o nulo servicio de agua potable se agrava en las zonas oeste, centro y norte de la capital salteña. El intenso calor y la pandemia tornan crítica la situación. Piden un plan concreto a las autoridades.
Los vecinos de distintos barrios, enfurecidos, llevaron adelante protestas y cacerolazos entre el jueves y ayer.
Residentes de Tres Cerritos protestaron durante la mañana sobre la calle Los Manzanos al 1100. El jueves, en el barrio La Loma se realizó una marcha. "Gasto 1.300 pesos semanales en bidones de agua. Lavarse las manos y bañarse es una odisea. Hace mucho tiempo estamos así y nadie hace nada", manifestó Mabel Castaño, vecina del barrio La Loma.
Por otra parte, desde Tres Cerritos, Fernanda Oliver, otra vecina, contó que además de sufrir los reiterados cortes del servicio se comenzaron a reventar las cañerías. "Son obsoletas porque no las cambiaron. Casi nunca tenemos agua y cuando vuelve, las cañerías revientan porque largan el agua con una presión a la que no están acostumbradas", manifestó.
Añadió que llegan cuadrillas al barrio y los operarios cavan pozos pero los dejan abiertos.
"Ya les hacemos cumpleaños a los pozos", dijo.
La mujer, de profesión odontóloga, contó que el jueves pasado, a causa de no tener agua, sufrió una crisis de pánico. En cercanías a la puerta de su consultorio existe un pozo desde hace cuatro meses. A esto se sumó una gran pérdida de agua sobre la calle, desde hace 10 días. "Filtra el agua porque aquí abajo está el famoso canal de Los Manzanos", relató.
Los vecinos del barrio La Loma hicieron un cacerolazo el jueves, a las 20.30 en la calle Posta de Yatasto y Arenales. Exhibieron banderas que decían: “Basta de mentirnos. Queremos agua ya”. Además firmaron una nota con sus números de reclamos.
En distintos puntos del barrio hay pérdidas de agua que ya provocaron dos accidentes de tránsito en Los Molles esquina Los Durazneros. El primero fue protagonizado por un auto que frenó y resbaló en la calzada por la cantidad de agua y el segundo involucró a un colectivo de la línea 5B.
Sostuvo que la empresa Aguas del Norte solo se dedica a cobrarles la boleta como si prestara el servicio y que por el momento no le ven solución al problema hasta que "coloquen personas idóneas en los directorios de la empresa y también del Ente".
Cristina Pérez Colorito otra vecina que reside en la calle Los Olmos describió lo engorroso que resulta hacer escuchar un reclamo. "Llamás a Aguas del Norte y te dan número. Con ese número llamás al Ente Regulador y te dan otro. Pasan 25 días y recién vienen a ver", se quejó.
Y considera que el gobierno provincial debe tomar cartas en el asunto porque la situación es "insostenible".
Otra vecina que vive en la calle Los Carolinos, Silvina Tavella, expresó que al presupuesto familiar se suma la compra de bidones de agua. "Gastamos entre 500 y 700 pesos diarios solo en agua para tomar. Lograr que nos manden un camión cisterna es un suplicio. No podemos lavar la ropa sucia, ni tirar la cadena del baño. La situación sanitaria exige total higiene", dijo.
Estela Altobelli, otra de los vecinas de la calle Los Pinos cuestionó que por qué Aguas del Norte no piensa en otro sistema durante el invierno para que el servicio no se vea afectado por la falta de lluvias en la época de calor.
Pedido
Otro punto que cuestionaron es que "ningún fiscal ni juez vino a vernos. Nadie inició actuaciones de oficio y eso nos parece muy raro. Estamos armando un recurso de amparo colectivo pero debería ser la justicia la que venga a nosotros".
Muchos de los vecinos contaron que no pueden bañarse en sus casas y deben recurrir a comprar bidones de agua. En tiempos de pandemia se hace complejo mantener la higiene.