Un conocido negocio de Grand Bourg fue otra vez saqueado por delincuentes, el cuarto robo que sufren los dueños en lo que va del año. Tres hombres llegaron abordo de una moto y con total impunidad rompieron la puerta de vidrio del negocio e iniciaron el robo con total tranquilidad. Se llevaron una cortadora de fiambre, bebidas alcohólicas y cigarrillos, además dejaron desparramadas en el piso una balanza que no pudieron llevarse.
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Un conocido negocio de Grand Bourg fue otra vez saqueado por delincuentes, el cuarto robo que sufren los dueños en lo que va del año. Tres hombres llegaron abordo de una moto y con total impunidad rompieron la puerta de vidrio del negocio e iniciaron el robo con total tranquilidad. Se llevaron una cortadora de fiambre, bebidas alcohólicas y cigarrillos, además dejaron desparramadas en el piso una balanza que no pudieron llevarse.
Cuando la alarma del negocio La Tablita se accionó, un vecino salió para saber qué ocurría, cuando salió de la puerta de su casa los ladrones le lanzaron una botella de vino para amedrentarlo.
“Otra vez. Es el cuarto robo que sufrimos y la verdad ya no sabemos cómo reaccionar. Hoy reventaron la puerta de vidrio y se llevaron la cortadora de fiambres, vinos y cigarrillos, no alcanzaron a llevarse la balanza que quedó desparramada por el suelo. Cómo se disparó la alarma un vecino salió a ver qué pasaba y uno de los delincuentes le tiró con una botella de las que habían robado”, comenzó el relato en su página de Facebook el dueño de La Tablita.
“Eran tres en una moto, decime, ¿cómo hacen para llevarse la cortadora de fiambres si no tienen un auto de apoyo?
Contame, ¿cómo hacen para moverse tan libremente a las 3 de la mañana?
Al ratito llegó la policía porque la gente de Argos les dio aviso. Más tarde vino la policía científica que encontró huellas dactilares, cuando terminaron su trabajo se retiraron”. Y continuó con su relato: “Pensaba que la policía del barrio estaba para ayudarnos, digo ahora nos van a dejar personal de consigna hasta mañana cuando podamos reponer la puerta.
Olvidate, me informaron que tienen poco personal y que tenían que seguir patrullando. Patrullando.
Opciones, quédate a dormir ahí o desarmá el negocio poniendo heladeras para vallar la puerta rota.
Ahora la historia conocida de todos los robos, mañana y por toda está semana estaremos protegidos por un escuadrón de policías dando vueltas por la cuadra; la semana que viene todo vuelve a la normalidad no hay más ronda, y los muchachos de lo ajeno se seguirán moviendo libremente por todo el barrio, a toda hora sin que nadie los pare como para saber que hacen a las 3 de la mañana 3 personas en una moto paseando a ver dónde pueden robar nuevamente”.